1º de febrero de 2023 (EIRNS) — La creciente ayuda militar letal que recibe Ucrania de las potencias de la OTAN, es “profundamente inmoral” y solo extenderá el sangriento conflicto con Rusia, causará más víctimas y aumentará el riesgo de una guerra nuclear en un búsqueda inútil de objetivos absurdos, declaró el Presidente de Croacia, Zoran Milanovic. 

“Estoy en contra del envío de armas letales allá”, le dijo Milanovic a los periodistas en una ronda informativa en la ciudad de Petrinja, al sur de Zagreb. “Solo es prolongar la guerra. ¿Cuál es el objetivo? ¿Dividir Rusia? ¿Un cambio de régimen? Hablan de partir a Rusia. Es una locura”. 

Milanovic hizo sus comentarios luego de que los gobiernos de Alemania y de Estados Unidos anunciaron la semana pasada su decisión de enviar tanques de guerra a Ucrania. Moscú ha advertido que ese tipo de apoyo a Ucrania crea un mayor riesgo de escalada, en especial si las armas occidentales se utilizan para atacar ciudades rusas o para intentar apoderarse de territorio ruso. No obstante, Washington y sus principales aliados en la OTAN se han comprometido a seguir armando a Ucrania durante el tiempo que sea necesario para ganar el conflicto, sea cual sea la definición de victoria que tenga Kiev. 

Milanovic indicó que Crimea “nunca será Ucrania”, algo en lo que coinciden incluso algunos generales alemanes. “Esto es profundamente inmoral, lo que estamos haciendo, el Occidente colectivo”, subrayó el Presidente de Croacia. “Los tanques alemanes solo unirán a los rusos, y a China. Mi objetivo es distanciarnos [Croacia] de ello, no seremos perros de circo. Cualquier tipo de participación en esto es mortalmente peligroso”. 

Milanovic explicó que los esfuerzos para provocar un conflicto con Rusia están en marcha desde 2014t, “y estalló la guerra”. Advirtió que los dirigentes de la OTAN no deberían suponer que pueden tratar a Rusia como a Serbia, que el bloque occidental bombardeó en 1999 en medio de la violencia en Kosovo. La provincia separatista declaró más tarde su independencia de Serbia, cosa que Europa y Estados Unidos si reconocieron en esa ocasión, aunque eso no resolvió nada.