12 de septiembre de 2022 (EIRNS) — Aunque los lunáticos que gobiernan Estados Unidos y Reino Unido siguen con su delirio suicida de que su “relación especial” los convierte en amos del universo, de que su orden de “desacoplar” a Rusia y China de sus economías debe ser obedecida por todos y cada uno, la realidad y la cordura también sigue prevaleciendo en la mayor parte de ese universo. Entre los ejemplos más recientes se cuentan a las naciones de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés) que han ampliado su comercio con Rusia, en tanto que algunas de las mayores corporaciones de Europa han aumentado sus inversiones en China. 

El periodista Scott Foster escribió un artículo en Asia Times el 9 de septiembre, en el que ridiculiza un típico encabezado en la prensa occidental: “EU prohíbe a las empresas de ‘tecnología avanzada’ construir instalaciones en China por diez años”, y luego pasa a informar que el gigante alemán de la industria química, BASF, y el gigante electrónico suizo-sueco ABB se encuentran ambos en el proceso de abrir nuevas operaciones en China en grande. El 6 de septiembre, BASF anunció la inauguración de la primera planta manufacturera en su complejo industrial de Zhanjiang Verbund en la provincia sureña de China, Guangdong. La planta está diseñada para producir 60.000 toneladas métricas de plásticos de ingeniería al año, principalmente para suministrar a las industrias automotriz y electrónica de China. El sitio del complejo Zhanjiang Verbund ocupa unos 9 kilómetros cuadrados y la inversión total se espera que alcance unos €10.000 millones de euros ($10.100 millones de dólares) para 2030. Este sería la inversión extranjera más grande de BASF hasta la fecha y el primer proyecto industrial químico pesado en China propiedad cien por ciento de una empresa extranjera y operada por ella misma. 

El diario chino en inglés de mayor circulación China Daily, informó que la nueva fábrica de robótica de ABB en Shanghái está en la fase final de puesta en marcha y deberá estar en operación en los próximos meses, según Foster. La instalación tuvo un costo de €150 millones de euros y será “un centro en el que los robots hacen robots” y será “la fábrica más avanzada, automatizada y flexible en la industria robótica en el mundo, con la utilización de los procesos manufactureros de última generación y cuenta con la mayor base de Investigación y Desarrollo, de producción y aplicación de robótica en China”. 

Para ponerle más sabor al caldo, Foster agrega que la empresa “China Southern Airlines, que canceló órdenes por más de 100 aeronaves Boeing 737 MAX, ordenó 96 nuevas unidades al gigante francés Airbus. Las órdenes de Boeing, según trascendió, se cancelaron debido a preocupaciones por la seguridad y la incertidumbre del programa de entrega, pero en opinión de muchos observadores el motivo principal fue político”. En julio, Airbus anunció que había recibido órdenes por 292 aeronaves de pasajeros A320 de las empresas Air China, China Eastern, China Southern and Shenzhen Airlines.