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“Por supuesto, ¡esto es un encubrimiento! ¿Y tú qué vas a hacer al respecto?”

7 de mayo de 2023 (EIRNS) — El Kremlin fue atacado el 3 de mayo con dos drones. En un período de 24 horas, el gobierno de Rusia afirmó que lo consideraban un intento de asesinato al Presidente Vladimir Putin en la sede misma del Estado ruso, y acusaron específicamente a Ucrania de estar detrás del atentado, con el respaldo, el apoyo logístico y de inteligencia y las instrucciones explícitas de Estados Unidos, el Reino Unido y la OTAN. 

El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Ryabkov, declaró el 5 de mayo: “Estamos trabajando para evitar que nuestras relaciones con Estados Unidos caigan en el abismo de un conflicto armado abierto. Ya estamos al borde de ese abismo”. Añadió que Rusia está “literalmente preparada para utilizar cualquier medio a su disposición” para disuadir tales amenazas a su seguridad. 

¿Y cuál es la respuesta de Occidente? El gobierno de Estados Unidos, el gobierno del Reino Unido, los mandatarios de la Unión Europea y prácticamente la totalidad de los medios de comunicación dominantes en Estados Unidos y en Europa, han actuado todos como si el asunto completo fuera una tonta invención rusa, o, como mucho, un incidente menor que se está exagerando; sin que se lleve a cabo una investigación ni revisión seria de la política. Todo lo que se obtuvo fue una sonrisa burlona, junto con la insulsa afirmación del portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby: “Yo les garantizo que Estados Unidos no tuvo nada que ver en eso”. 

Entonces, ¿Qué acaba de suceder aquí? Una provocación evidente y peligrosa fue llevada a cabo poniendo en riesgo a toda la humanidad, y a esto le sigue el agresivo mensaje al mundo, y también a tí, querido lector: “Por supuesto, ¡esto es un encubrimiento! ¿Y tú qué vas a hacer al respecto?”. 

Si no haces nada, eres como un cordero al que llevan, sin protesta alguna, al matadero. 

Lo mismo sucedió en septiembre del 2022, cuando sucedió la voladura de los gasoductos de Nord Stream. En ese momento también, Washington le “garantizó” al mundo que ellos no habían tenido nada que ver con ese hecho, una mentira tan enormemente transparente que un niño de 12 años de edad con los ojos vendados podría verla. No se hizo una investigación; no se revisó la política, sino que se encubrió, incluso después de que Seymour Hersh destapara lo que había ocurrido en realidad. De nuevo, el mensaje para el mundo entonces, incluyéndote, querido lector, fue: “Por supuesto, ¡esto es un encubrimiento! ¿Y qué vas a hacer al respecto?”. Y: “Claro que sí, somos unas bestias fascistas. ¿Y qué? Haremos lo inimaginable para mantener el control de nuestro mundo unipolar que se está colapsando. ¿Quién se va a levantar y detenernos?”. 

Lyndon LaRouche a menudo comentaba que lo que quebró el espíritu de los estadounidenses en la década de 1960, y que llevó al cambio de paradigma hacia la desindustrialización y la decadencia cultural, no fue tanto el asesinato del Presidente John F. Kennedy (JFK) en 1963, con todo lo horroroso que fue, sino el encubrimiento de este crimen que hizo la Comisión Warren. En una entrevista en 1989 que llevó a cabo la International Connection le hizo a Lyndon LaRouche cuando estaba encarcelado en el Centro de Detención de Alexandria, Alexandria, Virginia, LaRouche explicó cuál había sido el propósito estratégico del asesinato de JFK: 

“Lo que hicieron fue desestabilizar, en particular con el encubrimiento, el encubrimiento de la Comisión Warren; la combinación del asesinato con el encubrimiento, efectivamente sí desestabilizó a Estados Unidos; desestabilizó las instituciones de gobierno de Estados Unidos, acabó con la Presidencia como instrumento eficaz de gobierno, el instrumento constitucional”. 

En un artículo fechado el 22 de noviembre del 2010, Lyndon LaRouche hizo hincapié en ese mismo punto: “La Comisión Warren, que fue encabezada por Allen Dulles y John J. McCloy, encubrió el rastro británico, y aterrorizó aún más a dos generaciones de estadounidenses con mentiras flagrantes”. 

Otra vez, el mensaje fue: “Por supuesto, ¡esto es un encubrimiento! ¿Y tú qué vas a hacer al respecto?”. 

De hecho, esta es una pregunta válida. ¿Qué vas a hacer tú al respecto? No hacer nada prácticamente garantiza que haya una confrontación nuclear entre Estados Unidos y Rusia (y con China). 

Como decía la invitación para la reunión del Manhattan Project de The LaRouche Organization, del 6 de mayo: “Tu acción individual, unida a la de otros, podría ser el factor más crucial para cambiar la respuesta, incluso militar, de varios gobiernos ante esta nueva circunstancia de escalada hacia una guerra, incluso en los próximos días… 

“El insensato afán por descuartizar a Rusia, y el vano afán por apuntalar un sistema financiero en bancarrota irremediable, pueden ser desbaratados por el optimismo inflexible y merecido de un pueblo estadounidense despierto, luchador e independiente, con el que las naciones del mundo se sentirían aliviadas, felices y orgullosas de colaborar”. 

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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