14 de mayo de 2023 (EIRNS) — Nada personifica mejor el significado de la “torre de marfil” que la reunión de los Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE) el viernes 12 en las cercanías de Estocolmo, es decir, de una clase dirigente totalmente desvinculada de sus electores y del mundo real. De hecho, decidieron reunirse en una torre, construida con ladrillos, en un castillo del siglo 17 a las afueras de la capital de Suecia. Sus conversaciones se caracterizaron por la ausencia de cualquier dispositivo o medio, como teléfonos inteligentes, que pudiera poner en peligro el secreto de sus deliberaciones. 

Sin embargo, algo sí se filtró. Se dio a conocer que los países de la Unión Europea están divididos en torno al nuevo documento en contra de China que fue presentado por el representante de la política exterior de la UE, Josep Borrell. Para camuflar la división, dijo que “Los 27 [países] están unidos tras la música de este texto”, lo cual de por sí ya es malo dado que esa música es cacofónica. 

Sin embargo la agencia de noticias Euractiv informó que algunos diplomáticos les dijeron que hay una división entre los miembros de la UE en torno a cómo plantear la política de “eliminar el riesgo” de China (el eufemismo inventado por Úrsula van Leyen para no decir “desacoplamiento” abiertamente). Un diplomático dijo que “hay posiciones diametralmente opuestas entre los halcones contra China y los ‘sospechosos de siempre’ como Hungría”. El ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, Gabrielius Landsbergis, estuvo a tono con Borrell. “Es deseable escuchar al coro de los 27 [miembros] de la UE cantando al unísono, pero en este documento sobre China parece que aún nos separan algunas octavas” dijo Landsbergis. 

En una declaración que dio a periodistas, y sobre las cuales informó el diario británico Financial Times, Borrell se aferró a la línea antichina de su documento no oficial. “No podemos tener relaciones normales con China, si esta no utiliza la gran influencia que tiene sobre Rusia para que detenga la guerra”, afirmó. 

Borrell hizo hincapié en la condición de China como “rival” de la Unión Europea (UE). Bruselas y Pekín representan dos sistemas “muy diferentes” que compiten entre sí, enfrascados en una “batalla de narrativas” mundial y una “batalla de ofertas” al mundo, recalcó. “Nuestros sistemas —nuestros sistemas políticos y económicos— son diferentes, completamente diferentes. Somos democracias multipartidistas; ellos tienen un solo partido. Somos economías de mercado, la economía de China es dirigida por el Estado, de modo que somos diferentes... Somos rivales, porque le presentamos nuestros modelos al mundo”. 

A Borrell se le pasó decir que su modelo está fracasando, en tanto que el de China es un modelo exitoso.