14 de mayo de 2023 (EIRNS) —El Presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski se reunió por 40 minutos con el Papa Francisco el 13 de mayo, y luego se reunió con el secretario de Estado para Asuntos Exteriores del Vaticano, monseñor Paul Gallagher. El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, estaba en una misión en el exterior y por ello no pudo participar en las reuniones. 

Aunque los medios noticiosos han especulado sobre la reunión como parte del esfuerzo de paz del Vaticano, las declaraciones oficiales tras las dos reuniones hacen hincapié en el aspecto “humanitario” de las pláticas. La oficina de prensa del Vaticano declaró que el Papa y Zelenski conversaron sobre temas “referentes a la situación humanitaria y política en Ucrania, provocadas por la guerra… ambos coincidieron en la necesidad de continuar con los esfuerzos humanitarios para apoyar a la población. En particular, el Papa recalcó la necesidad urgente de los ‘gestos de humanidad’ hacia las personas más débiles, víctimas inocentes de este conflicto”. 

En la reunión con el arzobispo Gallagher, “se centraron primordialmente en la guerra en Ucrania y en las urgencias que conlleva, en particular las de carácter humanitario, así como en la necesidad de proseguir los esfuerzos para lograr la paz”. 

Tras la audiencia, Zelenski insistió en que informó al Papa sobre la fórmula de paz ucraniana y que el Papa se ofreció a formar parte de ella. 

En las reuniones de Zelenski con el Presidente de Italia, Sergio Mattarella, y la Primera ministra, Giorgia Meloni, se hizo gala de la propaganda habitual: respaldo pleno a Ucrania, paz sólo si es justa, sólo cuando Rusia cese las hostilidades, etc. En una entrevista de televisión, Zelenski dijo que él “no está dispuesto a hablar con Putin”. Solo cuando “estemos en la frontera con Crimea, el apoyo interno a Putin va a disminuir y él deberá encontrar una salida”, dijo el comediante profesional. 

Hoy domingo 14 esperan a Zelenski en Alemania, donde se supone que va a recibir el Karlspreis (el premio Carlo Magno) en Aquisgrán. El Karlspreis se le concede a personalidades que han contribuido a hacer avanzar la idea de Europa, con el turbio comienzo en 1950, de que el primer galardonado fuera el fundador de la sinarquista Unión Paneuropea, el conde Richard Coudenhove-Kalergi.