15 de enero de 2023 (EIRNS) — Contrariamente a lo que parece, que unos pocos documentos clasificados se archivaron mal y aparecieron accidentalmente en el despacho privado del Presidente Joe Biden, bien podría ser que los documentos fueron seleccionados con mucha precisión por el equipo de Biden en enero del 2017, cuando dejó la vicepresidencia, debido a la extrema exposición de Biden en chanchullos en Ucrania del año 2013 al 2016. Fue el hombre designado por el gobierno de Obama para tratar el asunto de Ucrania, antes y después del derrocamiento del gobierno electo de Kiev, en febrero del 2014. 

La cadena noticiosa CNN, aunque defiende las medidas tomadas por el equipo de Biden al entregar los documentos a los Archivos Nacionales y concuerda en que son “completamente apropiadas”, informa descuidadamente que su “fuente, familiarizada con este asunto” dice que los “10 documentos clasificados, incluyen memorandos de los servicios de inteligencia estadounidenses y materiales informativos que trataban temas como Ucrania, Irán y el Reino Unido”. La única información adicional es que también había un memorando de Biden al Presidente Barack Obama, así como memorandos informativos que preparaban a Biden para las llamadas telefónicas con a) el Primer ministro británico, y b) Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo del 2014 al 2019. Asimismo, la fuente dice que los documentos estaban en una carpeta marcada como “personal”. Por último, entre este alijo de documentos, al menos algunos se encuentran en el más alto de los tres niveles de categoría, a saber, de “ultra secreto”. 

Las actividades de Biden en el lapso de tiempo de los documentos, del 2013 al 2016, que involucran a esos tres países mencionados, circunscriben algunos asuntos muy sucios. Ciertamente, el rastro de la compañía de electricidad Burisma, la empresa que pagó a Hunter Biden con creces por un puesto al que nunca se presentó, implica precisamente a Ucrania e Irán. Pero la inclusión del Reino Unido sugiere crímenes geopolíticos mucho mayores, que podrían tener que ver con el actual enfrentamiento entre potencias nucleares. 

Por lo demás, hasta ahora ninguno de los documentos que se localizaron en el garaje de la casa de Biden en Delaware se dice que sean “ultra secretos”. 

Los documentos pueden archivarse mal. Y el Departamento de Justicia podría haber utilizado como arma política un asunto como ese con su allanamiento a la residencia del ex Presidente Donald Trump. Y los republicanos pueden gozar de un momento en el que dicen “te agarré”, para darle la vuelta a la tortilla y sacarle provecho político. Pero si la “fuente, familiarizada con este asunto” de la CNN está en lo correcto, la cuestión sustancial que está sobre la mesa es si Biden y/o su equipo se hicieron deliberadamente de material altamente incriminatorio, que contribuyó a la creación del actual enfrentamiento entre potencias nucleares.