3 de mayo de 2023 (EIRNS) — “No dudo en decir que los medios de comunicación occidentales son hoy el obstáculo más grande a poder comprender la situación del mundo y de la humanidad hoy”; esto escribió el investigador y mediador de la paz, Jan Oberg, el 1º de mayo en un comentario en el Eurasia Review sobre la “supresión” de la denuncia que hizo Seymour Hersh sobre las fuerzas armadas de Estados Unidos en el sabotaje del gasoducto Nord Stream. 

Oberg, que figura en la lista del notorio Centro para Contrarrestar la Desinformación británico-ucraniano, como “terrorista de la información”, habla también de su propia supresión. El trabajo que él ha desarrollado a menudo estaba en los medios de comunicación en las décadas de 1970 y 1980, escribió, sin embargo “desde que di a conocer un análisis alternativo sobre Yugoslavia y las guerras de disolución allí, junto con Johan Galtung y Haakan Wiberg en la década de 1990”, lo bajaron de categoría, y “Ahora estoy fuera... Ya no importa si antes estuviste allí, o si sabes algo; lo que cuenta es que estés políticamente correcto”. Sobre la voladura del gasoducto de Nord Stream, Oberg solo publicó una correspondencia con el director en jefe del Danish Broadcasting System sobre su decisión de no publicar ni una sola mención sobre el artículo de Seymour Hersh, y luego poner a circular el cuento estrambótico de fuentes de inteligencia de  Estados Unidos de que seis personas en un yate alquilado volaron el oleoducto. 

(transnational. live/ 2023/04/14/the-danish-broadcasting-company-cancelled-seymour-hersh-with-arguments-revealing-its-conveniently-ignorant-role-as-his-us-masters-voice/). 

“Hay demasiada información, y comparativamente hay cada vez menos conocimientos y muy poca sabiduría en el dominio público”, escribe Oberg, y termina citando a un “hombre sabio” sin nombre: “Nuestras vidas empiezan a acabarse el día que nos quedamos callados sobre las cosas que importan”. 

(eurasiareview. com/ 01052023-the-wests-state-media-and-their-increasing-violence-the-hersh-affair-oped/). 

Esa “cita” se atribuye muy a menudo a Martin Luther King, aunque lo más parecido a eso que dijo King en realidad son sus comentarios en Selma, Alabama, en marzo de 1965: “Un hombre muere cuando se niega a defender lo que es justo. Un hombre muere cuando se niega a defender la justicia. Un hombre muere cuando se niega a defender la verdad".