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Zepp-LaRouche: ¡Despierten ya! o puede que no existan la semana que viene a esta hora

27 de septiembre de 2022 (EIRNS) — ¿Una exageración? Desgraciadamente no. 

El mundo se dirige a toda velocidad hacia un enfrentamiento nuclear entre Estados Unidos y la OTAN, en contra Rusia, y hay muy pocas voces en Occidente que se alcen en protesta y exijan alternativas, advirtió Helga Zepp-LaRouche en una discusión política con organizadores del movimiento de LaRouche el lunes 26. “La crisis actual en torno a Ucrania es mucho, pero mucho más peligrosa que la Crisis de los Misiles Cubanos de 1962. Plantea una amenaza existencial para toda la civilización”. 

Es así como si el mundo existiera en dos universos paralelos, señaló Zepp-LaRouche. Por un lado, los círculos dirigentes de Rusia están plenamente convencidos de que la estructura de la OTAN en Occidente está dispuesta a destruir a Rusia en su totalidad, a hacerla pedazos y “descolonizarla”, como lo están planteando abiertamente varios centros de análisis y asesoría. El Presidente Vladimir Putin lo dijo en su discurso del 21 de septiembre a la nación rusa. El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov y el embajador de Rusia en Estados Unidos, Anatoly Antonov, han declarado lo mismo, en su país y en el extranjero. Y el influyente Club Izborsk emitió un pronunciamiento el mismo 21 de septiembre, en nombre de muchos en Rusia, en el que advirtió que este es “un momento fatídico en la historia. El enfrentamiento violento entre Rusia y Occidente plantea la cuestión definitiva: ¿Sobrevivirá Rusia en esta lucha o desaparecerá definitiva e irreversiblemente? Una gran guerra está a las puertas”. 

En el “otro” universo, la OTAN y Occidente están empecinados en utilizar la guerra en Ucrania para impulsar su programa de décadas para “descolonización” o desmembramiento total de Rusia en varios Estados impotentes, un plan que Zbigniew Brzezinski y otras piezas de Londres han defendido durante mucho tiempo. Durante todo el último año han declarado repetidamente, cada vez con más fuerza, que están totalmente dispuestos a utilizar armas nucleares para obligar a Rusia a retroceder y capitular. 

“Las cosas están a punto de terminar muy mal”, advirtió Zepp-LaRouche. Tenemos dos trenes de alta velocidad, trenes nucleares, a punto de chocar entre sí, y habrá un choque de trenes a menos que esto se detenga en los próximos días. 

Los acontecimientos de las últimas 24 horas no hacen más que confirmar esta evaluación. Los referendos están en marcha en las cuatro regiones de Ucrania, y todo indica que hay una gran participación de los votantes y que habrá un voto abrumador a favor de unirse a Rusia, como ocurrió en Crimea en el 2014. La votación termina hoy 27 de septiembre y los legisladores rusos creen que los pasos finales para la adhesión de las regiones se completarán para el 30 de septiembre. En ese momento, serán consideradas parte de Rusia y Moscú las defenderá como tal. 

El domingo 25, el secretario de Estado, Tony Blinken, y el Asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, fueron desplegados a los programas dominicales de entrevistas en la televisión nacional para anunciar que “no reconoceremos la farsa de los referendos”, como lo dijo Sullivan en CBS, “y vamos a tratar a este territorio como lo que es, territorio ucraniano, no territorio ruso. Y vamos a seguir apoyando a los ucranianos en su intento de desocupar este territorio”. Y luego agregó, por si acaso: “Cualquier utilización de armas nucleares tendrá consecuencias catastróficas para Rusia”. Blinken se conformó con amenazar que Rusia sufriría “consecuencias horribles”. 

Zepp-LaRouche concluyó sus comentarios con una dura advertencia: “Tenemos que iniciar una movilización de alerta roja total. Si no hay voces significativas de disidencia provenientes de Estados Unidos, esto mismo se convierte en un factor en la evaluación estratégica de Moscú”. 

Debemos cambiar la percepción en el exterior de que casi no hay voces de cordura en Estados Unidos, o al menos no hay voces lo suficientemente influyentes como para cambiar el rumbo actual hacia la aniquilación nuclear. Esas voces deben alzarse ahora, y con fuerza; voces que entiendan que existe una base para una solución negociada a la crisis ucraniana, construida en torno a una nueva arquitectura internacional de seguridad y desarrollo, que tome en cuenta las necesidades de todas las naciones. 

Los rusos prominentes se dan cuenta, y así lo han dicho públicamente, de que la voz de Lyndon LaRouche ha sido esencial como dador de ideas necesarias para esa política mutuamente beneficiosa, y es por eso que sus enemigos quieren acallar a los ponentes de las conferencias del Instituto Schiller.

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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