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El CCD publicó una nueva lista negra contra personalidades internacionales que procuran un final pacífico de la crisis de Ucrania

4 de octubre de 2022 (EIRNS) — El infame Centro para Contrarrestar la Desinformación (CCD), que opera bajo el Consejo de Seguridad Nacional y Defensa del Presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, publicó ayer en su página web una versión ampliada de su lista de asesinatos contra los “oradores que promueven narrativas en consonancia con la propaganda rusa”. El CCR publicó la primera lista negra el 14 de julio de 2022, en lo que fue el primer disparo en su campaña para que cualquiera que se desvíe de la narrativa de la OTAN sobre el conflicto entre Ucrania y Rusia sea declarado “terrorista de la información” y juzgado como “criminal de guerra”, o sea asesinado por los escuadrones nazis. Cuando menos cinco de los señalados en la primera lista del CCD también fueron incluidos en la lista fascista de “Myrotvorets” de los enemigos a ser “liquidados”, dos de ellos (la fundadora del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche y el portavoz del Instituto Schiller Harley Schlanger) explícitamente porque fueron señalados en la lista negra del CCD. 

El número uno en la nueva lista del CCD es la fundadora del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche. Esta lista tiene ahora 95 personas, entre ellos un jefe de Estado, el Presidente de Uganda, Yoweri Museveni. Cuando menos 15 de los nuevos nombres son periodistas de diversas nacionalidades, entre ellos el estadounidense Tucker Carson, de la cadena de TV Fox News. También están el senador estadounidense Rand Paul y la ex congresista Tulsi Gabbard, así como la candidata al Senado de EU, Diane Sare, el candidato a la Cámara de Representantes Geoff Youg, el parlamentario alemán Rolf Mützenich, seis miembros del Parlamento Europeo y decenas de otras personalidades prominentes que han hablado en varias conferencias del Instituto Schiller. 

Debido a la presión internacional, el CCD había retirado de su sitio web la primera versión de la lista, la del 14 de julio, desde el 11 de agosto. EIR advirtió, no obstante, que la operación continuaba, y que el hecho de ser incluido en la lista del CCD plantea una grave amenaza a la seguridad personal de los señalados. El 2 de septiembre, EIR advirtió en su artículo “La OTAN Global ordena eliminar a los promotores de la paz”, acompañado de otro titulado “La base de datos de la lista de asesinatos Ucrania: myrotvorets.center” que “se requiere una acción internacional rápida y decisiva para forzar el cierre del Centro para Contrarrestar la Desinformación”, en el que se proporciona una amplia documentación de que el CCD opera como un sustituto de la OTAN, luego de haber sido creado y financiado por los gobiernos de Estados Unidos, del Reino Unido, la OTAN y la Unión Europea, que siguen asesorándolo en cada paso que da. 

Con el apoyo del Instituto Schiller, EIR auspició una conferencia de prensa internacional el pasado 7 de septiembre en la que intervinieron muchos de los señalados en la primera lista del CCD y otros señalados en la lista de Myrotvorets. Estas actividades pusieron en el centro de atención internacional las intolerables amenazas del CCD. 

El CCD paso el mes de septiembre organizando para que los países de la OTAN y sus socios promulgaran leyes para silenciar a los nombrados en su lista, empezando por su mesa redonda internacional del 1 y 2 de septiembre sobre “El combate a la desinformación en condiciones de operaciones militares”, a la que asistieron representantes de 24 países, con “expertos de alto rango” del Centro de la Excelencia en Comunicaciones Estratégicas de la OTAN. Luego, con el apoyo del StratCom de la OTAN (el comando estratégico) el director en funciones del CCD, Andri Shapovalov, realizó reuniones y dio discursos en varias capitales europeas, en las que exigió que se promulgase una legislación que convierta el “terrorismo informativo” en un delito penal. 

Ahora, el CCD ha vuelto a publicar y ampliar su lista de asesinatos. 

Los que creían, ilusoriamente, que las propuestas del CCD y Myrotvorets, las amenazas y los asesinatos, eran algo tan extravagante que desaparecerían por sí solas, deben enfrentar ahora el hecho de que estaban equivocados. Está claro que para acabar con esta operación es necesario que todas las personas señaladas, y cualquier que busque un debate político serio sobre cómo detener la guerra mortal, alcen sus voces juntas contra esta monstruosa operación.

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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