1º de enero de 2022 (EIRNS) — El 28 de diciembre la policía boliviana arrestó a Luis Fernando Camacho, el gobernador fascista del departamento de Santa Cruz, Bolivia, y rápidamente lo transportó a la capital, La Paz, donde tendrá que enfrentar cargos por terrorismo y conspiración relacionados con el golpe de Estado de noviembre del 2019 en contra del entonces Presidente Evo Morales.

Camacho fue una figura central de ese golpe, responsable de ordenar manifestaciones violentas en todo el país para exigir la dimisión de Morales, de desplegar sus escuadrones de asalto nazis de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC) en ataques racistas contra los partidarios indígenas de Morales y los miembros de su gobierno y de instalar ilegalmente a la patética Jeanine Áñez como Presidente. El juez que conoció de los cargos que se le imputaban le condenó a cuatro meses de prisión preventiva en una cárcel de máxima seguridad de La Paz.

Ahora, en respuesta al encarcelamiento de Camacho, el Comité Cívico de Santa Cruz declaró un paro de protesta de 24 horas el 29 de diciembre, en el que la misma UJC, de la que Camacho es mentor, se desplegó en una embestida salvaje, atacó e incendió al menos 10 edificios y vehículos gubernamentales, e intentó tomar el comando departamental de la policía, utilizando como armas bates, piedras, proyectiles de cualquier tipo, y haciendo bloqueos de carreteras con neumáticos en llamas.

Recordemos que fue Camacho quien orquestó una violenta huelga de 36 días en Santa Cruz, del 21 de octubre al 27 de noviembre, utilizando el pretexto de la fecha del censo nacional para desplegar sus mismos escuadrones nazis de la UJC para aterrorizar a la población y causar una increíble destrucción económica y física. Actualmente está enfrascado en una campaña para “redefinir la relación de Santa Cruz” con el gobierno federal, apenas disimulando su agenda separatista.