21 de mayo de 2023 (EIRNS) — El segundo día de la reunión en Hiroshima del Grupo de los Siete, más los jefes de Estado de ocho países invitados, tuvo un carácter de circo de tres pistas. 

El Presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski llegó en avión, con un dramático desembarco en el jet del gobierno francés, y luego procedió a realizar reuniones individuales con jefes de Estado, entre ellos la Primera ministra italiana Meloni, el Primer ministro indio Mohdi y el Primer ministro británico Sunak. Hoy domingo, último día, Zelenski se dirigirá a todo el grupo. 

Un grupo de mandatarios europeso, entre ellos el del Reino Unido, de los Países Bajos y de Bélgica, así como el Presidente Biden, elogiaron el compromiso recientemente aprobado de los países de la OTAN de proporcionar aviones de combate F-16 a Ucrania y acelerar la formación de pilotos. 

Se anunció el enfoque de guerra económica del G7: contrarrestar la "coerción económica" procedente de cualquier país, es decir, sin citar nombres, China, Rusia y cualquier nación colaboradora. 

Este tema se identificó en varios lugares de la serie de declaraciones emitidas hoy. En particular, se creará una nueva Comisión del G7 contra la Coerción Económica. 

Hoy se hizo público el documento de la Cumbre: el "Comunicado de los Mandatarios del G7 de Hiroshima", de 44 páginas y 65 puntos. Además, el Comunicado tiene seis extensos "Documentos de Referencia", cuyos temas son: 1) "Visión de Hiroshima de los Mandatarios sobre Desarme Nuclear", 2) Ucrania, 3) "Plan de Acción sobre Economía Energética", 4) "Resiliencia Económica y Seguridad Económica", 5) "Seguridad Alimentaria Global Resiliente", y 6) "Hoja Informativa sobre la Asociación del G7 para la Infraestructura e Inversión Global". 

Las reacciones de Moscú y Pekín fueron rápidas y claras. El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Alexander Grushko, declaró ayer que los países occidentales corren "riesgos colosales" si suministran a Ucrania aviones de combate F-16. TASS le citó diciendo que "esto se tendrá en cuenta en todos nuestros planes, y disponemos de todos los medios necesarios para alcanzar los objetivos que nos hemos fijado". 

El Ministerio de Asuntos Exteriores de China emitió una grave respuesta a las acciones del G7. El comunicado del Ministerio señala que Pekín "deplora enérgicamente y se opone firmemente" al Comunicado del G7. En particular, todo lo relativo a Taiwán es una cuestión que debe decidir el pueblo chino. 

El Ministerio destaca que es Estados Unidos quien ejerce la coerción económica. Washington imponer "enormes sanciones unilaterales y realiza actos de 'desacoplamiento' e interrupción de las cadenas industriales y de suministro". 

La sustancial declaración del Ministerio también señaló otros temas del Comunicado del G7, por ejemplo, las insinuaciones del G7 sobre la conducta de China en los mares de China Oriental y Meridional, y las acusaciones del G7 sobre las violaciones de los derechos humanos en Sinkiang, Hong Kong y Tíbet. Pekín "se opone firmemente a la injerencia de cualquier fuerza externa" en sus asuntos internos, so pretexto de los derechos humanos. 

Pekín aconsejó al G7 que se pusiera las pilas. "Atrás quedaron los días en que un puñado de países occidentales podían inmiscuirse deliberadamente en los asuntos internos de otros países y manipular los asuntos mundiales". (consilium.europa. eu/ media/64497/g7-2023-hiroshima-leaders-communiqu%C3%A9.pdf).