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El experto suizo Ralph Bosshard ve más allá del Cui Bono al sabotaje del gasoducto Nord Stream

3 de octubre de 2022 (EIRNS) — El teniente coronel (ret.) Ralph Bosshar, del Ejército Suizo, escribió en exclusiva un artículo para la publicación European EIR Strategic Alert, el cual está protegido por derechos de autor y no se puede reproducir sin autorización. Las citas que reproducimos son de la versión en inglés. El artículo se titula “El sabotaje de los gasoductos Nord Stream: Esta vez, la pregunta ‘¿Cui Bono?’ no es suficiente”, que desde un punto de vista técnico y militar profesional corta todas las especulaciones infundadas sobre quién saboteó el gasoducto Nord Stream y llega a la conclusión de que no es plausible que sean los rusos. 

En primer lugar, analiza la solidez en la construcción de estos gasoductos, con un acero muy especial para soportar altas presiones durante décadas. Están cubiertos de una camisa de hormigón y están enterrados bajo la superficie del lecho marino y cubiertos con capas de escombros. Para hacerlos estallar se requeriría una operación sumamente compleja que exigiría primero penetrar en el recubrimiento para llegar al concreto reforzado y luego la tubería de acero, para lo cual se necesitarían decenas de kilos de explosivo o quizás cientos de kilos. Dada la profundidad del agua, entre 70 y 90 metros, eso estaría fuera del alcance de los “buzos recreativos” y requeriría buzos altamente profesionales y equipos especiales, como cámaras de descompresión para los buzos. Aunque los submarinos disponen de este tipo de equipos, la relativa poca profundidad tendería a descartar esa posibilidad, por lo que se necesitarían buques de superficie que tendrían que merodear por la zona durante muchas horas, si no días. 

Dada la proximidad de los gasoductos a las aguas territoriales danesas y suecas y el hecho de que esta zona está fuertemente vigilada por buques y aviones de reconocimiento antisubmarino de la OTAN, Bosshard concluye: “Esto plantea una cuestión totalmente diferente a la de quién se beneficia: ¿A quién le resulta más fácil llevar a cabo un acto de sabotaje de ese tipo? Si fuese la Armada rusa la que llevara a cabo una amplia operación de sabotaje en medio de una zona marina rodeada de países de la OTAN o de países candidatos, a 300 kilómetros de la base naval rusa más cercana, entonces los rusos habrían dejado en ridículo a la OTAN. Habría sido una demostración impresionante de las capacidades rusas de guerra en el fondo del mar. Los usos podrían haber logrado la mera destrucción de Nord Stream 1 y 2 —sin ningún efecto de demostración— mucho más fácilmente a sus puertas en el Golfo de Finlandia. 

“En cambio, para la OTAN hubiera sido mucho más fácil: Tan solo en junio, la Sexta Flota de Estados Unidos, junto con sus socios de la OTAN, llevaron a cabo ejercicios frente a Bornholm en los que también se probaron vehículos submarinos no tripulados. El ejercicio ‘BALTOPS 22’ podría haber utilizado como prueba o como telón de fondo de camuflaje para la instalación de dispositivos explosivos en las tuberías de gas natural. Por supuesto, actualmente no hay pruebas de la autoría de ninguna de las partes, y es poco probable que se lleva a cabo una investigación verdaderamente independiente. Pero el observador imparcial tiene una pregunta: ¿Se trata del ladrón que grita ‘alto al ladrón’?". 

El semanario en inglés EIR publicará el artículo completo en su edición del 7 de octubre, con mapas y gráficos. El artículo original en alemán se puede leer en el sitio web del Instituto Schiller alemán: schillerinstitute. com/de/blog/2022/09/30/sabotage-an-den-nord-stream-gaspipelines-fuer-einmal-reicht-die-frage-des-cui-bono-nicht/

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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