17 de mayo de 2023 (EIRNS) — Una reunión de lunáticos en Tallin, Estonia, en la Conferencia de Seguridad Lennart Meri, del 12 al 14 de mayo, mostró lo cerca que está el mundo de una guerra nuclear y lo ajenas que son a esa realidad la mayoría de las élites políticas en Occidente. Se trata de una conferencia anual organizada por los Estados bálticos más fanáticos para mantener su diatriba contra el oso ruso. La conferencia reunió a la habitual pandilla de lunáticos en torno a una política unitaria de impulsar el conflicto en Ucrania hasta reducir militar y políticamente a Rusia. 

En la conferencia participaron personalidades destacadas de esta nueva cruzada, como el jefe del Mando Europeo de EU y comandante Supremo Aliado de la OTAN en Europa, Christopher Cavoli; David Cattler, subsecretario general de Inteligencia y Seguridad de la OTAN; el ex subsecretario de Estado de EU Stephen Biegun; el copresidente del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, Carl Bildt; el ex embajador de EU en Rusia, Michael McFaul; el asesor presidencial francés Xavier Chatel, y los primeros ministros de Estonia, Letonia y Lituania. 

En lo que sólo puede considerarse una flagrante profanación de Dante Alighieri, la conferencia se tituló "Incipit Vita Nova-So Begins New Life" (Empieza la vida nueva). Gran parte de la discusión en el panel dedicado a este tema versó sobre la cuestión de cómo el mundo, con la desaparición de Rusia, volvería a estar gobernado por las élites neoliberales de Europa. La mayor parte de la discusión estuvo totalmente fuera de lugar, a juzgar por algunos paneles que han sido observados por quien escribe. El ex ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Urmas Reinsalu, se dirigió al panel "Vita" con el cuento de que el apoyo a Ucrania ya ha traspasado todas las "líneas rojas" rusas sin rechistar, y que por tanto hay que seguir adelante sin temor a más peligros. 

En otro panel, Constanze Stelzensmueller, directora alemana del Center on the United States and Europe, hizo amplias comparaciones con la Alemania nazi, para exigir que los perpetradores de la guerra, es decir, Putin y compañía, sean llevados ante la justicia del mismo modo que lo fueron los alemanes en los Juicios de Núremberg, aunque sólo sea para explicar al pueblo ruso los crímenes presuntamente cometidos por sus dirigentes. "Nos llevó mucho tiempo [a los alemanes] aprender esa lección", dijo Stelzensmueller, pero, dada su posición actual, es muy dudoso que ella haya "aprendido esa lección". 

El analista y escritor británico Timothy Ash dio un nuevo significado a la palabra "utópico". Considera que Rusia ya es una "fuerza gastada" y alega que los formuladores de la política debían avanzar en la reconstrucción del mundo a su imagen sin preocuparse por Rusia. Confió en que Ucrania avance para intentar recuperar todo su territorio en los próximos seis meses, incluida Crimea. "Puede que no lo consigan en los próximos seis meses", dijo Ash, "pero deberían intentarlo. Y si lo hacen, no tengan miedo, estén preparados", dijo a su público. También hizo comparaciones con la Alemania de posguerra, donde el Presidente alemán Richard Weisacker dijo que la derrota había sido lo mejor para Alemania. Lo mismo puede decirse de Rusia, afirmó Timothy Ash, dando por sentado que Rusia saldrá así de la derrota en este conflicto como una nación democrática vibrante y arrepentida. También pidió "la segunda gran expansión de la OTAN" a Georgia, Ucrania, Moldavia y los países balcánicos. 

La desacreditada Fiona Hill, que había sido despedida de su puesto como responsable de Rusia en el Consejo de Seguridad Nacional por Donald Trump, fue la que dio la conferencia Lennart Meri. Siguió con su habitual denigración de Putin, que ha sido su "tabla de salvación" como académica, pero señaló un problema importante al que se enfrenta la creación del "mundo feliz" de esta conferencia, a saber, que la mayor parte del mundo fuera de Europa no está siguiendo su ejemplo. También señaló que el recelo hacia Estados Unidos en este conflicto era grande, y no sólo en el "Sur Global", todo lo cual, advirtió, "jugaba a favor de Putin". Observó que gran parte del mundo se creía "la propaganda de Putin" y que, por tanto, la clase política debía tener en cuenta este importante obstáculo para avanzar en sus diabólicos planes. 

En su cobertura del evento, Sputnik entrevistó a Joseph Siracusa, decano de Futuros Globales de la Universidad de Curtin, que asistió al acto y se mostró sorprendido por la forma en que siguió todo un guión de propaganda. "Nadie está interesado en dialogar con Rusia", dijo Siracusa. "Nadie está interesado en una solución pacífica... Todos respaldan el 'programa de paz' de 10 puntos de Zelensky, que incluye la retirada de las tropas rusas de Crimea y el Donbás. Y, por supuesto, eso no es más que una fantasía, nunca va a suceder". (news.err. ee/ 1608974294/watch-again-lennart-meri-conference-2023).