19 de abril de 2023 (EIRNS) — Desde el año pasado los dirigentes occidentales han proclamado a bombo y platillo sus planes para “castigar” y “debilitar” a Rusia por su invasión a Ucrania, e incluso con “aislarla” de la comunidad mundial. Con ese fin aplicaron medidas que van desde sanciones contra todo lo ruso y todos los rusos, hasta la mentada “bomba nuclear financiera” de sacar a Rusia del sistema de pagos internacionales SWIF. Sin embargo, lejos de poner a Rusia de rodillas, esas y otras medidas han resultado cada vez más contraproducentes. 

En la última semana, la secretaria del Tesoro de EU, Janet Yellen, y también el ex secretario del Tesoro Larry Summers, se han referido a esto, según su entender claro. Yellen señaló que las sanciones de Occidente “podrían perjudicar la hegemonía del dólar”, y Summers dijo que “se ve un poco solitario” nuestro lado de la historia. A ellos se les sumó recientemente la presidente del Banco Central Europeo, Christine LaGarde, que dijo el lunes 17 que “estamos asistiendo a una fragmentación de la economía mundial en bloques que compiten entre sí”, y que muchos países podrían verse obligados a abandonar el sistema basado en el dólar “debido al empleo de las sanciones financieras en la última década”. 

La solución evidente para cualquier persona sensata con tres dedos de frente, sería simplemente ¡eliminar las sanciones y ya¡ No solo les está saliendo el tiro por la culata con esas sanciones y perjudican más a los países occidentales que a sus objetivos previstos; sino que están causando estragos en los países en vías en desarrollo de todo el mundo, que en muchos casos luchan por conseguir lo más básico para vivir, como son los alimentos y el combustible. El empleo de sanciones económicas es inmoral y solo es una demostración de que la nación que las aplica exhibe su bancarrota moral y política. 

Las Perspectivas Económicas 2023 del Fondo Monetario Internacional resumen las principales regiones de crecimiento en todo el mundo para los próximos cinco años. A la cabeza de la lista está China, y en segundo lugar India. El informe del FMI concluye además que los países del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) van a contribuir más al crecimiento económico que los países del G7 (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Japón y Canadá). No obstante, los ministros de Asuntos Exteriores del G7 que se acaban de reunir en Japón, concentraron su declaración final emitida el martes 18 en condenar a Rusia y a China. Por su parte, el gobierno de Biden también contempla un nuevo decreto destinado a “limitar las inversiones estadounidenses en China” como seguimiento de la creciente alharaca a favor del “desacoplamiento” y de la turbia ley macartista contra China, la Ley RESTRICT. 

En contraste con esto, la conferencia del Instituto Schiller del pasado fin de semana profundizó y desarrolló la solución a esta crisis. Como dijo la fundadora del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche, al final del primer panel: 

“Entonces, dado que no hay solución dentro de esta configuración y sistema actuales, tenemos que pensar en términos de catapultar al mundo hacia un nuevo paradigma, y eso requiere, en mi opinión, que nos movamos muy rápidamente para educar a la gente en Europa y en Estados Unidos, en que China no es el enemigo, en que Rusia no es el enemigo, el Sur Global no es el enemigo, y que los medios noticiosos tratan de mostrar en este momento es propaganda de guerra. No debe aceptarse. Y creo que tenemos que catalizar un movimiento mundial de ciudadanos del mundo, que plantee básicamente ‘exigimos un nuevo paradigma en el que se anteponga el interés de la Humanidad Única’. 

“Y por eso creo que una conferencia sobre una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo, o muchas conferencias, puede ser dirigidas por el grupo de los BRICS, puede ser dirigida por un grupo de naciones, alguna otra combinación, quizás algunos grupos de peritos, quizás algunas universidades; pero creo que tenemos que involucrar a la opinión pública mundial, en qué debemos hacer para salir de esta situación increíblemente peligrosa, como puede la humanidad darse un orden que permita nuestra supervivencia, nuestra cooperación como naciones soberanas. Y ese debate falta ahora mismo; al menos en el Norte global se ha suprimido por completo”. 

El camino hacia un futuro próspero y hermoso está ahí, pero debemos movilizarnos para hacerlo realidad. No subestimes lo avanzada que está la transformación que se está produciendo en el mundo, y te sorprendas “esperando a ver”. Más bien, sé un organizador y  crea el futuro.