26 de septiembre de 2022 (EIRNS) — El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, comenzó su intervención en el debate de la Asamblea General de la ONU del 24 de septiembre, con el señalamiento de que “nos reunimos en un momento exigente y dramático. Las situaciones de crisis aumentan y la situación de la seguridad internacional se está deteriorando rápidamente. 

“En lugar de entablar un diálogo honesto y buscar arreglos, tenemos que hacer frente a la desinformación, así como a incidentes y provocaciones burdamente escenificados… 

“El orden mundial futuro se está decidiendo hoy, como puede ver claramente cualquier observador imparcial. La cuestión es si este orden tendrá un único hegemón que obligue a todo el mundo. O si habrá un mundo democrático y justo libre de chantajes e intimidaciones contra los indeseados, así como libre de neonazismo y neocolonialismo. Rusia opta firmemente por la segunda opción. Junto con nuestros aliados, socios y países afines, hacemos un llamado a realizar esfuerzos para hacerla realidad”. 

Resaltó que, aunque el “modelo de desarrollo global unipolar” ha gobernado el mundo durante siglos, basándose en gran medida en los recursos de Asia y África, cada vez más naciones soberanas hacen frente a esta política y están desarrollando una alternativa multipolar. 

“Luego de haberse declarado victorioso en la Guerra Fría en algún momento del pasado, Washington se elevó casi al rango de mensajero del Señor Dios en la Tierra, dotado de ninguna obligación, sino únicamente de derechos sagrados de actuar con impunidad cuando quiera”. Mencionó las guerras contra Yugoslavia, Irak y Libia como ejemplos. “¿Estaban en juego intereses legítimos de Occidente en alguno de estos países?”, preguntó, y retó a sus colegas a “nombrar un país donde la vida haya cambiado para mejor tras la intervención forzosa de Washington”, continuó. 

Pasó a la cuestión de la política estratégica, y observó que: “En sus intentos de revivir el modelo unipolar bajo la etiqueta de orden basado en reglas, Occidente ha estado imponiendo líneas divisorias en todas partes, siguiendo la lógica de una confrontación basada en bloques en la que o estás con nosotros o estás contra nosotros. No hay tercera opción ni compromisos”. Advirtió que el próximo escenario objetivo, Taiwán, deja en evidencia que Occidente está jugando con fuego al ofrecerle apoyo militar. 

En cuanto a la situación económica, dijo que “desde hace muchos años, se han estado imponiendo estas sanciones unilaterales en violación de la Carta de la ONU y se han estado utilizando como herramienta para el chantaje político. El cinismo de esta práctica es obvio. Las restricciones pasan factura a la gente del común, impidiéndoles el acceso a bienes básicos, como medicinas, vacunas y alimentos”. 

Planteó la siguiente pregunta: “¿De qué manera las acciones de Rusia en las últimas décadas han vulnerado realmente los intereses de sus oponentes?”. Se refirió a la disolución voluntaria de la Organización del Tratado de Varsovia, el respaldo a la reunificación de Alemania, al retiro de las fuerzas soviéticas de Europa, Asia y América Latina, y el reconocimiento de la independencia de las ex repúblicas soviéticas. O “¿quizás Rusia interfirió con los intereses occidentales cuando jugó un papel fundamental en la detención de las hostilidades desatadas por los neonazis de Kiev en el este de Ucrania, y luego insistió en que se aplicara el paquete de medidas de Minsk, aprobado por unanimidad por el Consejo de Seguridad de la ONU en febrero de 2015, pero luego enterrado por Kiev con la participación directa de Estados Unidos y la Unión Europea?”. 

Abordó otras áreas de interés para Rusia, y comenzó su conclusión de que Rusia se esforzaba por resolver los conflictos relacionados con Palestina, Siria, Irak, Libia, Yemen, Irán, Afganistán, la Península de Corea y el continente de África, para calmar las tensiones y promover el desarrollo, negándose a participar en un “juego de suma cero”. 

Dijo que, en tiempos difíciles como estos, es natural buscar la sabiduría de nuestros antecesores, y citó al antiguo Secretario General de la ONU entre 1953 y 1961, Dag Hammarskjöld, quien dijo que “la ONU no fue creada para llevar a la humanidad al cielo, sino para salvar a la humanidad del infierno”. Lavrov dijo que es fundamental que cada uno de nosotros comprenda nuestra responsabilidad de crear un mundo “pacífico y armónico” para las generaciones futuras, y eso es posible si volvemos a los principios de diplomacia de la ONU, y a la verdadera democracia entre Estados libres e iguales”. 

El texto de su discurso está publicado en el sitio web del Ministerio de Asuntos Exteriores (mid. ru/en/foreign_policy/ news/1831211/); el vídeo está publicado en el canal de YouTube de la ONU (youtu. be/9MopbeWwvRc).