2 de enero de 2022 (EIRNS) — El ex Presidente de Francia, François Hollande, que junto con la Canciller de Alemania, Angela Merkel, figuraron como los garantes cuando se firmaron los acuerdos de Minsk en 2014 y 2015, confirmó lo que había dicho Merkel el pasado 7 de diciembre, de que los acuerdos de Minsk fueron diseñados para “ganar tiempo” para el régimen golpista de Kiev. Hollande hizo estas declaraciones en una entrevista con Theo Prouvost, el corresponsal francés del periódico Kyiv Independent, y se publicaron el 28 de diciembre. La entrevista en sí es un cuento de hadas de principio a fin, en el que, a pesar de confesar el nefasto engaño descarado, tanto Hollande como Prouvost fantasean sobre la “agresión” rusa que según estos comenzó en Crimea en 2014 y en la que los alemanes y los franceses tuvieron que intervenir de alguna manera para tratar de detenerla con ese engaño.

“Se produjo una ruptura con el regreso de Vladimir Putin al Kremlin en 2012. Soñaba con una recreación de la Unión Soviética. Putin adoptó una postura agresiva y esperó a ver cuál sería la reacción de Occidente”, afirmó el pedestre de Hollande. “Era provocador y agresivo. El principal adversario se llamaba ahora Estados Unidos”, sigue echando su cuento.

El objetivo de Putin en las pláticas maratónicas del 11 de febrero de 2015 en Minsk, según Hollande, “era aplazar el alto al fuego lo más tarde posible para obtener las mayores ganancias territoriales. También quería más ‘autonomía’ para las llamadas regiones rusoparlante, que en su mente, podría algún día preparar para la anexión”. (Precisamente lo que Putin quería evitar con los acuerdos de Minsk, pero que ni Alemania ni Francia tomaron en serio nunca—ndr).

Prouvost cita la entrevista de Merkel con el diario alemán Die Zeit del 7 de diciembre: “Era obvio que el conflicto se iba a congelar, que el problema no estaba resuelto, pero solo dio a Ucrania un tiempo precioso”. Luego pregunta a Hollande: “¿Cree usted también que las negociaciones de Minsk tenían el propósito de retrasar los avances rusos en Ucrania?”.

Hollande: “Sí, Angela Merkel tiene razón en eso. Los acuerdos de Minsk detuvieron la ofensiva rusa durante un tiempo. Lo que era muy importante era saber cómo aprovecharía Occidente este respiro para impedir mayores intentos rusos”. [Rusia no tenía ninguna ofensiva en ese momento; la única ofensiva era la del régimen de Kiev contra las autoproclamadas repúblicas del Donbás—ndr].

Los dos continuaron con el cuento más allá. Hollande alegó que Putin veía el fracaso de Estados Unidos en Afganistán y la dependencia europea del gas ruso como debilidades que podía explotar. “Así que Putin pensó que el tiempo había jugado a su favor y que podía cruzar el umbral invadiendo aún más Ucrania”, dijo Hollande. “Aquí es donde se equivocó. Desde 2014, Ucrania ha reforzado su postura militar. De hecho, el ejército ucraniano era completamente diferente al de 2014. Estaba mejor entrenado y equipado. Es mérito de los acuerdos de Minsk haber dado al ejército ucraniano esta oportunidad”.

Así que en las palabras de Hollande, el golpe de Estado neonazi de 2014 en Kiev nunca sucedió, la expansión de la OTAN nunca fue un problema, y los esfuerzos de la diplomacia rusa durante años fueron en vano. (kyivindependent. com/national/hollande-there-will-only-be-a-way-out-of-the-conflict-when-russia-fails-on-the-ground).