5 de mayo de 2023 (EIRNS) — El Centro Nacional de Respuesta a Emergencias de Virus Informáticos de China y la empresa de ciberseguridad 360 Total Security, publicaron un informe que detalla muchas de las capacidades de la red cibernética que posee Estados Unidos para utilizar en su programa de "revolución permanente" de fomentar "revoluciones de color". El informe documenta cinco "herramientas" diferentes que ha utilizado Estados Unidos en sus intentos de crear grupos de oposición. 

La primera proporciona servicios de comunicación en red encriptados. Para ayudar a los manifestantes de algunos países de Oriente Medio a mantenerse en contacto y evitar ser rastreados y detenidos, una empresa estadounidense, que al parecer tiene antecedentes militares en Estados Unidos, desarrolló la tecnología TOR, que puede acceder sigilosamente a Internet: la tecnología "Onion Router". 

La segunda, proporciona servicios de comunicación fuera de línea. Por ejemplo, para garantizar que el personal antigobierno de Túnez, Egipto y otros países pueda seguir en contacto con el mundo exterior cuando Internet está desconectado, Google y Twitter lanzaron rápidamente un servicio especial llamado "Speak2Tweet", que permite a los usuarios marcar y subir notas de voz de forma gratuita. 

El tercer método consiste en proporcionar herramientas de mando in situ para mítines y desfiles, desde el Internet y las comunicaciones inalámbricas. El informe señala que la Corporación RAND de Estados Unidos ha dedicado varios años a desarrollar una tecnología no tradicional de cambio de régimen llamada "swarming" (en multitud). Esta herramienta se utiliza para ayudar a un gran número de jóvenes conectados a través de Internet a unirse al movimiento de protesta móvil "de una vez para otro lugar", mejorando en gran medida la eficacia del mando in situ del evento. 

El cuarto es un software desarrollado en Estados Unidos llamado "Riot" (disturbio). El software soporta una red de banda ancha 100% independiente, proporciona una red WiFi variable, no depende de ningún método de acceso físico tradicional, no necesita conexión telefónica, por cable o por satélite, y puede escapar fácilmente a cualquier forma de vigilancia gubernamental. 

El último es el sistema de información "anticensura". El Departamento de Estado estadounidense considera la investigación y el desarrollo del sistema una tarea importante, y ha inyectado más de $30 millones de dólares en el proyecto, que al parecer sigue siendo un trabajo en proceso. 

El informe también revela extensas operaciones de ciberguerra estadounidenses contra sitios y empresas del gobierno chino que se remontan a 2011. También detectaron herramientas de robo de información utilizadas por la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés). En 2020, la empresa 360 descubrió un nuevo grupo de piratas informáticos, APT-C-39, desconocido hasta entonces. La organización se dirige específicamente a China y a sus países amigos para llevar a cabo actividades de ataques cibernéticos y robo, y sus víctimas están repartidas por todo el mundo. 

En su reseña del informe, Global Times comenta: "Durante décadas, la CIA ha derrocado o intentado derrocar al menos 50 gobiernos legítimos en el extranjero (la CIA sólo ha reconocido siete de estos casos), causando agitación en los países relacionados. Ya se trate de la "revolución de colores" en Ucrania en 2014, la "revolución de los girasoles" en la isla china de Taiwán, o la "revolución del azafrán" en Myanmar en 2007, la "revolución verde" en Irán en 2009, y otros intentos de "revoluciones de colores", las agencias de inteligencia estadounidenses están detrás de todas ellas, según el informe. 

Sin embargo, una serie de presentaciones realizadas por el escritor e investigador británico Mike Robinson en el transcurso de los últimos meses han dejado firmemente establecido que es la inteligencia británica la que no sólo está a la cabeza de estas tecnologías y de su aplicación. Gran Bretaña está aprobando en este momento las leyes más draconianas para controlar la expresión y la escritura en los medios sociales de las últimas cinco décadas, cambios políticos que luego se están introduciendo en Estados Unidos también en conjunto con las capacidades de vigilancia de Estados Unidos identificadas con precisión.