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Principios, no principados ni potestades

3 de mayo de 2023 (EIRNS)  Hay un concepto importante y esencial que Helga Zepp-LaRouche y Jacques Cheminade presentaron en recientes discusiones y presentaciones. Refiriéndose a las elecciones presidenciales del 2024 en Estados Unidos, Helga dijo: "esta campaña electoral tendrá lugar en estos dos años del mayor peligro que nunca se ha vivido en la historia. Y creo que por eso debemos conceptualizar esto de una manera diferente, y advertir a la gente contra el peligro de la polarización, y la necesidad de que más bien haya el tipo de unidad nacional, y no sólo unidad nacional, sino tratar de avanzar hacia un enfoque internacional, para resolver la crisis existencial". 

Cheminade, en un editorial del 26 de abril titulado "Guerra y paz", señala: "Una sola cuestión domina a todas las demás: ¿queremos detener la carrera hacia una guerra mundial? El reloj está a segundos de la medianoche. Bastaría el menor error de cálculo o una provocación absurda para desencadenar lo impensable... Por esta razón, las próximas elecciones del 2024, tanto en Europa como en Estados Unidos, deberían centrarse ante todo en el desarme nuclear y el control de todas las armas ofensivas... Pero hay que hacer mucho más. Para derribar el sistema financiero de la alta oligarquía, que necesita la guerra para sobrevivir, tenemos que cambiar las reglas del juego". 

Hay que acabar con la "teoría del juego" aplicada a la guerra, y el análisis de sistemas aplicado a las finanzas y la economía, que dominan las mentes de la otrora inteligente élite transatlántica, o la humanidad no sobrevivirá. Los que creen que no hay diferencia esencial entre la mente humana y una computadora son incapaces de pensar creativamente, es decir, humanamente, fuera de la geopolítica, para detener el actual deslizamiento "axiomático" hacia una Tercera Guerra Mundial termonuclear. 

Por ejemplo, hay quienes están indecisos sobre la naturaleza y la ciencia de la mente humana, y están advirtiendo impotentemente sobre el peligro de las aplicaciones de la "inteligencia artificial" que algunas entidades como la Corporación Palantir están desplegando en el campo de batalla en Ucrania, y buscan desplegar en futuras operaciones. "Palantir mostró cómo su software podría ser utilizado por los militares en escenarios de guerra modernos. Un operador podría utilizar un conversador robot, o “chatbot”, al estilo de ChatGPT para ordenar drones de reconocimiento, generar planes de ataque y coordinar la interferencia de las comunicaciones enemigas", como informó el blog Metaverse Post el 27 de abril. El "lanzamiento del AIP de Palantir seguramente planteará preguntas sobre las implicaciones éticas de la participación de Palantir en operaciones militares". 

El problema, por supuesto, es la mente y el sesgo de los programadores. ¿Cuál es su concepción de la guerra? En el 2003, con la segunda guerra de Iraq, cuando estaba a punto de ser promulgada la "guerra preventiva" de agresión del tipo que fue declarado "crimen contra la humanidad" en los Juicios de Núremberg, Lyndon LaRouche declaró que era de la mayor importancia estratégica denunciar al "filósofo político" Leo Strauss (1899-1973) y sus concepciones del derecho y la humanidad. Varios miembros del gabinete de Bush 43, y lo que es más importante, el perfil de todo el equipo de Bush, se ajustaban al concepto de la humanidad como "hombre bestia" sostenido, no sólo por Strauss, sino también por el fundador de Palantir y seguidor de Strauss, Peter Thiel, como declaró Thiel en su conferencia del 2004, "El momento straussiano". 

En una carta a Carl Schmitt (1888-1985), apodado el "Jurista de la Corona del Tercer Reich", en septiembre de 1932, Strauss dijo: "El fundamento último del derecho es el principio de la maldad natural del hombre. Como el hombre es malo por naturaleza, necesita el dominio. Pero el dominio puede establecerse --es decir, los hombres pueden unificarse-- sólo en unidad contra otros hombres". Para Peter Thiel, el 11 de septiembre del 2001 fue "el momento straussiano", porque "puso en cuestión... todo el marco político y militar de los siglos 19 y 20, y de hecho de la era moderna". En realidad, la Casa Blanca de Cheney y Bush y el británico Tony Blair y su doctrina de la “responsabilidad de proteger”, pusieron a todo el mundo transatlántico en pie de guerra perpetua, para dar marcha atrás al Tratado de Westfalia de 1644-1648. Se promulgó enseguida una moderna Ermächtigungsgesetz, la Ley Habilitante de marzo de 1933 que otorgó a Hitler un poder supremo de emergencia, llamada en Estados Unidos “Patriot Act” (Ley Patriota). Aunque la situación de emergencia que supuestamente originó esa ley, ya pasó hace tiempo, la “Patriot Act”, denominada oficialmente “Ley para la Unión y el Fortalecimiento de Estados Unidos mediante el Suministro de las Herramientas Apropiadas Necesarias para Interceptar y Obstruir el Terrorismo (USA PATRIOT, por sus siglas en inglés) del 2001, sigue en vigor. 

¿Es éste el concepto de la guerra que informa y motiva la colaboración actual de Palantir con Ucrania? Consideremos, en este contexto, la designación de Vladimir Putin como criminal de guerra por el Tribunal Penal Internacional y la declaración del Parlamento Europeo en noviembre del año pasado de que Rusia es un Estado patrocinador del terrorismo. 

Las prácticas financieras de la anglosfera delatan la misma visión straussiana del mundo. Como dijeron Pam y Russ Marten (en su blog “Wall Street on Parade”) comentando la reciente "adquisición" del First Republic Bank por el JPMorgan Chase: "En Wall Street, el modelo de negocio es que, te comes lo que tú matas. Jamie Dimon y el banco que dirige, JPMorgan Chase, acaban de devorar al First Republic Bank después de que Dimon orquestara el peor ‘rescate’ del First Republic en la historia de los rescates bancarios... El historial del JPMorgan Chase de engullir competidores es asombroso y también una imputación a los reguladores bancarios federales". 

Aún más asombrosa puede ser la previsible declaración de Jamie Dimon a finales de este mes en el juicio contra Jeffrey Epstein, "el regalo que sigue dando". El Financial Times de Londres informó en su momento: "Las demandas sostienen que JPMorgan, que prestó servicios bancarios a Epstein durante 15 años, de 1998 al 2013, se benefició del tráfico de personas e ignoró varias advertencias internas sobre el comportamiento ilegal de su cliente. La entidad crediticia ha calificado las demandas de infundadas". ¿Serán JPMorgan y su presidente devorados por un depredador con otro nombre? 

La crisis existencial —financiera, estratégica y moral— a la que aludía Helga Zepp-LaRouche exige, en efecto, que surja un liderazgo completamente nuevo, no de las "élites", sino de la propia ciudadanía de las naciones transatlánticas. Esa ciudadanía no debe caer por debajo del nivel de la historia. La misión requiere que el espíritu universal de la Declaración de Independencia de Estados Unidos, tal y como se reformuló en la Declaración de los Derechos Inalienables del Hombre del Instituto Schiller en 1985, sea lo que informe la intervención en el presente: "que siempre que un gobierno resulte destructivo para los fines de la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, el pueblo tiene derecho a alterarlo o abolirlo, y a instituir un nuevo gobierno", basado en principios como los que se exponen en el documento de Diez principios para una nueva arquitectura estratégica y de desarrollo.

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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