12 de enero de 2023 (EIRNS) — “¿Quien autorizó a la OTAN y a la Unión Europea a formar una alianza para establecer la dictadura de la OTAN Global?”, preguntó Helga Zepp-LaRouche en su videoconferencia del 11 de enero. “A los votantes de las naciones no se les ha preguntado nada al respecto; no ha habido ningún debate público; no creo que se haya consultado a ningún congreso o parlamento”, afirmó tajante. Y no obstante, esa decisión ha empeorado una situación estratégica que ya estaba al rojo vivo, que podría derivar en un enfrentamiento nuclear con Rusia y China en cualquier momento. 

Zepp-LaRouche se refería a la “Declaración Conjunta sobre la Cooperación entre la Unión Europea y la OTAN” emitida el 10 de enero, mediante la cual se anunció una “asociación estratégica OTAN-UE” con el fin de coordinar de manera estrecha sus respectivas campañas de provocación contra la “agresión rusa” y la “firmeza cada vez mayor de China”. Todos los 27 países miembros de la Unión Europea recibieron instrucciones de que, estuviesen de acuerdo o no, fuesen o no miembros de la OTAN, tienen que garantizar “la más completa participación posible... con la Alianza [OTAN] en sus iniciativas”. 

También hoy, Estados Unidos y Japón iniciaron en Washington las reuniones entre sus ministros de Defensa y Asuntos Exteriores, y luego el 13 de enero habrá una reunión en la Casa Blanca del Primer ministro Fumio Kishida con el Presidente Joe Biden. En esa reunión, los dos países van a anunciar, según adelantó el diario Washington Post, “una profundización de la alianza estratégica de los dos países”, tal como el equipamiento de una fuerza de 18.000 infantes de marina estadounidenses en Okinawa “con capacidades avanzadas, como misiles que podrían dispararse contra barcos chinos en caso de que suceda un conflicto en torno a Taiwán”. Un alto cargo anónimo del gobierno de Biden no dejó lugar a dudas sobre la importancia de la drástica escalada: “Se trata en esencia de Japón se alinea con Estados Unidos, en muchos sentidos como un aliado de la OTAN”. Otro más aplaudió y declaró que “este es uno de los avances más importantes en la postura de fuerza estadounidense en la región cuando menos en una década”. 

El artículo del Washington Post es también bien explícito en cuanto a que esto podría conducir a una confrontación militar directa entre Estados Unidos y China: “Japón y China han estado metidos en una larga disputa territorial sobre las Islas Senkaku en el Mar de China Oriental al noreste de Taiwán, en donde una escalada podría arrastrar a Estados Unidos —que se ha comprometido a defender a Japón en virtud de un tratado de seguridad— a un conflicto con China”. 

El modelo para la guerra programada de la OTAN Global contra China, es Ucrania, como lo reconoció francamente el teniente general James Bierman (comandante general de Tercera Fuerza Expedicionaria de Infantería de Marina y de las Fuerzas de la Infantería de Marina en Japón) en una entrevista con el diario británico Financial Times publicada el 8 de enero. Desde principios de 2014, “nos pusimos a preparar seriamente futuros conflictos: adiestramiento para los ucranianos, posicionamiento previo de suministros, identificación de emplazamientos desde los que podríamos realizar operaciones de apoyo y sostenimiento”, le dijo al diario financiero británico. “A eso lo llamados preparar el teatro de operaciones. Y estamos preparando el teatro de operaciones en Japón, Filipinas y otros lugares”. 

Asimismo, Bierman dejó muy bien claro quién daría el primer golpe: “Cuando nos enfrentamos al adversario chino, quién tendrá el pistoletazo de salida y va a tener la capacidad potencial de iniciar hostilidades…” 

Recapitulando: Estados Unidos ha avivado el fuego de una confrontación estratégica con Rusia en Ucrania, con más de $100.000 millones de dólares (para empezar) en gastos militares ha han ido a parar a los profundos bolsillos de las corporaciones del Complejo Militar Industrial, como Raytheon y Lockheed Martin, mientras los estadounidenses se ven desplumados por la inflación, la pobreza en ascenso y la infraestructura esencial del país se derrumba a casa paso. Y Estados Unidos y la OTAN están ahora a punto de lanzar un segundo frente en Asia, en una guerra abierta que está ¡diseñada para cruzar la línea roja de China en torno a la cuestión de Taiwán! 

“Tenemos que exigir que se ponga fin a la guerra porque corre el peligro de salirse de control” y desembocar en una guerra nuclear a gran escala, advirtió la fundadora del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche en su videoconferencia. “Se se llega a una guerra nuclear, si se utiliza una sola arma, eso significa la aniquilación de la civilización. La mayoría de la gente hoy en día, en particular la generación más joven, no tiene ni idea de lo que significaría una guerra nuclear… Toda la raza humana sería aniquilada. No quedaría nadie vivo, ¡ni siquiera para investigar por qué ocurrió!” 

Las implicaciones cabales de una guerra nuclear deben ser comprendidas por toda la gente, subrayó Zepp-LaRouche, como punto de partido de cualquier debate serio sobre estrategia. “Creo que hay que empezar por ahí, porque la guerra nuclear debe evitarse a toda costa.. A menos que se deje esto muy claro, no estás en el mundo real”. Instó a que millones, si no miles de millones de personas en todo el mundo tienen que ver la documentación detallada sobre la naturaleza de la guerra nuclear publicada por el especialista nuclear estadounidense Steven Starr. (youtu. be/X0zlyfhz7hk). 

“Tiene que haber una movilización internacional, absolutamente necesaria”, agregó, “para retomar la propuesta del Papa Francisco, que ofreció la sede del Vaticano para iniciar negociaciones entre Ucrania y Rusia, sin condiciones. Tiene que haber una presión internacional desde dentro de Estados Unidos y de Europa en particular”, para detener la carrera demente hacia la guerra nuclear. “Y luego tenemos que avanzar muy rápidamente hacia una nueva arquitectura internacional de seguridad y desarrollo que tenga en cuenta el interés de todos los países del planeta”. 

“O damos ese salto, ese cambio”, concluyó, “o el destino de la humanidad es dudoso”. 

Zepp-LaRouche analizó la naturaleza de ese cambio necesario en la parte final de su intervención en el foro del Instituto Schiller del 10 de enero, titulado “¿Y qué con el derecho internacional, señora Merkel?”: (youtu. be/GoOsZOB0i2Q). 

“Si vamos a encontrar una salida a estas alturas, a segundos para la medianoche, entonces se tiene que crear una publicidad amplia y abrumadora en todo el mundo, para exigir que se encuentre una solución diplomática”. El ofrecimiento del Papa Francisco de utilizar la sede del Vaticano para llevar a cabo negociaciones incondicionales es la mejor opción; otras propuestas de mediación, como las del Presidente Lula de Brasil y otros Estados del Sur Global, así como los esfuerzos del Presidente Erdoğan, deben aglutinarse en torno a la iniciativa del Vaticano. Por lo tanto, les pido a todos que firmen nuestra Carta Abierta de la iniciativa de los parlamentarios latinoamericanos al Papa…”. (Carta abierta a Su Santidad el Papa Francisco, de parte de dirigentes políticos y sociales: Acogemos con satisfacción su llamado a las negociaciones de paz inmediatas (larouchepub.com)). 

“Necesitamos una nueva arquitectura internacional de seguridad y desarrollo que incluya los intereses de todos los Estados, incluido Ucrania, Rusia, China y todas las demás naciones. Con este fin, he planteado Diez Principios para su discusión, que les pido a todos que lean y discutan. La idea principal de ellos es que nosotros, como seres humanos, somos la especie creativa del universo, y por tanto, capaces de encontrar el nivel superior de la razón en el que se puede resolver cualquier problema”.