1º de septiembre de 2022 (EIRNS) — En un artículo con fecha del 23 de enero del 2008, publicado a las 48 horas del estallido de los mercados bursátiles del mundo, el “lunes negro”, y de la decisión de pánico de Londres y de Washington de rescatar financieramente la burbuja especulativa global con dinero ficticio, Lyndon LaRouche advirtió: “Si no se adopta el tipo de reforma de emergencia en Estados Unidos que he recomendado, se aseguraría una forma de reacción en cadena de colapso hiperinflacionario global, que amenazaría con llevar a la totalidad de nuestro planeta a una prolongada nueva era de tinieblas”.

No se tomó el consejo de Lyndon LaRouche. Por el contrario, se desató la mentada “emisión cuantitativa” y desde entonces se han impreso unos 30 billones de dólares de papel sin valor para tratar de rescatar la burbuja, la cual pasó de unos 1.600 billones de dólares en el 2008 a casi 2.000 billones de dólares en la actualidad. Y ahora estamos en medio del estallido en cadena del que Lyndon LaRouche nos advirtió, combinando la hiperinflación con el colapso económico-físico que dejará a las naciones y a sus pueblos como restos a su paso.

Cabe señalar que hay cada vez un mayor reconocimiento de que se está produciendo una crisis de desintegración, pero no de lo que se debe hacer al respecto. Sólo una muestra de algunos comentarios destacados de las últimas 24 horas:

• “(Una) catástrofe económica (está) a un mes de distancia”: dijo la portavoz de la Oficina del Gabinete de los Demócratas Liberales del Reino Unido, Christine Jardine.

• Europa occidental se dirige a un “colapso energético”: ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto.

• “Los próximos 5 a 10 inviernos serán espantosos si no se hace nada”: ministro de Energía de Bélgica, Tinne Van der Straeten.

• Sin los combustibles fósiles, la “civilización se va a desmoronar”: Elon Musk.

• La inflación del Reino Unido se disparará por encima del 22% el próximo año: Goldman Sachs.

De hecho, Europa está viendo una Nueva Era de Tinieblas a sus puertas, y Estados Unidos no se queda atrás. Es una Nueva Era de Tinieblas desencadenada por la escasez de energía, autoimpuesta, como resultado de la política de sanciones contra Rusia, pero causada por el compromiso pertinaz de la casta financiera dominante con una política maltusiana de desindustrialización global y despoblación masiva. No es de extrañar, pues, que China, Rusia y la mayor parte del sector en desarrollo se nieguen a hundirse con ese barco que naufraga, incluyendo sus guerras geopolíticas y su política de acallar sangrientamente las voces de la oposición.

Queda poco tiempo para hacer caso a las advertencias y propuestas programáticas de Lyndon LaRouche, pero es suficiente si nos dedicamos a ello. Lo que sigue es la introducción completa de LaRouche al mencionado artículo del 2008, publicado en la edición del 1º de febrero del 2008 de la revista Executive Intelligence Review (EIR), “¡LLEGÓ LA HIPERINFLACIÓN! Esta desintegración económica”. (larouchepub. com/lar/2008/ 3505hyperinflation_ breakdown.html).

“La insensata decisión de Estados Unidos, de la semana pasada, de lanzar un paquete de "estímulo" para la economía estadounidense, ha comprometido a Estados Unidos a su entrada actual en una nueva trayectoria: la de una crisis de desintegración económica hiperinflacionaria. Se trata de una crisis cuyos efectos, a no ser que se de marcha atrás muy pronto con las medidas que he especificado recientemente, se irradiarían por todo el mundo, llevando casi con toda seguridad a todo el planeta, en breve, a una ‘nueva era de tinieblas’ comparable a la desencadenada por las empresas bancarias lombardas del sistema veneciano medieval del siglo 14, como la tristemente célebre Casa de Bardi. He manifestado el temor, en varias ocasiones públicas desde los acontecimientos de 1968, de que los cambios en las políticas económicas, monetarias y financieras de Estados Unidos y de otras naciones iniciadas, sucesivamente, por la combinación de la medida adoptada por el gobierno de Nixon de acabar con el sistema monetario de tipos de cambio fijos de Bretton Woods y luego el naufragio de la economía física de Estados Unidos que causó el gobierno de Carter con la aplicación de los programas de la Comisión Trilateral de Rockefeller y Brzezinski, van a llevar en última instancia, si no se da marcha atrás, no sólo a la implementación de políticas fascistas dentro de Estados Unidos, tal y como se está produciendo con relación a Shultz, Rohatyn, Bloomberg y Schwarzenegger, sino también a una crisis general, no sólo de la economía estadounidense, sino de la economía mundial en su conjunto.

“En las dos semanas pasadas, Estados Unidos y el Reino Unido pasaron de una forma hiperinflacionaria general de crisis de desintegración económica general, a un período de una forma hiperinflacionaria de estímulo monetario comparable al de la Alemania de Weimar de 1923. A menos que se detenga esta tendencia actualmente en curso en la formulación de programas, no hay parte del mundo que no se verá muy pronto arrastrada por los efectos mundiales de una forma de crisis global comparable a la del siglo 14 en Europa.

“Esta amenaza podría detenerse, incluso ahora; pero si no se adoptan los tipos de reformas de emergencia en Estados Unidos que he propuesto, se garantizaría un colapso hiperinflacionario global en forma de reacción en cadena, que amenazaría con llevar a la totalidad de nuestro planeta a una prolongada nueva era de tinieblas. Estas son, por ejemplo, las únicas cuestiones realmente importantes que se deben tener en cuenta en la actual campaña preelectoral presidencial estadounidense. Todas las demás preocupaciones son casi irrelevantes”.

Lee la invitación y regístrate para que participes en la conferencia del 10 y 11 de septiembre, del Instituto Schiller, "En el centenario del nacimiento de Lyndon LaRouche: Cómo inspirar a la humanidad para que sobreviva a la mayor crisis de la historia del mundo". es-schillerinstitute.nationbuilder. com/evento_10_11_09_2022