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En marcha insurgencia fascista en Bolivia, para desestabilizar al gobierno y a toda la región

8 de enero de 2023 (EIRNS) — Tras la detención el 28 de diciembre de Luis Fernando Camacho, el gobernador fascista del departamento boliviano de Santa Cruz, todo el aparato neonazi que controlan Camacho y sus aliados en la región se lanzó en una violenta embestida, atacaron edificios y organismos del gobierno nacional, han herido y torturado a empleados del gobierno, quemado vehículos y sacaron una lista negra en la que han colocado a cualquiera que no esté de acuerdo con su movimiento fascista en una lista de “traidores” a Santa Cruz; la violencia continúa todavía.

Camacho fue detenido acusado de “terrorismo y conspiración” con relación al golpe de Estado de noviembre de 2019 que derrocó al entonces Presidente de Bolivia, Evo Morales; Camacho fue uno de los autores principales del golpe y de la secuela de hechos violentos que le acompañaron. Un juez lo sentenció a cuatro meses de prisión preventiva en una cárcel de máxima seguridad en La Paz, donde se atienden sus necesidades médicas y se respetan sus derechos. Sus partidarios fascistas obviamente lo presentan como una “víctima inocente” de la “dictadura autoritaria” del Presidente Luis Arce, que según ellos, vulnera los derechos del pueblo de Santa Cruz, que solo busca “liberarse” de las restricciones “antidemocráticas” del gobierno nacional. Camacho aboga abiertamente por la secesión completa de Santa Cruz de Bolivia.

Para entender lo que está sucediendo realmente aquí, se tiene que tomar en cuenta que el 1º de enero asumió el nuevo Presidente de Brasil, Lula da Silva, lo que despertó las esperanzas de muchos de los países de la región de reactivar las políticas de integración y cooperación regional que había aplastado el ex Presidente Jair Bolsonaro. En su reunión bilateral con Lula, el Presidente Arce conversó sobre el papel de Brasil en la construcción del ferrocarril transcontinental entre el puerto de Ilo en Perú, en el Océano Pacífico, y el puerto de Santos en Brasil, en el Océano Atlántico. Ese había sido el proyecto emblemático del ex Presidente Evo Morales, paralizado tras su derrocamiento en el golpe de Estado de 2019 encabezado por Camacho; ese proyecto lo ha retomado el Presidente Arce de manera prioritaria. Pero faltaba la participación de Brasil, lo cual según ha trascendido Lula podría ofrecer ahora. Cabe destacar que cuando el Presidente Arce se reunió con la jefa de la delegación rusa que asistió a la toma de posesión de Lula, la senadora Valentina Matviyenko, presidente del Consejo de la Federación, ella conversó con Arce la posibilidad de que Bolivia se integrase al grupo del “BRICS-Plus”, sobre lo cual la senadora se mostró optimista.

La idea de que este potencial pueda hacerse realidad es un anatema para la casta financiera de Wall Street y la City de Londres, que buscan desatar la violencia geopolítica y la guerra económica para asegurarse de que nada de esto ocurra. De ahí que vienen fomentando una polarización “izquierda contra derecha” en toda la región, y Brasil ya está bastante polarizado. El aparato fascista de Camacho, que es parte de las viejas redes de Klaus Barbie, el jefe de la Gestapo nazi, es una herramienta de Londres desde hace mucho tiempo, y ahora está activada totalmente. En Perú también, el aparato narcoterrorista dirigido desde Londres y vinculado al derrocado Presidente Pedro Castillo, está sumiendo a ese país en el caos y la violencia.

No hay más que ver la lista de “defensores de la democracia” internacionales que se han alineado en defensa de Camacho para exigir su liberación, para entender que aquí está en juego algo parecido a la defensa de las “democracias” occidentales al gobierno nazi de Ucrania. El 1º de enero, la mentada “Iniciativa Democrática de España y las Américas” (IDEA), formada por 25 ex presidentes del gobierno español y de Iberoamérica, emitió una declaración en la que condenaba la detención de Camacho por “arbitraria” y motivada políticamente, y exigía que la Organización de Estados Americanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos intervenga en los asuntos internos de Bolivia a favor de Camacho.

La lista la encabeza el ex presidente del gobierno español, José María Aznar, el fascista declarado que propuso crear una OTAN global en el 2005, por lo cual fue elogiado recientemente por su colega belicista de inclinación fascista John Bolton, ex Asesor de Seguridad Nacional en el gobierno de Donald Trump. Pero toda la lista está formada por un desagradable grupo de viejos neoconservadores, muchos de los cuales, como presidentes, abogaron por la legalización de las drogas, por la austeridad del FMI y la represión policial contra los disidentes. En su momento, Aznar fue un colaborador amistoso de los criminales de guerra como George Shultz, Dick Cheney y George Bush.

 

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