27 de marzo de 2023 (EIRNS) — El plazo para echar a los monjes de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana (IOU) del histórico Monasterio de las Cuevas de Kiev (Kiev-Pechersk Lavra), como lo ordenó el gobierno ucraniano, termina este miércoles 29 de marzo. Esta última acción es la guinda de una serie de persecuciones contra la Iglesia. El Patriarca Cirilo de la Iglesia Ortodoxa Rusa, hace un par de semanas había desafiado a los líderes religiosos del mundo, además de a la ONU, a que no se quedaran de brazos cruzados. El Papa Francisco, hay que decir que rompió el silencio, expresando públicamente, hace más de una semana, su preocupación por la flagrante persecución religiosa de que se trata esto. 

El Patriarcado de Moscú recibió hoy con satisfacción un oportuno informe sobre la libertad religiosa en Ucrania, que acaba de publicar la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Aborda la campaña de un año de investigaciones, redadas y detenciones del régimen de Kiev por parte del servicio de seguridad de Ucrania (SBU, por sus siglas en ucraniano), contra la histórica Iglesia Ortodoxa Ucraniana (IOU). A pesar de que la IOU rompió con la Iglesia Ortodoxa Rusa y ha condenado la acción militar de Rusia en Ucrania, las autoridades de Kiev no aceptan esto como un acto de contrición suficiente y están dando un feo ejemplo de intromisión del Estado en los asuntos eclesiásticos. 

El Departamento de Relaciones Exteriores Eclesiásticas del Patriarcado de Moscú citó el informe de la ONU, traducido del ruso: “Hablamos sobre medidas discriminatorias con relación a la IOU, y también manifestamos nuestra preocupación por las consecuencias de la implementación de estas llamadas medidas de seguridad de la SBU contra la IOU. Así, el SBU llevó a cabo allanamientos (algunos de ellos denominados "medidas de seguridad") en varios monasterios, oficinas, instituciones educativas y otras propiedades de la IOU en las regiones de Kiev, Rivne, Yitomir, Ivano-Frankivsk, Chernivtsi, Dnipró, Jmelnitsky, Cherkasy, Volinia, Jersón, Ternópil, Poltava y Transcarpatia”. La ONU señaló que todos los que enfrentan acusaciones penales se les debe garantizar plenamente el derecho a un juicio justo. (mospat. ru/ru/news/90172/). 

Aparentemente el SBU le informó a los investigadores de la ONU que “el clero de la IOU ha sido objeto de al menos tres sospechas por violar la igualdad de los ciudadanos por motivos de raza, nacionalidad, religión, discapacidad u otros motivos, así como de una por diversos cargos, entre ellos el de atentar contra la integridad territorial y la inviolabilidad de Ucrania. Hay dos sospechosos que se encuentran en arresto domiciliario las 24 horas del día”.