Go to home page

Bienaventurados los que procuran la paz; desdichados los belicistas

12 de mayo de 2023 (EIRNS) — Esta semana, el Reino Unido anunció que intensificará su insensata campaña para armar a Ucrania hasta los dientes, cuando confirmó que enviará misiles Storm Shadow capaces de alcanzar objetivos a 300 kms de distancia, que es suficiente como para adentrarse bastante en el territorio de Rusia. Como dijo Ben Wallace, secretario de Estado para la Defensa del Reino Unido, cuando anunció esta decisión: estos misiles “le van a permitir a Ucrania hacer retroceder a las fuerzas rusas que están estacionadas en el territorio soberano de Ucrania”, es decir, de Crimea, algo que los rusos nunca van a tolerar. Los perros falderos de los medios de comunicación saltaron rápido, y preguntaron: ¿Quiere decir esto que Estados Unidos seguirá su ejemplo? 

A pesar de su intención de enredar aún más a las naciones del mundo en este conflicto, como ha sido siempre el juego británico, estas armas no tendrán ningún efecto sobre el resultado global de la guerra, sino que sólo servirán para sacrificar aún más a los ucranianos en una guerra que nunca podrán ganar, independientemente de los desvaríos que Zelenski profiera. Así la guerra prosigue, “hasta el último de los ucranianos”, para hacer efectiva una peligrosa y demencial guerra geopolítica impulsada por la casta dominante de la oligarquía financiera británica y sus secuaces estadounidenses para destruir a Rusia y China que han sentado las bases para el nuevo orden económico mundial que está emergiendo frente al derrumbe y colapso del sistema transatlántico de esa casta dominante. 

Todo esto se produce en un contexto en el que cada vez se admite más que la tan cacareada contraofensiva puede no estar a la altura de las expectativas, y que más bien deberían concentrarse en el largo plazo. Como lo plantea un artículo que fue publicado en la revista Foreign Affairs el miércoles 10 de mayo, los legisladores occidentales “le han dado una importancia excesiva a la venidera ofensiva sin tomar en consideración suficiente a lo que vendrá después”. Ellos saben que no pueden ganar, pero como tontos, se niegan a cambiar el rumbo que llevan. 

¡La paz debe prevalecer! Y en lugar de la beligerancia nuclear debe establecerse una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo que busque un objetivo común entre todas las naciones. 

Está en marcha una tendencia diplomática muy interesante, como probable respuesta a esta realidad evidente. El ministro de Asuntos Exteriores de China, acaba de hacer una serie de paradas diplomáticas en su gira por Europa, a la que le seguirá la gira por Europa del vicepresidente de China. Al mismo tiempo Wang Yi, el diplomático chino de mayor jerarquía, se reunió en Viena con Jake Sullivan, Asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Celso Amorim, asesor especial del Presidente de Brasil, Lula da Silva, también viajó recientemente a Ucrania para reunirse con el Presidente Zelenski, como seguimiento de la llamada telefónica reciente entre Zelenski y el Presidente de China, Xi Jinping. Asimismo, el secretario de Estado del Vaticano, dio a conocer que hay canales en los que los interlocutores de Ucrania y Rusia están aprovechando para mantener un diálogo sobre la “misión de paz” del Papa Francisco. 

¿Las naciones que aspiran a procurar la paz, como China y Brasil, están abriendo camino en esta tarea tan urgente? Muy posiblemente. Y las fuerzas imperiales, absolutamente resueltas en mantener el dominio sobre el mundo, ¿trabajan horas extra para sabotear estos esfuerzos y destruir a cualquiera que se interponga en su camino? Absolutamente. Pero hay grietas en el dique de contención, y el mundo cada vez más se está atreviendo a rechazar este tren hacia un apocalipsis nuclear y a exigir un futuro diferente. 

Llegó el momento de que la ciudadanía activa actúe ante esta apertura, ¡ya!, antes de que sea demasiado tarde.

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

Volver    Volver al inicio

clearclearclear