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Se demuestra que la búsqueda del “beneficio mutuo” puede forjar la paz

4 de enero de 2023 (EIRNS) — Durante los dos próximos días, los Presidentes de China y Filipinas se van a reunir en Pekín para tratar diversas propuestas que tienen sobre el tapete para cooperar en ámbitos de interés y beneficio común como la agricultura, la energía, la infraestructura y el comercio. Antes de partir hacia China, el Presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Romuáldez, Jr., expresó su esperanza de que la mejora de sus relaciones pueda aportar “numerosas perspectivas y abundantes oportunidades de paz y desarrollo a los pueblos de nuestros dos países”. Las declaraciones oficiales de China han sido igualmente optimistas.

Los dos países tienen una disputa bilateral sobre la frontera marítima, que ha sido fuente de tensiones verdaderas. Los países de la OTAN llevan años metiendo las narices en la disputa, intentando convertirla en otro punto de conflicto geopolítico mundial. También en este caso, Estados Unidos y el Reino Unido han tomado la delantera.

¿Cuál es el enfoque que han adoptado China y Filipinas? La de buscar el acuerdo en un terreno superior, construyendo la confianza a través de esfuerzos comunes. “Los asuntos entre nuestros dos países son problemas que no corresponden a dos amigos como Filipinas y China. Intentaremos resolver estas cuestiones en beneficio mutuo de nuestros dos países”, dijo el Presidente Marcos, antes de partir.

El diario chino Global Times planteó una perspectiva similar en un artículo publicado el martes, en el que señala que “tras repetidas negociaciones, China y Filipinas han encontrado la manera de lograr un beneficio mutuo y resultados beneficiosos para ambas partes, es decir, abrir sus corazones y llevar a cabo intercambios y diálogos sinceros”.

Compárese ese principio de búsqueda del “beneficio mutuo” con los últimos desvaríos que salen de Londres, con la intención de llevar al mundo al borde de la guerra nuclear.

Nada menos que el día de Año Nuevo, el New York Times publicó una columna de opinión de Nigel Gould-Davies, ex embajador británico, actualmente investigador principal sobre Rusia y Eurasia en el Instituto Internacional de Estudios de Seguridad (IISS) y director de la publicación “Strategic Survey: The Annual Assessment of Geopolitics” (Encuesta estratégica: Evaluación anual de la geopolítica), que publica ese grupo de análisis británico. Su artículo, “Putin Has No Red Lines” (Putin no tiene líneas rojas), es un llamado a Occidente, y a Estados Unidos en particular, a que opten por la confrontación máxima con Rusia. Nigel plantea que Occidente debe abandonar sus dudas sobre el envío de todos los sistemas avanzados de armamento que necesita Ucrania, ignorar lo que Rusia afirma como intereses que considera necesarios para garantizar su existencia nacional (“líneas rojas”) y renunciar a su “tonto miedo” a una escalada hacia una guerra nuclear.

La autoridad que cita para semejante locura no es otra que el imperialista por excelencia del siglo 19, Lord Palmerston, que dirigió la política exterior británica como secretario de Asuntos Exteriores y luego Primer ministro por décadas.

Los principios de Palmerston constituyen el núcleo filosófico del sistema oligárquico (por llamarlo de algún modo): que las naciones, y los individuos, son como bestias que solo las mueve el propio interés egoísta, la codicia, la competencia, “buscar ser siempre el primero”. El supuesto central es que no existe ningún interés común entre ninguna nación o pueblo, por supuesto, si alguna persona o nación afirma su humanidad común, ¡hay que aplastarla!

Esa creencia oligárquica, de que el Hombre es esencialmente malo, es el meollo de la geopolítica. Ése es el principio básico que hay que derribar, si queremos poner fin a los conflictos y guerras que se extienden ahora por todo el planeta antes de que todos volemos por los aires.

Piénsenlo bien. Y luego vayan a leer, o releer los Diez Principios que ha puesto sobre el tapete Helga Zepp-LaRouche, fundadora y directora del Instituto Schiller, para su discusión y reflexión en todo el mundo. En particular, en relación a nuestro tema, lean y reflexionen el décimo principio:

“El supuesto básico para el nuevo paradigma es que el hombre es fundamentalmente bueno y capaz de perfeccionar infinitamente la creatividad de su mente y la belleza de su alma, siendo la fuerza geológica más avanzada del universo, lo que demuestra que la leyes de la mente y las del universo físico están en correspondencia y cohesión, y que todo el mal es el resultado de una falta de desarrollo, y por lo tanto puede ser superado”.

Lee aquí los Diez Principios: larouchepub. com/spanish/actualidades/ 2022/11/1123-helga-z-l-presento-10-principios.html

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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