8 de mayo de 2023 (EIRNS) — El 4 de mayo la NASA dio a conocer un nuevo informe que indica que cuatro lunas de Urano podrían tener océanos entre su corteza y núcleos helados. 

El informe se basa en un nuevo análisis de los datos recogidos por la nave espacial Voyager 2 de la NASA, junto con nuevos modelos informáticos. Según la NASA, “el estudio es el primero en detallar la evolución de la composición y la estructura interior de las cinco grandes lunas: Ariel, Umbriel, Titania, Oberón, y Miranda. El estudio sugiere que cuatro de las lunas tienen océanos que podrían tener decenas de millas de profundidad”. 

El Voyager 2 voló cerca de Urano en enero de 1986, y lo más cerca que estuvo, fue a unas 50.600 millas por encima de sus cimas nubosas. Transmitió un gran volumen de datos, miles de imágenes sobre el planeta y sus lunas, anillos y otros datos. 

La autora principal del nuevo estudio, Julie Castillo-Rogez, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California, señaló: “Cuando se trata de cuerpos pequeños, o sea, planetas enanos y lunas, los científicos planetarios han encontrado anteriormente indicios de la existencia de océanos en varios lugares poco probables, como los planetas enanos Ceres y Plutón, y la luna de Saturno Mimas... De manera que hay mecanismos en juego que no comprendemos completamente. Este estudio investiga qué podría ser y cómo son pertinentes para los muchos otros cuerpos celestes en el sistema solar, que podrían ser ricos en agua pero tener un calor interno limitado”. 

La NASA informó que, “al investigar la composición de los océanos, los científicos también pueden aprender sobre materiales que se pudiesen encontrar en las superficies congeladas de las lunas, dependiendo de si las sustancias subyacentes fueron empujadas desde abajo por la actividad geológica. Los telescopios indican que al menos una de las lunas, Ariel, tiene material que fluyó hacia su superficie, quizás desde volcanes helados, hace relativamente poco tiempo. 

“De hecho, Miranda, la luna más interna y la quinta más grande, también alberga rasgos superficiales que parecen ser de origen reciente, lo que sugiere que puede haber retenido suficiente calor para mantener un océano en algún momento. La reciente modelización térmica reveló que es improbable que Miranda haya albergado agua durante mucho tiempo: pierde calor con demasiada rapidez y es probable que ahora esté congelada”. 

“Averiguar qué hay debajo y en la superficie de estas lunas ayudará a científicos e ingenieros a elegir los mejores instrumentos científicos para estudiarlas. Por ejemplo, determinar que puede haber amoníaco y cloruros significa que los espectrómetros, que detectan compuestos por su luz reflejada, tendrían que utilizar una gama de longitudes de onda que abarque ambos tipos de compuestos”. 

Comprender los tipos de instrumentos científicos necesarios ayudará a definir qué tipo de misión se requiere, y puesto que el Estudio de Decenio sobre Ciencia Planetaria y Astrobiología 2023 de las Academias Nacionales ha dado prioridad a la exploración de Urano, la NASA está empezando a planificar una misión de este tipo. (jpl.nasa. gov/ news/new-study-of-uranus-large-moons-shows-4-may-hold-water). 

El nuevo estudio fue publicado en Journal of Geophysical Research el 14 de diciembre del 2022, pero la NASA apenas ahora está publicando el informe. (agupubs.onlinelibrary. wiley. com/ doi/10.1029/2022JE007432).