13 de enero de 2023 (EIRNS) — Independientemente de lo que te hayan dicho, Rusia, quizás ahora la principal potencia termonuclear del mundo, cree que la pelea es con Estados Unidos, Gran Bretaña y la OTAN en una guerra sustituta, a la que solo la gente necia y desinformada de “Occidente” se refiere como “la guerra entre Ucrania y Rusia”. Tomando en cuenta que Estados Unidos ha desplegado directamente en Ucrania, en un año, una cantidad reconocida de $112.000 millones de dólares en armas y material bélico, una cantidad mayor que todo el presupuesto militar anual de Rusia, y que a eso hay que agregar el resto de la ayuda militar, logística y financiera de la OTAN, esa creencia parece más que justificada.

Con el acuerdo que firmaron esta semana Japón y Gran Bretaña, el llamado “Acuerdo de Acceso Recíproco”, promocionado como el acuerdo militar más importante entre esos dos países desde 1902, y los acuerdos respectivos a los que se llegó en Washington, DC, durante las pláticas de los ministros de Defensa y Asuntos Exteriores de Japón y Estados Unidos hace unos días, se han sentado las bases para un conflicto con China, que comenzará lo antes posible, como la próxima expansión de la “OTAN Global”. Los “viejos sueños perversos” que Franklin D. Roosevelt y los Aliados (entre ellos Rusia) sepultaron en 1945, están resurgiendo de nuevo. ¿Es la OTAN Global una nueva “Allgemeine SS” con armas termonucleares?

¿Quién autoriza esas guerras, que se llevan a cabo en nombre de los pueblos de Estados Unidos y de Europa? Dado que esas poblaciones se están empobreciendo, no enriqueciendo, con las guerras, ¿cuál es su propósito verdadero? El secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolay Patrushev, dijo en una entrevista el 10 de enero con el semanario ruso Argumenti i Fakti, que la guerra sustituta en Ucrania era una “tapadera de un conglomerado de enormes corporaciones que gobiernan el país [Estados Unidos] e intentan dominar al mundo… Las autoridades estadounidenses, aliadas de las grandes empresas, sirven a los intereses de las corporaciones transnacionales, incluido el complejo militar industrial. La política tajante de la Casa Blanca, la agresividad desenfrenada de la OTAN, la aparición del bloque militar AUKUS [acrónimo en inglés de Australia, Reino Unido, Estados Unidos] y otros, son también consecuencia de la influencia corporativa”.

Si no hay confianza entre adversarios, ya sea real o percibida, en un mundo dominado por la guerra termonuclear última y definitiva (un escarpado precipicio a cuyo borde nos acercamos cada vez más) un simple error de juicio podría bastar para precipitar a la humanidad en el abismo. Una vez cometido ese error, no hay marcha atrás. La posibilidad cada vez mayor de que se pueda desatar una guerra termonuclear por un error de cálculo, o por la locura e insensatez de un individuo, una nación, o incluso un “conglomerado”, significa que necesitamos que haya un liderazgo extraordinario del más alto calibre, un liderazgo fiable y digno de confianza, para deliberar entre las naciones que de otra manera están comprometidas con la guerra.

Patrushev explicó más: “En medio de los cambios fundamentales que se están dando en el mundo, las corporaciones tienen un objetivo: preserva el sistema de explotación global, dirigido por una élite de hombres de negocios que no tienen vínculo con ningún Estado. Por debajo están los llamados países desarrollados y los ‘mil millones dorados’. Y más abajo esta el resto de la humanidad, a la que se refieren despectivamente como el ‘tercer mundo’ ”.

Ciertamente, la reducción de la población, así como la drástica reducción de la densidad demográfica potencial de regiones enteras del planeta, ha sido resultado de las guerras en Iraq, Afganistán, Siria, Libia y varios otros lugares de África durante los últimos treinta años o más. Ciertamente, el difunto príncipe Felipe de Gran Bretaña, así como otros miembros de instituciones afiliadas a la familia real británica, han propuesto en varios documentos y formatos a lo largo de los años que sería deseable que la población de la Tierra no superase los 1.000 a 2.000 millones de personas. Sin embargo, el solo hecho de promover esa política conduciría a una guerra termonuclear mucho antes de su culminación.

“Los Estados y los pueblos tienen que negociar su futuro y su destino, y para ello deben escuchar las palabras de los dirigentes y referentes internacionales, como el Papa, los intelectuales y dirigentes locales, de la sociedad civil, los diplomáticos y todos los que actúan a favor de la paz”, es lo que ha recomendado Helga Zepp-LaRouche, fundadora y dirigente del Instituto Schiller. Esta semana ha participado en tres simposios que han tenido dos objetivos: primero, como parte de una campaña internacional de concientización pública, a fin de proponer una solución que invierta el rumbo hacia una guerra de “extinción de la especie”, que de otro modo sería inevitable; segundo, para establecer una arquitectura global superior de paz y desarrollo que permita no solo una supervivencia humana duradera, sino también una prosperidad duradera.

Zepp-LaRouche informó que en su primer simposio del Instituto Schiller del martes pasado, “en primer lugar, hablamos de las implicaciones de las mentiras de [la ex Canciller de Alemania Ángela] Merkel, ya sea que mintió desde el principio, en el período en que pretendía todavía tratar de aplicar el acuerdo de Minsk; o miente ahora diciendo que ella nunca quiso decir eso, y que todo era solo para dar tiempo a Ucrania para armarse y concentrarse. Hablamos de eso y en ese contexto, planteé que como consecuencia de eso y de muchos otros aspectos, nos encontramos ahora en un momento sumamente peligroso, porque los rusos han perdido toda confianza en que se pueda negociar con Occidente. Naturalmente, Zelenski tampoco quiere negociar, y supuestamente hay incluso una ley que prohíbe a los ucranianos negociar mientras Putin esté en el cargo. En cualquier caso, hubo muchos argumentos de parte de Scott Ritter, del general francés (ret.) Delawarde, del coronel francés (ret.) Corvez quienes señalaron básicamente que este no es el momento de negociar y que los rusos van a forzar una solución militar en el campo de batalla. Y en su opinión, Rusia ganará esta batalla”.

“Yo planteé que, dado el hecho de que la OTAN dice que Rusia no puede ganar en absoluto, que Ucrania debe ganar, que eso implica demasiados peligros, y que tiene que haber absolutamente una movilización internacional para asumir el ofrecimiento del Papa Francisco, que ofreció la sede del Vaticano para las negociaciones incondicionales entre Ucrania y Rusia”. (La intervención completa de Helga Zepp-LaRouche, en inglés, está disponible aquí: schillerinstitute. com/blog/2023/01/06/live-conference-what-about-international-law-mrs-merkel/).

Debido a sus esfuerzos, el mentado “Centro para Contrarrestar la Desinformación” del régimen ucraniano ha colocado a Helga Zepp-LaRouche desde hace seis meses, a la cabeza de una “lista negra” para asesinatos. Sin embargo, esa lista no es un producto ucraniano, sino del “buró internacional de asesinatos” que, al menos desde el asesinato del Presidente John F. Kennedy, ha eliminado o “neutralizado” a personas como Enrico Mattei y Aldo Moro de Italia, Patricio Lumumba del Congo, Malcolm X, Robert Kennedy y Martin Luther King de Estados Unidos, a Jurgen Ponto, Hans-Martin Schleyer, Albert Herrhausen y Detlev Rohwedder de Alemania. El aparato llevó a cabo más de 30 intentos de asesinato contra el Presidente Charles de Gaulle de Francia. Ese aparato ahora busca intimidar a cualquiera que tenga la fortaleza moral de señalar la injusticia del plan de la “OTAN Global” para la Tercera Guerra Mundial contra China, Rusia y cualquiera que no sea considerado miembro de la “anglosfera”.

Por lo tanto, este “buró” de asesinatos e intimidación no solo debe ser denunciado, sino desmantelado. La existencia continuada de las naciones y quizás del planeta mismo podría depender de ello. Solo hace falta convocar el verdadero espíritu de libertad e independencia que ejemplificó el doctor Martin Luther King, viendo a la humanidad “desde la cima de la montaña”, para alejarse de la guerra dejando el miedo atrás. 

Vea el archivo del simposio del Instituto Schiller con Ray McGovern, Garland Nixon, Cliff Kiracofe, Helga Zepp-LaRouche y otros, con el tema “Revivir la verdadera misión del Dr. Martin Luther King, Jr.,: Parar la guerra mundial de la OTAN y desmantelar el Buró Internacional que asesinó a Kennedy”. 14 de enero de 2023, con interpretación al español.