23 de septiembre de 2022 (EIRNS) — Si bien el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, abandonó finalmente la sesión de la ONU sobre la situación en Ucrania antes de su conclusión, que en su mayor parte consistió en la confabulación de los países occidentales contra Rusia, tuvo la oportunidad de detallar algunos de los crímenes del gobierno ucraniano contra su población de habla rusa desde el momento del golpe de Maidán. Una de las cabecillas de ese golpe de Estado, Victoria Nuland, estaba sentada detrás del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, cuando éste lanzó su letanía contra la “agresión rusa”. 

Lavrov señaló el golpe de Maidán como el punto de partida para crear un régimen racista en Kiev. (El viraje, sin embargo, se remonta realmente a la década de 1990, cuando Estados Unidos empezó su campaña para transformar la ahora Ucrania independiente en una cabeza de playa para la OTAN). En el transcurso del golpe, en mayo de 2014, decenas de sindicalistas que se opusieron al golpe de Kiev en febrero de 2014, fueron quemados vivos en un incendió provocado por los promotores del golpe, señaló Lavrov. No se ha hecho nada para detener y castigar a los perpetradores del incendio, agregó. Luego señaló los asesinatos de algunos personajes políticos y periodistas prominentes que respaldaban la cooperación con Rusia, como Les Kuzina y P.G. Sheremet. 

Lavrov se refirió también a un comentario que hizo en 2015 el entonces primer ministro, A.P. Yatsenyuk, el preferido de Nuland, quien dijo que en el Donbás solo viven “no humanos”. También señaló que Zelenski se refirió a la gente del Donbás como “criaturas” o “individuos”. Se refirió a los comentarios del embajador ucraniano en Kazajistán, P. Yu. Vrublevski, quien declaró: ”Estamos tratando de matar tantos de ellos [rusos] como sea posible. Entre más rusos matemos ahora, menos tendrán que matar nuestros hijos”. Luego dijo que “la primavera pasada, el alcalde de la ciudad de Dnipro, B. A. Filatov habló en el mismo espíritu: ‘Llegó el momento para la fría furia. Ahora tenemos todo el derecho moral de matar con calma y con mente lúcida a estos no humanos en todo el mundo, sin límite de tiempo y en las mayores cantidades posibles”. 

También habló de los esfuerzos concertados para llevar a cabo la “ucranización” mediante la supresión del idioma ruso. Señaló una serie de leyes que se habían aprobado para ese fin: “Sobre la educación” (2017), “Sobre la garantía del funcionamiento de la lengua ucraniana como lengua del Estado” (2019), “Sobre la educación secundaria general completa” (2020), “Sobre los pueblos indígenas de Ucrania” (2021). “Todas ellas están dirigidas a eliminar el idioma ruso, y de hecho, a su completa prohibición”, dijo Lavrov. “El 13 de septiembre de ese año, el secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa, l A.M. Danilov, dijo: ‘En los asentamientos donde entren las Fuerzas Armadas de Ucrania, los residentes serán ucranizados sin tomar en cuenta su opinión. Esto afectará no solo a los rusos, sino también a los representantes de otras nacionalidades’…”.” 

Lavrov señaló que incluso la Comisión de Venecia del Consejo de Europa, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, y el Comisionado de la OSCE para las Minorías Nacionales, habían expresado su preocupación por la legislación lingüística, ya que la Constitución ucraniana protege los derechos de las minorías lingüísticas del país. Pero todas esas objeciones fueron ignoradas por el gobierno ucraniano. Con el pleno respaldo de Estados Unidos, ¿quién tiene que prestar atención a ninguno de ellos? 

También destaco que el continuo bombardeo de la planta nuclear de Zaporiyia por parte de las fuerzas ucranianas, que el Organismo Internacional de Energía Atómica que ahora tiene presencia ahí y sabría con seguridad el origen del bombardeo, también ha quedado impune. 

Lavrov descartó cualquier juicio “objetivo” sobre cualquier incidente bélico por parte del Tribunal Penal Internacional. “Ni el sangriento golpe de 2014 en Kiev, ni la tragedia de Odessa del 2 de mayo de 2014, ni el bombardeo de ciudades pacíficas del Donbás, ni el bombardeo de Lugansk por aviones militares el 2 de junio de 2014, y muchos otros hechos no se convirtieron en motivo de ninguna respuesta inteligible por parte de la Corte Penal Internacional. Se enviaron más de 3.000 informes sobre crímenes contra los residentes del Donbás. No hubo ninguna reacción. Aparentemente, ahora la dirección de este ‘organismo judicial’ ha recibido una orden ‘desde arriba’ para que desempeñen una vigorosa actividad. No tenemos ninguna confianza en este organismo. Llevamos ocho largos años esperando en vano que comience la lucha contra la impunidad en Ucrania. Ya no contamos con la justicia de esta ni de otras instituciones internacionales. Se acabó el tiempo de espera”, dijo tajante. 

“Todo lo que he dicho confirma una vez más que la decisión de llevar a cabo una operación militar especial era inevitable”, concluyó Lavrov. “Hemos hablado de esto más de una vez. Han presentado un gran número de hechos que demuestran que Ucrania se estaba preparando para desempeñar el papel de ‘anti Rusia’, un trampolín para crear e implementar amenazas contra la seguridad rusa. Les puedo asegurar que no lo vamos a permitir”.