15 de mayo de 2023 (EIRNS) — La elección presidencial que se llevó a cabo este domingo 14 en Turquía está mostrando características familiares con la época de Tony Blair de cambio de régimen, en elecciones en las que las potencias de la OTAN quieren firmemente derrocar a un líder nacionalista, en especial si ese líder tiene alguna relación funcional con Rusia. 

La cobertura mediática internacional fue prácticamente uniforme respecto al titular “la elección que podría derrocar a Erdoğan”, en referencia al Presidente Recep Tayyip Erdoğan; “los sondeos dan ventaja a la oposición”, en alusión al principal contrincante de Erdoğan, Kemal Kilicdaroglu, del Partido Republicano del Pueblo (CHP); etc. 

Los resultados escrutados, con aproximadamente el 40% de los votos contabilizados, mostraban a Erdoğan con el 51,7% y a Kilicdaroglu con el 41,4%; pero en ese momento, Kilicdaroglu dijo en Twitter, “Vamos a la cabeza”; y su partido el CHP dijo en su cuenta de Twitter, “En estos momentos vamos a la cabeza”. 

También de manera característica, un tercer candidato en la contienda “superó” las expectativas, con algo más del 5% de los votos. Este fue Sinan Ogan, un académico nacionalista que se había retirado del Partido de Acción Nacionalista (MHP), aliado del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Erdoğan, y de ese modo probablemente le estaba restando votos a Erdoğan. 

Al cierre de los colegios electorales a las 5:00 pm en Turquía, más tarde cuando ya estaba escrutado el 100% de los votos, la Agencia Anadolu mostró que Erdoğan seguía a la cabeza sobre el más cercano contrincante por alrededor del 5%, pero había caído por debajo del 50% por primera vez, lo que indicaría que se celebraría una segunda vuelta con Kilicdaroglu. La participación electoral fue de un 88%. En ese momento, según informó la Agencia Anadolu, con los votos contados en Turquía, Erdoğan llevaba un 49.24%; Kemal Kilicdaroglu mostraba un 45.06%; y Sinan Ogan tenía 5.28%.