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A detener la escalada ya, antes de que sea demasiado tarde

26 de abril de 2023 (EIRNS) — Hay una estúpida marcha sin sentido hacia la mayor crisis de la historia de la humanidad. Si las cabezas más cuerdas no prevalecen en el mundo occidental y la detienen, entonces estaremos en la vía rápida hacia la Tercera Guerra Mundial, una guerra termonuclear. Así lo reiteró el director del Departamento de No Proliferación y Control de Armamentos de Rusia, Vladimir Yermakov, quien dijo que el peligro de un conflicto militar directo entre Estados Unidos y Rusia sigue creciendo, y que se trata de un conflicto que pondría en peligro “el destino del mundo entero”. Insistió en que “seguimos enviando señales aleccionadoras a Occidente, de que hay que evitar una catástrofe”. Sin embargo, Occidente “se sigue haciendo de oídos sordos a los llamados”. Para mejorar la situación, “Estados Unidos debe tomar de inmediato medidas concretas de desescalada…”.

Lo peor es que esta guerra no es solo evitable e innecesaria, sino que la está ocasionando el rechazo ideológico al reconocimiento de la igualdad y la soberanía de todas las naciones. Contrastemos dos acontecimientos que tuvieron lugar el lunes 24. En Nueva York, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, habló en el Consejo de Seguridad de la ONU, en donde expuso lo que deben ser los principios de un “multilateralismo genuino”, que debe lograrse mediante “un equilibrio de intereses sobre la base de la igualdad soberana de los Estados y la indivisibilidad de la seguridad”. Al mismo tiempo, en Bruselas, el jefe de la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, rechazó firmemente ese punto de vista. Hay dos bandos, dijo, y aunque “hay mucha gente que no quiere tomar partido”, sin embargo “tienen que asumir una posición” en torno a la guerra de Ucrania y también para contrarrestar a China.

Ese fanatismo ideológico es lo que subyace a la obstinación de Occidente a tratar de destruir a Rusia. Luego de la serie reciente de documentos filtrados del Pentágono, que indicaban de manera patente que Estados Unidos sabe que Ucrania no está ganando la guerra (a pesar de todo el apoyo militar y logístico que le ha dado) apareció otro informe en el periódico Politico según el cual la Casa Blanca está preocupada por el fracaso de la tan anunciada ofensiva de primavera. A pesar de ello, Estados Unidos sigue exigiendo que le den más armas y más potentes a los ucranianos para que luchen contra Rusia “todo el tiempo que haga falta”; un sacrificio hipócrita e inmoral de vidas en un intento de aferrarse a su mundo unipolar. Otro informe en el diario Washington Post, muestra lo profundamente implicado que está Estados Unidos y lo flagrantemente peligrosa que se ha vuelto esta guerra. El informe detalla cómo Ucrania planeaba una ola de ataques dentro de Rusia para el aniversario del inicio de la Operación Militar Especial de Rusia el 24 de febrero, y solo fue disuadida por una intervención directa de Washington para detenerla. Realmente estamos al borde de la catástrofe.

Sin embargo, quizás no hay ilustración más clara del peligro extremo que está avivando la casta dominante en Occidente, y de la verdad absoluta sobre lo que advierte Yermakov, que el seminario organizado el martes por el Instituto Hudson en Washington, DC, titulado “Foro de las Naciones Libres de la Post Rusia”. El evento está organizado con el fin de alentar a personas dentro de Rusia a “aprovechar el momento” para provocar el desmantelamiento final de la Federación Rusa. El orador principal arengó a Occidente a “adoptar” el objetivo del colapso de Rusia y comenzar a reconocer las nuevas “naciones” étnicas y regionales como soberanas para facilitar la transición. Y a cualquiera que le preocupen las armas nucleares, no se preocupen, “esto se puede hacer y ya”.

La verdadera causa de esta guerra es el derrumbe del sistema neoliberal, que está ocurriendo al mismo tiempo que un creciente número de naciones de todo el mundo está afirmando su derecho a un futuro verdadero, no un futuro bajo el control de este tipo de maquinaciones geopolíticas lunáticas. Cada vez más, los países del Sur Global se rehúsan a acobardarse por miedo a los presuntos imperialistas globales, y más bien celebran un cierto principio de autodeterminación y dignidad. Es una afirmación arraigada en el derecho natural, no de una mera artimaña para conseguir un trozo del pastel. El pasado fin de semana Etiopía festejó con un acto “Basta de guerra. Celebremos la paz”. Algunos de los participantes en este acto señalaron que la razón por la que se logró la paz en Etiopía fue que se trataba de una “solución africana para los problemas africanos”. De manera similar, presenciamos el crecimiento continuo en el número países que quieren sumarse al BRICS como miembros plenos, y el fracaso absoluto de la pandilla de la OTAN Global para reclutar a más países al “bando” de Borrell, en contra de Rusia y China.

La tarea que tenemos enfrente es mirar fijamente a los ojos esta realidad, y convertirnos en catalizadores de una gran movilización. Como resulta dolorosamente obvio al observar la política nacional en Estados Unidos o cualquier país de Europa, la solución no va a surgir de la política partidista en Occidente, como puede verse con el anuncio de Biden a la reelección el martes 25. Solo la introducción de algo nuevo, un duro golpe sincero a las tripas ideológicas asestado por ciudadanos auténticos, hará posible evitar esta tragedia.

 

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