14 de mayo de 2023 (EIRNS) — Los quehaceres en las reuniones de dos de las dos instituciones emblemáticas del "orden basado en reglas" occidental recién concluidas —la reunión de Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea en Suecia, y la reunión de Ministros de Finanzas del Grupo de los Siete en Japón—mostraron la venal disociación de la realidad que pone de manifiesto tanto el peligro mundial de guerra y caos económico, como la oportunidad para intervenir y lograr un cambio hacia un nuevo marco mundial que sirva al bien común de todas las naciones y pueblos. 

En ambas reuniones, los defensores de la OTAN Global promovieron el demente afán de acabar con Rusia y China. Pero en ninguna de las dos reuniones se llegó a un acuerdo cerrado. 

En Japón, la declaración final del sábado 13, tras tres días de reunión, tiene la letanía obligada de respaldar a Ucrania "a como de lugar", pero no menciona a China como adversario. En las primeras sesiones se escucharon ataques contra China por la supuesta "coerción económica" (¡cinismo aparte!) a las naciones del G7 y otras. En medio de eso, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China publicó un sumario bien documentado sobre Estados Unidos como la nación más coercitiva económicamente del mundo, que enumera los miles de casos de sanciones estadounidenses contra personas, entidades y naciones. El comunicado final del G7 omitió cualquier mención a China en absoluto. 

En Suecia, se circuló en la reunión un documento, no públicamente, contra China, en el que se exigía que la Unión Europea (UE) adoptara medidas para "eliminar el riesgo" de China, frase favorita de la presidente de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen. Sin embargo, el rechazo de varios de los 27 países miembros de la UE hizo que incluso el híper ideólogo rastrero Josep Borrell tuviera que admitir su derrota frente a la unanimidad de la UE. Como siempre, se puede contar con ese rastrero para salir con alguna frase notable: dijo que aunque había desacuerdo dentro de la UE en la "letra" sobre lo que hay que hacer contra China, había acuerdo sobre la "música". El ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, Gabriellus Landsbergis, le ganó en esta ocasión: "Es deseable oír al coro de los veintisiete de la UE cantando al unísono, pero en este documento sobre China parece que aún nos separan algunas octavas". 

Al mismo tiempo, el el ministro de Asuntos Exteriores de China, Qin Gang —que concluía su gira por Europea— ofreció a Europa su propio consejo sobre qué hacer para "eliminar el riesgo" de China. En Noruega, última escala de su viaje de tres países a Europa Occidental, Qin dijo que si un país de la UE quiere reducir su "riesgo" con China, basta con que aumente sus exportaciones y su comercio con China. Así es como aumenta la "seguridad" de su nación con China, y así no tendrá ningún riesgo. 

Eso es exactamente lo que el resto del mundo está haciendo con China. Ese y otros ofrecimientos fueron probablemente los mensajes que llevó personalmente al transatlántico en su gira, como muestra de la diplomacia china en ascenso. Wang Yi, director del Departamento de Asuntos Exteriores del Comité Central del PCCh, también estuvo en Europa la semana pasada. En Viena se reunió con el Consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, los días 10 y 11 de mayo. Este lunes, 15 de mayo, el enviado especial de China, Li Hui, estará en Kiev, y después irá a Polonia, Francia, Alemania y Moscú. 

El telón de fondo es el dramático desmoronamiento de la situación económica física transatlántica, mientras se imponen medidas de economía de guerra en nombre del respaldo a Ucrania. Esta semana, en Estados Unidos y Canadá, el organismo supervisor Corporación Norteamericana de Fiabilidad Eléctrica (NERC, por sus siglas en inglés) emitió una advertencia de posibles apagones para el verano, debido al inadecuado volumen de generación y a la decrépita red de distribución. En el Reino Unido, los trabajadores ferroviarios y marítimos pararon ayer por los imposibles niveles salariales y las prácticas de dotación de personal, dada la hiperinflación allí existente, y los miembros de los sindicatos han votado a favor de continuar las huelgas. 

En Alemania, en medio de la peor crisis económica física de la posguerra, esta semana se anunció la mayor promesa de ayuda a Ucrania hasta la fecha: 2.700 millones de euros en armas, vehículos y otro material. El 14 de mayo, se espera que Zelenskyy acuda en persona a Alemania, para reunirse con el Presidente y el Primer Ministro, y recibir el Premio Carlomagno por la Unidad Europea, después de que Zelenskyy se reuniera ayer con el Papa Francisco durante 40 minutos. 

Esta dinámica esquizofrénica no puede "continuar" tal cual. A última hora trascendió ayer que Zelenskyy ha querido en repetidas ocasiones atacar y "tomar territorio" dentro de Rusia, aunque públicamente lo ha rechazado. Esa información procede de más documentos filtrados de los servicios de inteligencia estadounidenses procedentes de la plataforma Discord, según informó ayer por la tarde el sitio electrónico del diario The Washington Post. 

O bien el resultado final de estos movimientos geopolíticos militares extremos es el estallido de una guerra directa entre grandes potencias —ya sea por accidente o deliberadamente— y la aniquilación nuclear; o bien podemos forzar un cambio de rumbo. 

El impulso para cambiar de rumbo se vio en febrero y marzo, en las acciones de masas contra la guerra en Norteamérica y Europa. Millones de personas más están ahora potencialmente "viendo la luz". Ahora es el momento de escalar.