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El economista ruso Sergei Glazyev elogia el pensamiento de Lyndon LaRouche, en el centenario de su nacimiento

12 de septiembre de 2022 (EIRNS) -- El renombrado economista ruso, Dr. Sergei Glazyev, envió un mensaje de aprecio al pensamiento y el impacto de Lyndon H. LaRouche, Jr., en el centenario de su nacimiento, el 8 de septiembre, a su viuda y compañera de lucha Helga Zepp-LaRouche, fundadora del Instituto Schiller.

Glazyev es académico miembro de la Academia de Ciencias Rusa y ha ocupado diversos cargos en el gobierno ruso desde 1992. Su libro, Genocide: Russia and the New World Order (Genocidio: Rusia y el nuevo orden mundial), fue publicado, en inglés por la editorial de Executive Intelligence Review (EIR) en 1999.

Como miembro del Parlamento, presidió la Comisión de Política Económica de la Duma del Estado. En esa función, invitó en 2001 a Lyndon LaRouche a participar en las audiencias que convocó sobre cómo proteger y desarrollar la economía real ante una crisis financiera mundial. En años recientes, el Dr. Glazyev, se ha concentrado en la integración y el desarrollo económico de Eurasia.

El texto siguiente fue tomado del mensaje de video de 14 minutos que envió el Dr. Glazyev, y que fue colocado en el canal de YouTube del Instituto Schiller de Alemania: youtu.be/nkLsgz6fU0

Este año, gente progresista en todo el mundo conmemora el centenario del nacimiento del pensador brillante y, no dudo en decirlo, profeta de nuestro tiempo, Lyndon LaRouche. Lamentablemente, ya no podemos conversar con él, y es una pena que no viviera para ver el día en que sus advertencias sobre el colapso del sistema financiero mundial se volvieron realidad.

Hace ya 30 años, y quizás aún antes, Lyndon LaRouche llamó la atención al hecho de que la inflación de burbujas financieras, como las burbujas de los derivados financieros, y la creación de esquemas de pirámides financieras inevitablemente produciría el desplome del sistema financiero mundial. Y propuso la adopción de medidas oportunas para evitar ese desplome.

Si los líderes de las naciones del mundo hubieran escuchado la voz de Lyndon LaRouche, quizás habríamos podido lograr evitar la conmoción social que enfrentamos hoy día como resultado del desplome del sistema económico y financiero mundial, que se basa en la emisión ilimitada del dólar y de otras monedas de reserva de occidente.

Estas burbujas financieras no se están reduciendo. Y hemos visto que los intentos de desactivarlas terminan inflando nuevas burbujas. Ni siquiera el crac del 2008, que borró decenas de billones de dólares de ahorros de la gente, como los fondos de pensión, impidió que las burbujas financieras se inflaran de nuevo, como resultado de la emisión ilimitada de las monedas de reserva del mundo, usando la estratagema de la llamada emisión cuantitativa.

Lyndon LaRouche propuso la eliminación mutua de esas deudas en observación del principio de equidad y eficacia.

En efecto, lo que ahora vemos es que los emisores de las monedas de reserva del mundo simplemente se niegan a cumplir con sus responsabilidades. Se podría haber anticipado que, si países que tomaron el camino de inflar las burbujas financieras, abusando de su monopolio del derecho a emitir una moneda mundial, se encontraran en una situación donde la escala de esas pirámides financieras excediera por mucho la capacidad de los países de darle servicio a esa deuda, la pregunta inevitablemente surgiría de cómo repudiar esas deudas. ¿Simplemente declarar la bancarrota ante el mundo entero, o encontrar algunas otras maneras de eliminar esas obligaciones, repudiarlas?

Estados Unidos, Gran Bretaña, la Unión Europea y Japón han tomado ese segundo camino. Unilateralmente incautaron y bloquearon las reservas rusas denominadas en monedas extranjeras. Eso quiere decir que se están negando a cumplir sus obligaciones para con Rusia.

Rusia invirtió, es decir, le otorgó un crédito a esos países en la cantidad de más de 400,000 millones de dólares, que es el componente del sector estatal y del propio gobierno, nuestras reservas en monedas extranjeras. Además de aproximadamente otro billón de dólares perteneciente a partes privadas que se ubican en las jurisdicciones de los emisores occidentales de las monedas de reserva del mundo.

Los intentos de bloquear esos fondos significa, en esencia, un incumplimiento, pero incumplimiento sobre lo que se debe a uno de sus acreedores. En el pasado, a eso se le llamaba piratería o robo. 

Por supuesto estas medidas extraordinarias que van totalmente en contra del derecho internacional y que violan toda norma concebible de decencia, así como las normas de la Organización Mundial del Comercio y del Fondo Monetario Internacional, se pueden demandar ante un tribunal. Pero, por un lado, esto chocaría con la voluntad nacional del país emisor, que podría ser la de un pirata o un bandido, como estamos viendo ahora mismo.

Por otro lado, su acciones no van a salvar al sistema, porque aunque Estados Unidos y sus aliados europeos se nieguen a cumplir sus obligaciones para con Rusia, eso es solamente un pequeño porcentaje de las obligaciones financieras que los emisores de monedas de reservas mundiales tienen para con el mundo entero y sus propios mercados nacionales.

Así que el mundo se está hundiendo en el caos, precisamente de acuerdo con el escenario, el escenario negativo, del que hablaba Lyndon LaRouche en los pronósticos que hizo hace 30 o 40 años.

En ese entonces, él propuso que, en vez de inflar las burbujas financieras, los países emisores de monedas de reserva mundiales, junto con sus socios y otros países, deberían invertir en la construcción de infraestructura global, lo que reduciría el costo del comercio, aumentaría la eficiencia de los vínculos económicos internacionales, y en general contribuiría a elevar la conectividad mundial. Así concebía el proceso de la globalización como un proceso de cooperación creciente entre los países, en vez de los intentos de algunos países por explotar a otros.

En cuanto a la globalización liberal que hoy conduce al desplome del sistema financiero mundial, LaRouche la criticó. Propuso un modelo diferente de globalización, basado en los principios de economía física: en particular, su proyecto famoso que él y su esposa, Helga Zepp-LaRouche, plantearon para la discusión internacional: el llamado Puente Terrestre Euroasiático. Éste es un proyecto espléndido e interesante que ahora, después de muchos años, se ha empezado a poner en práctica a través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, que nosotros apoyamos vinculándolo a la Unión Económica Eurasiática.

Lyndon LaRouche miraba décadas hacia adelante. Advirtió a Estados Unidos y sus socios del desplome inevitable de su política de expansión financiera, bajo la cual los intereses de los especuladores eclipsan el interés nacional y el desarrollo de la economía.

Los especuladores globales y la oligarquía mundial, que son parásitos en la emisión monetaria de las monedas mundiales, sentían gran antipatía hacia LaRouche por esto. Fue perseguido y encarcelado. Se presentó como candidato a la Presidencia de Estados Unidos varias veces, y si Lyndon LaRouche hubiera sido elegido Presidente, el mundo hoy se estaría desarrollando de manera estable. No existiría el caos creciente, no habría las guerras y provocaciones en todo el mundo que la oligarquía global provoca para deshacerse de sus deudas.

Existe un dicho ruso: “La guerra cancela todo”. Para deshacerse de sus deudas con Rusia, como también con Europa, Washington provocó la guerra en Ucrania, y sigue agravando la confrontación. Las cosas han llegado a tal punto que los agentes de influencia de Washington están bombardeando una nucleoeléctrica, para aumentar la temperatura del conflicto y crear las bases para un conflicto entre Rusia y toda la OTAN: una agresión de la OTAN contra Rusia.

La pesadilla del momento actual, con la desintegración de la totalidad del sistema de derecho internacional, y de la cooperación internacional, el desplome del sistema financiero, se pudo haber evitado si la organización del Partido Demócrata hubiera apoyado a LaRouche como su candidato presidencial hace muchos años. Pero desafortunadamente, la historia no reconoce el modo subjuntivo. O, como solemos decir, nadie es profeta en su tierra.

La voz de LaRouche se escuchó muy bien. Nos acordamos de él. En casi todos los países principales del mundo que hoy se desarrollan exitosamente, sobre todo India y China, existen partidarios de LaRouche. Han utilizado sus pensamientos e ideas para crear sus milagros económicos. Los principios de Economía Física que LaRouche promovió hoy sirven de fundamento del milagro económico chino y están ahí en los cimientos de la política de desarrollo económico de la India. Los partidarios de LaRouche en esos países ejercen una influencia fructífera, muy positiva, y constructiva en la toma de decisiones económicas en estas naciones destacadas del nuevo paradigma económico mundial.

No debemos olvidarnos del legado creativo de Lyndon LaRouche, que demuestra la interconexión de acontecimientos que ocurren hoy con sus raíces hace muchos siglos. Siempre me impresionó la enorme erudición de Lyndon LaRouche. El vio la oligarquía global parasítica desde sus orígenes, y trazó la manera en que esas familias oligárquicas eran parásitos del comercio, primero en Venecia; luego se reubicaron en Holanda y siguieron acrecentando su poder financiero a través del comercio internacional y la especulación global; luego se reasentaron en Inglaterra; y después de eso, tomaron control del sistema político de Estados Unidos.

Lyndon LaRouche veía la totalidad de la historia mundial a través del prisma de la lucha entre el Bien –intereses nacionales, los intereses de mejorar el bienestar general– y las fuerzas del Mal –la oligarquía financiera mundial, que obstaculiza el desarrollo de los países, que procura extraer súper ganancias especulativas del comercio y la cooperación económica, y que engaña al mundo entero inflando burbujas especulativas, y abusa sus posiciones de poder en los países donde domina el sistema político. Vemos como la oligarquía financiera estadounidense de hoy está desatando una guerra mundial híbrida, incluyendo el riesgo de una catástrofe nuclear, con el propósito de aferrarse a su hegemonía global.

Las advertencias que hizo Lyndon LaRouche se están cumpliendo. Es importante que estas advertencias no son abstractas. No son meramente líneas en una gráfica. Recuerdo su famosa curva [triple], en la que mostró la brecha creciente entre el tamaño de la economía [real] mundial y el tamaño del sistema financiero mundial. Él fue el primero en señalar esta desproporción, que hace 30 años todavía no era tan grande; aún podría haberse solucionado transformando el exceso de agregados financieros en el sector real, en verdaderos proyectos de inversión. Ahora, esto es un abismo gigante. Hoy es imposible transformar miles de billones de dólares de burbujas financieras en inversiones en el sector real de la economía. Simplemente no hay mecanismos para hacer esto. No se creó ninguno, porque la oligarquía financiera parasitaria, que odiaba a LaRouche, que siempre trató de callarlo, y lo persiguió y trató de mantenerlo en prisión, terminó adquiriendo el monopolio del poder político en Estados Unidos. Y hoy, utiliza su influencia política en Washington para forzar a todos los países del mundo a obedecer su voluntad. Sigue dominando el mundo y ejerciendo su hegemonía para extraer ganancias enormes de las operaciones especulativas.

Resulta que Lyndon LaRouche tuvo razón. Hoy dependemos de su obra, sus escritos al preparar propuestas para una transición muy rápida a un nuevo paradigma económico mundial. Lo llamamos un modelo económico mundial integrado, en el que el capital financiero se subordina a las tareas de desarrollar la economía, y en el que los principios de Economía Física darán fruto. Como se ve, los países que están tomando este camino están disfrutando el éxito.

No hay duda que la oligarquía financiera estadounidense gobernante está perdiendo la guerra mundial híbrida, que ellos han iniciado contra toda la humanidad. Solo es lamentable que el precio que se tendrá que pagar por esto será muy alto. Eso incluye las vidas que se están perdiendo como resultado de la guerra que la oligarquía financiera estadounidense y europea organizó contra Rusia en territorio de Ucrania. Tenemos que movilizar todas nuestras fuerzas para pelear contra esa maldad, y el legado creativo de Lyndon LaRouche ayuda en eso.

Que su memoria sea eterna.

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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