Está surgiendo una reacción a la locura económica y de seguridad
18 de septiembre de 2022 (EIRNS) — Aunque la economía física y el nivel de vida en toda la región transatlántica se encuentran en una grave crisis de desintegración, mientras que los países de la OTAN están arrastrando al mundo a la Tercera Guerra Mundial, hay signos crecientes de cordura y resistencia que se muestran a través de la niebla, ya que los sindicatos, las asociaciones empresariales, los agricultores y las organizaciones sociales están saliendo a las calles para firmar que no van a tolerar la destrucción intencional de las capacidades productivas de sus naciones y sus niveles de vida. Como dijo Helga Zepp-LaRouche en su discurso de apertura a la conferencia del Instituto Schiller del 10 y 11 de septiembre, la revolución pacífica en Alemania Oriental que condujo al derrumbe del Muro de Berlín y a la reunificación de Alemania, demostró que si diez personas se manifiestan en la calle pueden ser arrestadas, pero si son cientos de miles, no.
Los agricultores de los Países Bajos aportaron una de las primeras chispas. La locura del gobierno “verde” holandés que ordenó la destrucción de la agricultura en ese país, que es el segundo país en el mundo exportador de alimentos (en términos monetarios), en medio de una hambruna “de proporciones bíblicas” (como ha dicho el director del Programa Mundial de Alimentos, David Beasley), era inaceptable para cualquier ser humano moral. Los agricultores alemanes se unieron al movimiento, y muchos agricultores de diversas partes del mundo, como de Estados Unidos y México, enviaron mensajes de apoyo. En muchas ciudades europeas los tractores tomaron las calles, en demanda del derecho de producir alimentos.
La Cámara de Artesanías de Dessau, en el estado alemán de Sajonía-Anhalt, se unió al esfuerzo y realizaron una manifestación el 28 de agosto con 2.000 personas bajo la consigna de “artesanos por la paz”. Frente al colapso de las pequeñas y medianas industrias debido a la catastrófica inflación en el precio de la energía, exigieron el fin de las sanciones a Rusia, negociaciones de paz en Ucrania y el fin del sacrificio de la economía bajo la fraudulenta bandera de “salvar al planeta”. Después de esto emitieron un llamado al que se han unido ahora miles de firmas en todo el país. El 10 de septiembre se reunieron las Cámaras de Comercio de los seis antiguos estados de la Alemania del Este (donde la devastación económica es más intensa) para exigir el fin de las sanciones a Rusia, pero también que la “anunciada eliminación de la energía nuclear y del carbón se posponga hasta que se garantice la seguridad energética a precios competitivos para todos”.
La economía del Reino Unido, donde la flamante Primer ministra es una psicótica belicista idiota y el nuevo rey es un maltusiano genocida que se cachondea los árboles (y autor del infame “Gran Reajuste” del Foro Económico Mundial) tiene un población que enfrenta un invierno en el que millones de súbditos tendrán que elegir entre calentar sus hogares o comer. Más de 100.000 personas han declarado que se negarán a pagar sus facturas de electricidad ya que los topes de precios del gobierno se han triplicado en medio de una enorme inflación en los alimentos. En las próximas semanas (en cuanto termine el repugnante espectáculo del funeral de la sanguinaria reina) están previstas huelgas de los trabajadores de correos, los portuarios, de los ferroviarios y otras huelgas más en fase de planificación. Sin embargo, exigir más salarios, que ciertamente necesitan, no resolverá el problema de un sistema financiero en quiebra.
En Estados Unidos, la campaña concertada por el Instituto Schiller para clausurar la “lista de asesinatos “ nazi en Ucrania, clausurar el Centro para Contrarrestar la Desinformación, financiado por el gobierno de Estados Unidos, a comenzado a romper el bloqueo total que ha habido a cualquiera que se desvíe de la “narrativa oficial de la OTAN” sobre la naturaleza del gobierno fascista de Ucrania y del peligro extremo de una escalada de la OTAN a una guerra a escala mundial. La conferencia de prensa de EIR del 7 de septiembre para “Clausurar la lista negra ucraniana que ataca a voces estadounidenses e internacionales de oposición”, y la Conferencia del Instituto Schiller del 10 y 11 de septiembre, congregó a periodistas, militares y profesionales de la inteligencia retirados, a candidatos políticos, académicos y otros, para exigir que el gobierno estadounidense ponga fin a este asalto a la libertad de expresión y a la amenaza física a la seguridad física de miles de personas por defender la paz.
Esto ha creado el comienzo de un avance en el Congreso de Estados Unidos, que hasta ahora, a marchado a paso cerrado (quizás a “paso de ganso” sea más apropiado) con la demanda de destruir las economías rusa y china, incluso con una guerra nuclear. Impactados por la realidad de que Estados Unidos financia (y sin lugar a duda también controla) la lista de víctimas del Centro para Contrarrestar la Desinformación en Kiev, y comenzando a percibir la naturaleza descontrolada del plan de guerra de la camarilla gobernante de Estados Unidos y del Reino Unido, varias oficinas del Congreso están comenzando a responder al creciente clamor de la población para acabar con esa locura. Queda poco tiempo, y de ahí la urgencia de que cada lector de este informe sume su voz para exigir a sus representantes políticos que actúen.
El resto del mundo, mientras tanto, se está apartando de los dictados unipolares de la decadente y degenerada camarilla angloamericana. Tras la exitosa cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái el pasado 15 y 16 de septiembre, las naciones que representan a la mayoría de la población del mundo se están volviendo hacia la colaboración que representa el nexo en torno a Rusia, China e India, que ofrecen una visión del mundo basada en la paz a través del desarrollo, en vez del hambre y la guerra.
Ellos han podido crear ese nuevo mundo multipolar, liberándose del sistema financiero basado en el dólar, que se está derrumbando, tanto porque el centro del desarrollo y el progreso reales se ha desplazado al mundo euroasiático, impulsado por la orientación hacia el desarrollo de la Iniciativa de la Franja y la Ruta para el mundo entero, y por la creación de un sistema financiero totalmente nuevo, abierto a todas las naciones, encabezado por Rusia, China y otros. Su principal arquitecto, el economista ruso Serguéi Glazyev, en un mensaje en honor a la vida y las ideas de Lyndon LaRouche, en el centenario de su nacimiento el pasado 8 de octubre, decía: “Hoy dependemos de su obra, sus escritos al preparar propuestas para una transición muy rápida a un nuevo paradigma económico mundial. Lo llamamos un modelo económico mundial integrado, en el que el capital financiero se subordina a las tareas de desarrollar la economía, y en el que los principios de Economía Física darán fruto. Como se ve, los países que están tomando este camino están disfrutando el éxito.”
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