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La reunión en Ramstein no pudo ofrecer tanques a Ucrania, pero la campaña de Londres contra la guerra nuclear continúa

22 de enero de 2023 (EIRNS) — “Aquí tenemos un grave problema de delirio: una creencia psicótica falsa y persistente que se mantiene a pesar de las pruebas irrefutables de lo contrario”. 

Así de contundente fue la evaluación que hizo el viernes el economista italiano, Michele Geraci, tras conocer la última proclama de la Comisión Europea, según la cual sus sanciones contra Rusia han logrado “paralizar” la capacidad de ese país para financiar la guerra, una afirmación que Geraci demostró sucintamente que era completamente falsa. 

Geraci da en el clavo. Toda la variedad de políticas (económicas, políticas y definitivamente, militares) que las llamadas potencias “occidentales” insisten en que el mundo debe seguir, son delirantes, basadas en “una creencia psicótica persistente y falsa... a pesar de las pruebas irrefutables de lo contrario”. Un número cada vez mayor de ciudadanos que sufren esas políticas en Occidente también se están acercando a la opinión de Geraci. 

Si crees que nuestros gobiernos y responsables políticos se han vuelto locos, pues sí, efectivamente. ¡Y ya es hora de que sigamos el ejemplo de Geraci y lo digamos! 

Consideren la crisis a la que la mayoría de los ciudadanos no desean enfrentarse, pero deben hacerlo: el peligro inmediato y aterradoramente cercano de una guerra nuclear. El pasado mes de mayo, uno de los principales responsables de la política militar británica, Malcolm Chalmers, del Real Instituto de Servicios Unidos (RUSI, por sus siglas en inglés), escribió un documento político de acceso público en el que sostiene que provocar una “crisis de los misiles cubanos con esteroides” con Rusia por el intento ucraniano de apoderarse de Crimea podría ser la mejor opción para obligar a Rusia a capitular. Chalmers admite que “sería un momento de extremo peligro”, pero alega que “una crisis nuclear de este tipo podría facilitar a los dirigentes la adopción de compromisos difíciles”. ¡Pura locura! Pero no lo despidieron; sigue siendo el número dos del principal instituto de política militar de la monarquía británica, y su plan sigue vigente. (rusi. org/explore-our-research/publications/ commentary/war-still-presents-nuclear-risks-especially-relation-crimea) 

En los últimos diez días, la casta dominante británica ha proclamado que Occidente debe suministrar suficiente cantidad de tanques pesados y armamento a Ucrania para que sus fuerzas armadas puedan dirigirse a Crimea. La línea esta vez es que Occidente no debe preocuparse por cómo responderá Rusia a que Ucrania obtenga todo el equipamiento militar que necesita, porque Putin aún no ha lanzado ninguna bomba nuclear, a pesar de que Occidente cruce una a una las líneas rojas de Rusia. 

El ex Primer ministro Boris Johnson, responsable personal de sabotear el acuerdo de paz alcanzado por Ucrania y Rusia en marzo del 2022, que podría haber puesto fin a esta guerra hace casi un año, dio una rotunda muestra de esta locura en acción, en una entrevista descabellada que concedió el 18 de enero al medio ucraniano European Pravda. Le aseguró a Ucrania que va a recibir todos los equipos que necesite para ganar, porque con Putin no hay negociación posible, ¡ninguna! El argumento de que no se deben entregar tanques o aviones a Ucrania porque eso “conduciría a una escalada... es falso”, espetó. Un “ataque nuclear sencillamente no va a suceder”. Ah, pero si Rusia sí utilizara un arma nuclear, “occidente, me temo, se vería obligado a lanzar acciones de represalia de un tipo u otro”. (eurointegration.com. ua/eng/interview/2023/ 01/18/7154388/) 

La estrategia británica de “retomar Crimea”, a la que algunos en Washington se están "aficionando" —como lo publicó el New York Times— no se ha retirado de la mesa, pero las grietas en el consenso de que hay que dar a Ucrania todo lo que necesita para ganar en el campo de batalla, son cada vez mayores. Generales alemanes retirados están alzando la voz más alto que nunca. Millones de personas salieron a la calle en múltiples ciudades de Francia para expresar su oposición a unas políticas en el frente económico que son tan delirantes, tan psicóticas, como las políticas militares que nos han llevado al borde de la guerra nuclear. 

El Instituto Schiller hace un llamado a los ciudadanos, de todo el mundo, a unir fuerzas para reemplazar estas políticas peligrosamente “psicóticas”, que no tienen ninguna relación con la realidad, por otras nuevas que sean acordes con la dignidad de los seres humanos. Todas las personas cuerdas y pensantes del mundo deberían asistir el 4 de febrero a la conferencia internacional del Instituto Schiller que se transmitirá por internet, con interpretación simultánea al español, y en la que se debatirá cómo garantizar que una “Edad de la Razón” sustituya a la “aniquilación de la humanidad”, que está de por sí garantizada, bajo políticas psicóticas. La invitación da esperanzas: 

“Debería estar claro para cualquier persona cuerda: que una guerra mundial será nuclear y eso será el fin de la civilización. Por lo tanto, es una locura absoluta planificar eso. Y negar a los países del Sur Global el acceso a la cooperación con la Iniciativa de la Franja y la Ruta que está, por primera vez, dando esperanzas al sector en desarrollo para superar la pobreza y el subdesarrollo es una perversidad absoluta. 

“Por consiguiente, es más urgente que nunca encontrar fuerzas de paz en todos los países del mundo, que comprendan que necesitamos pasar a un nuevo paradigma en las relaciones internacionales... Tenemos que analizar los principios sobre los que se puede construir el futuro orden de la humanidad, para poder autogobernarnos. El futuro orden mundial debe garantizar la vida y el potencial creativo de cada persona del planeta y, por tanto, debe eliminar el hambre, la pobreza y el subdesarrollo”. (Lee la invitación completa y regístrate aquí: es-schillerinstitute. nationbuilder. com/evento_04022023)

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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