24 de abril de 2023 (EIRNS) —El Presidente de Brasil, Lula da Silva, llegó a Portugal el 22 de abril para una visita de 4 días, después de la cual irá a España. Está viajando con una gran delegación que incluye a ocho ministros de su gabinete, en un recorrido que tiene el propósito de reforzar las relaciones con la Unión Europea y firmar importantes acuerdos económicos y comerciales. Lula además dijo que aprovecharía el viaje para promover el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre la Unión Europea y las cuatro naciones del Mercado Común del Sur (Mercosur), que está compuesto por Uruguay, Paraguay, Argentina y Brasil.

Sin embargo, ese acuerdo está plagado de controversias, debido a las exigencias ecologistas de la Unión Europea (UE) a los países del Mercosur y a la oposición de los sectores agrícola e industrial en ambos lados del Atlántico. Las negociaciones sobre el acuerdo se han prolongado durante más de 20 años y, aunque en el 2019 se firmó un proyecto de acuerdo, aún no ha sido ratificado.

El propio Lula ha dicho que quiere que se apruebe el TLC, pero con la advertencia de que debe ser “equilibrado” para que no interfiera en los planes de reindustrialización de Brasil. La UE quiere este acuerdo para tener un mayor acceso a los mercados iberoamericanos y diversificarse “lejos de China”; sin embargo reconoce que esto requerirá grandes inversiones en energía, y en el sector digital y otros, para competir con China que es un socio comercial importante de varios países de la región.

Brasil tiene una relación histórica, cultural, económica y comercial importante con Portugal, y el viaje de Lula tiene el propósito de restablecer esas relaciones luego de los cuatro años del gobierno del fascista Bolsonaro. Aunque Portugal es miembro de la OTAN que apoya firmemente a Ucrania, a Lula le dieron una bienvenida calurosa, fue recibido por el Presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y por el Primer ministro, Antonio Costa, y firmaron 13 acuerdos de cooperación. Sin embargo, hubo un intento evidente por parte de la oposición política y los medios de comunicación aliados de crear un ambiente hostil para el Presidente de Brasil en torno a la cuestión de Ucrania, que no fue del todo exitoso.

Antes de la llegada de Lula, el 19 de abril, Politico informó que había tenido acceso a un documento confidencial preparado por funcionarios de relaciones exteriores de la UE para la reunión de ayer del Consejo de Relaciones Exteriores de la UE, que dice que la UE está “preocupada por la posición de Brasil respecto a la guerra de Rusia en Ucrania, y a la falta de cumplimiento de Brasil en materia del clima y el medio ambiente”, lo cual puede poner en peligro todo el TLC entre la Unión Europea y Mercosur. Politico publicó una editorial en la que alega que las declaraciones de Lula en China, en las que argumentó que el flujo de armas que la UE y Estados Unidos están enviando a Ucrania está prolongando la guerra, y que Ucrania era tan responsable de la guerra como Rusia, “indican un claro giro hacia Pekín, alejándose de la neutralidad”.

En la conferencia de prensa conjunta de los Presidentes Lula y Rebelo de Sousa, que se llevó a cabo el 22 de abril, algunos medios de comunicación cuestionaron la política de Lula respecto a Ucrania, y un grupo de exiliados ucranianos organizó una protesta frente a la embajada de Brasil. Miembros del partido político de derecha Chega (“Basta”), también tenían planeado hacer una protesta en contra de Lula cuando estuviera dando su discurso al Parlamento el 25 de abril, cuando se celebraba el 49 aniversario de la “Revolución de los Claveles” que sucedió en 1974, y que puso fin a la dictadura del régimen de Estado Novo en Portugal, impuesto por Antonio de Oliveira Salazar. Rui Rocha, líder del grupo Iniciativa Liberal, advirtió que el Parlamento “no puede recibir a un aliado de Putin, como Lula”.

No obstante, Lula respondió hábilmente a las preguntas hostiles en la rueda de prensa hablando de su iniciativa de paz. Condenó la “invasión” de Rusia a Ucrania, la cual dijo había violado la integridad territorial de Ucrania, pero insistió que Brasil lo que está buscando es la paz. Dado que ni Ucrania ni Rusia han mostrado que quieren detener la guerra, anunció que no viajará ni a Kiev ni a Moscú hasta que “haya una posibilidad de tener efectivamente un clima para construir la paz”. El 21 de abril, el Presidente Zelenski de Ucrania invitó a Lula a Kiev para que fuera testigo de los efectos de la “agresión rusa”, sin embargo Lula dijo que en vez de esto enviaría a su asesor de política exterior, Celso Amorim.

“La guerra le está causando un enorme daño a la humanidad”, explicó Lula, así que “tenemos que encontrar a un grupo de personas que quieran hablar de la paz… en vez de escoger un bando, que prefieran encontrar una tercera vía”, dijo Lula, según la reseña de UOL Notícias. “Si no hablas de la paz, estás contribuyendo a la guerra”, señaló. Recordó que rechazó el pedido que le hizo el Canciller de Alemania, Olaf Scholz, para que Brasil enviara armas a Ucrania, porque, de haber accedido, entonces Brasil “habría entrado en la guerra, y Brasil no quiere guerra”. La única guerra que le interesa dar, recalcó, es con la que podamos combatir el hambre en este país, que afecta a 30 millones de brasileños.