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¡Mujeres y hombres libres hablan un idioma distinto al de los tiranos esclavistas!

6 de mayo de 2023 (EIRNS) — El 3 de mayo, en el día dedicado en todo el mundo a la libertad de expresión, la libertad de pensamiento, y la libertad del periodista Julian Assange, Helga Zepp-LaRouche emitió una declaración, “Helga Zepp-LaRouche: La libertad de prensa y la libertad de Julian Assange ¡son idénticas!”. La declaración termina diciendo: “Los jefes de Estado que se reúnan este fin de semana para la coronación del rey Carlos pueden demostrar su compromiso con la libertad y la democracia al felicitar al recién coronado rey, por llevar a cabo como su primer acto ¡la libertad de Julian Assange!”. 

¿Insultaba Zepp-LaRouche, en su declaración, intencionadamente la moralidad de los jefes de Estado del mundo, al sugerir que eran capaces de cometer un “acto antinatural”, de verdadero liderazgo, e inclusive al rey Carlos? 

Dos días más tarde, Julian Assange personalmente tomó el liderato espiritual de las manifestaciones que se habían hecho en su nombre, con una polémica desafiante, al estilo de Jonathan Swift, contra el sistema de injusticia, “demente, viejo, enfermo y moribundo” contra el que se levanta. Él también se dirige al rey de Inglaterra, extendiéndole una invitación a Carlos que, aunque es diferente de la propuesta que hizo Helga Zepp-LaRouche, fue complementaria. “Con motivo de la coronación de mi señor, he creído oportuno invitarle de todo corazón a conmemorar esta ocasión trascendental visitando su propio reino dentro del reino: la prisión de su majestad en Belmarsh”. 

Para quienes se han preguntado cómo obtener la fuerza para resistir y superar la opresión, cómo desafiar “el imperio de la ley”, un lenguaje de coerción que es el lenguaje de los brutos, estas dos afirmaciones ilustran lo que Lyndon LaRouche llamó el “principio de Florestán” en el arte, así como en el arte de gobernar. También se le podría llamar el principio de “pensar como Beethoven”, en referencia a la ópera de Beethoven, Fidelio, cuyos dos personajes principales son Florestán y su esposa Leonore, quien también es “Fidelio” en la ópera, y derrotan la tiranía política en la forma del tiránico Pizarro, quien representa al William Pitt de la vida real y el encarcelamiento y trato que le dio Gran Bretaña al marqués de Lafayette y a su esposa Adrienne, quien es la Leonore de la vida real. 

Helga Zepp-LaRouche, quien en el 2022 recibió el “Premio a la Libertad de Expresión” de parte del Club de Periodistas de México, también hizo hincapié en que “en realidad hay una lucha brutal por el control de la ‘narrativa’ del ‘orden basado en reglas’, donde el periodismo ha sido degradado para servir de verdugo en nombre de las élites gobernantes. Si esto fuera una exageración, Seymour Hersh habría recibido un nuevo Premio Nobel creado para la excelencia del periodismo en Noruega, y todos los medios de comunicación noruegos se habrían lucido al informar sobre el papel de Noruega en el sabotaje a los gasoductos Nord Stream”. En el 2019 Julian Assange recibió este premio. Esas ideas demuestran que mientras el arte de gobernar puede que no sea una forma de arte como tal, la hábil aplicación de la ironía de una verdad dura pero innegable, por medio de un relato bien escrito o un discurso bien pronunciado, puede ser tan estéticamente satisfactoria y clarificadora como un retrato de Velázquez o el comentario pictórico de Los Caprichos de Goya sobre las locuras de España. 

En contraposición a esto, el Presidente de Ucrania Volodímir Zelenski, que no es ningún artista, sino un mero comediante, un zángano humano desbocado dominado por una ingrata “madre”, los servicios de inteligencia británicos, declaró recientemente al Washington Post, cuando le preguntaron sobre las informaciones según las cuales Estados Unidos le espiaba a él y a otros funcionarios ucranianos: “Donde puedo hablar de manera franca, lo hago. Pero hay riesgos muy elevados”, así que no hablo. Cuando el “pretendido Presidente” Zelenski habló con el Presidente de China, Xi Jinping, al día siguiente, sir Richard Dearlove, ex jefe del servicio secreto de inteligencia británico MI6, vino a Ucrania a decirle qué es lo que debe decir y pensar. Esa es la democracia angloamericana en pleno funcionamiento en la nación condenada que una vez fue Ucrania. 

No hay salida, le dijeron a Zelenski. Eso ha decretado Londres. En palabras de Dearlove, en una entrevista que dio cuando regresó de Ucrania, “Lo otro que yo diría, que está absolutamente claro, [es] que los ucranianos no aceptarán, bajo ninguna circunstancia en este momento, un alto al fuego. Bajo ninguna circunstancia van a aceptar una negociación que no cumpla los términos que ya han sido planteados públicamente por Zelenski, los cuales, si los lees, los Rusos no están dispuestos a aceptar. Así que estas pláticas de negociaciones de paz, en lo que respecta a los ucranianos, son completamente irrelevantes en estos momentos”, sea lo que Zelenski haya creído momentáneamente que podía decir o pensar, al hablar con China. Zelenski no es un hombre libre, sino un esclavo con el traje mal ajustado de un tirano, apenas un paso por delante de los verdugos de Azov de su propio régimen, neonazis condenados al mismo destino de sus antecesores. 

Esto no quiere decir que la adversidad real no amenace y aflija a los verdaderos luchadores por la libertad. Hay un precio que se paga por hacer política, e incluso por la libertad de pensamiento. Lyndon LaRouche, en su ensayo del 2004, “La noche que vinieron a matarme”, recordó: “El 12 de octubre de 1988 di un discurso memorable en Berlín, que se grabó para transmitirse por la televisión nacional más tarde, ese mismo mes, como parte de mi campaña. Yo pronostiqué el derrumbe inminente de la alianza soviética, empezando quizás y extendiéndose hacia otras partes de Europa Oriental y a la propia economía soviética. Propuse un curso de acción para que Estados Unidos bregase, mediante una acción económica afirmativa, con la oportunidad de arrancar de raíz a las instituciones de mayor conflicto militar enquistadas por todo el mundo. 

“Pronto me empujaron a la cárcel por la vía más rápida, y quizás la más deshonesta de Estados Unidos, el Tribunal Federal de Alexandria en el distrito oriental de Virginia”. 

“Hablé con la verdad, y mi recompensa fueron estas cadenas”, dice el prisionero político Florestán en la ópera Fidelio de Ludwig van Beethoven. ¿Pero acaso vale la pena? Julian Assange también dijo la verdad. Seymour Hersh ha dicho la verdad. Helga Zepp-LaRouche, que es la #1 en la “lista de asesinatos” ucraniana del Centro para Contrarrestar la Desinformación (CCD), junto con Scott Ritter, Ray McGovern, y la candidata independiente al Senado por el estado de Nueva York, Diane Sare, todos han dicho la verdad. Los padres fundadores de Estados Unidos dijeron la verdad y le aconsejaron a todos los ciudadanos de Estados Unidos de que no sólo tenían el derecho, sino también el deber de acabar con la tiranía si ésta volvía a surgir en su recién creada nación. 

Cuando estamos al borde de la posible aniquilación de la especie humana, “decir la verdad con valentía y sin artificio alguno”, es la única manera de vencer a los nihilistas y a los maltusianos culturales, para quienes matar la mente, por medio de lo que llaman “guerra cognitiva” en lugar de lo que realmente es, o sea, menticidio, es el objetivo primordial en la guerra. Como plantea el informe de la OTAN de enero del 2021, sobre la “guerra cognitiva”: “El cerebro será el campo de batalla del siglo 21. Los humanos son el dominio en disputa. Los objetivos de la guerra cognitiva es hacer de todos un arma”. 

Por lo tanto, respondamos con júbilo a los drones humanos del Departamento de Estado, el Pentágono, la Inteligencia británica y sus diversos secuaces mundiales, pensando y actuando con y en nombre de la Mayoría Global que ahora surge, cuyo deseo de una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo proporciona el optimismo por medio del cual quienes ganarán la guerra cognitiva serán quienes se atrevan a decir la verdad. “Nuestra fuerza es su amor y su razón”.

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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