OTAN intensifica su campaña contra los promotores de la paz; los tacha de “terroristas de la información”
3 de septiembre de 2022 — Los días 1 y 2 de septiembre se reunieron de nuevo en Kiev representantes de la OTAN, del Departamento de Estado de Estados Unidos y de otras naciones europeas bajo los auspicios del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa (CNSD) de Ucrania y su ahora tristemente célebre “Centro para Contrarrestar la Desinformación” (CCD) para acelerar sus planes de imponer un control dictatorial del pensamiento en todo el mundo, en nombre de combatir la “desinformación rusa”. Esta es precisamente la operación que EIR ha exigido que se clausure en su recién informe titulado “Kiev’s ‘Info-Terrorist’ List: ‘Global NATO’ Orders a Hit on Advocates of Peace” (La lista de “terroristas de la información” de Kiev: La “OTAN Global” ordena eliminar a los promotores de la paz”. (larouchepub. com/other/2022/4934-global_nato_orders_ a_hit_on_ad.html).
El pretexto de la reunión fue la mesa redonda sobre “Combate a la desinformación en condiciones de operaciones militares”. Según el informe del CCD, participaron embajadores y representantes de 24 países, y menciona a 18 de los participantes. Entre los nombres publicados están los de dos “expertos de alto nivel” del Centro de Comunicaciones Estratégicas de la OTAN y diplomáticos y “expertos” de Estados Unidos, Francia, Alemania, Suecia, Polonia, Canadá y de los países bálticos.
El secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa, Oleksii Danilov, y el director en funciones del CCD, Andrii Shapovalov fueron los anfitriones. Shapovalov fijó los términos de la discusión: “Hoy, nuestro objetivo es formar un centro internacional para contrarrestar las amenazas a la información a nivel nacional e internacional”. Insistió en que el derecho internacional debe reconocer al “terrorismo de la información” como un delito, y cualquiera que cometa ese delito debe ser declarado “terrorista de la información” y debe ser sometido a tales medidas como las que se aplican a los verdaderos terroristas. “Solo así podremos proteger eficazmente a los ucranianos y a los ciudadanos de los Estados socios de los delitos de información, en particular del terrorismo informativo”, declaró Shapovalov, según los informes resumidos que publicaron el CCD y el CNSD.
Danilov calificó que el “frente informativo” es tan importante para ganar la guerra como la lucha en el campo de batalla. Declaró abiertamente que crearon el CCD en preparación para la guerra que estaban planeando. “Entendimos de antemano que habría una guerra; por eso se creó en marzo del 2021 el Centro para Contrarrestar la Desinformación por decreto presidencial”, dijo. (Unos días antes, Danilov había informado que Ucrania, y por ende sus patrocinadores de la OTAN, empezaron a prepararse para la guerra desde diciembre del 2019).
Según el comunicado del CCD todos los presentes estuvieron de acuerdo, e informó que “las partes hicieron hincapié en que el terrorismo informativo es efectivamente tan real como el terrorismo ordinario y no tiene menos consecuencias”.
El CNSD informó brevemente sobre lo que dijeron algunos de los participantes extranjeros, en lo que incluyó los comentarios del funcionario de Relaciones Públicas de la Embajada de Estados Unidos, Robert Post, quien se mostró fanático del proyecto. “Los países del G7, Estados Unidos en particular, junto con las autoridades ucranianas, están luchando activamente contra la propaganda y la desinformación rusas”, subrayó.
La primera secretaria de la embajada de Canadá, Molly Graham, se refirió a los intentos de Ottawa por controlar a la prensa, “ ‘concentrando muchos esfuerzos’ en el entrenamiento de periodistas para contrarrestar la desinformación”, porque los países “democráticos” entienden que la “propaganda y la desinformación” amenazan la “libertad de pensamiento”.
El jefe de operaciones de la Agencia Sueca de Protección Psicológica (sic), Mikael Tofvesson, se manifestó también tan entusiasmado como orwelliano por el hecho de que “nuestra lucha tiene como objetivo construir una sociedad democrática libre en la que no haya lugar para la propaganda ni la desinformación, sino solo para la libertad de expresión y el pluralismo de opinión”.
Varios otros participantes señalaron que Ucrania (donde el CCD, entre otros organismos, se encarga de emitir “listas negras” y “listas para eliminación” contra cualquier disidente de la línea oficial) es un modelo “para todo el mundo, de una contramedida eficaz contra la desinformación”.
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