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Lula le dice al G7 que para hacer frente a las amenazas globales es necesario “abandonar los paradigmas fracasados”

23 de mayo de 2023 (EIRNS) — En su discurso ante el grupo de trabajo del G7 llamado “Trabajar juntos para hacer frente a las múltiples crisis”, el 20 de mayo en Japón, el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva expuso ante los asistentes algunas verdades incómodas sobre la actual crisis sistémica mundial y los cambios necesarios para afrontarla.

Él estaba sentado entre el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el Primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quienes lo escucharon atacar duramente al Fondo Monetario Internacional (FMI) por ignorar las consecuencias para los países en desarrollo de las brutales medidas de austeridad del FMI. Asimismo, exigió que el sistema financiero global “tiene que estar al servicio de la producción, el trabajo y el empleo. Solo vamos a tener un desarrollo verdaderamente sostenible si dirigimos nuestros esfuerzos y recursos a la economía real”.

Hizo hincapié en que eso debió haber sucedido luego de la crisis del 2009, pero nunca llegó a materializarse. Advirtió que sólo un Estado que impulse “políticas públicas dirigidas a garantizar los derechos fundamentales y el bienestar colectivo” de la población puede hacerle frente a la pobreza, al desempleo, al hambre, la degradación del medio ambiente y a las pandemias de la época actual.

Pocas horas después de que diera su discurso, Lula se reunió en privado con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, a quien al parecer, le repitió algunos de sus comentarios hechos sobre el impacto de las medidas del FMI y le dijo que el Fondo “está destruyendo a Argentina” y a otras naciones en desarrollo. La agencia oficial argentina de noticias Télam, informó el 20 de mayo que recibió un comunicado de parte de Planalto, la oficina de la presidencia de Brasil, en el que se informa que Lula “también abordó la situación económica de Argentina con la directora gerente del FMI, dado que es un elemento sumamente importante para la estabilidad regional en Suramérica”.

Lula recordó que la última vez que asistió a una reunión del G7 fue en el 2009, durante la “catastrófica” crisis financiera global que llevó a la creación del G20 “y expuso la fragilidad de los dogmas y errores del neoliberalismo”. Y añadió que, desafortunadamente, el ímpetu reformista de ese momento “no fue suficiente para corregir los excesos de la desregulación de los mercados ni de los apologistas de un Estado minimalista. La arquitectura financiera global cambió muy poco y no se sentaron las bases para una nueva gobernanza económica”.

Hoy el mundo está enfrentando “múltiples crisis superpuestas”, advirtió Lula: la pandemia de COVID, el cambio climático, las tensiones geopolíticas, “una guerra en el corazón de Europa, presiones en la seguridad alimentaria y energética, y amenazas contra la democracia”. Esta fue su única referencia a la guerra en Ucrania en ese discurso.

Lula señaló que enfrentar estos retos “exigirá un cambio de mentalidad. Es necesario derribar mitos y abandonar paradigmas fracasados”. Más aún, “el endeudamiento extranjero de muchos países, de lo que Brasil fue víctima en el pasado y que hoy amenaza a Argentina, es la causa de la flagrante y creciente desigualdad, y exige que el Fondo Monetario Internacional (FMI) considere las consecuencias sociales de sus medidas de austeridad”.

Lula también abordó la “falsa dicotomía entre el crecimiento y la protección al medio ambiente”, que según dijo, ya debería haberse superado. “La lucha contra el hambre, la pobreza y la desigualdad debe situarse en el centro de la agenda internacional, garantizando un financiamiento adecuado y la transferencia de tecnología”. No vamos a encontrar una solución en “la creación de bloques antagónicos o en respuestas que solo toman en consideración a un pequeño número de países… La transición a un mundo multipolar pide cambios profundos en las instituciones… No tiene sentido insistir en que los países emergentes contribuyan a resolver las ‘múltiples crisis’ que enfrenta el mundo sin que abordemos sus preocupaciones legítimas, o sin que estén adecuadamente representados en los principales órganos de gobernanza mundial”.

El Presidente de Brasil recalcó la importancia del G20, pero dijo que vendría a ser mucho más eficiente con una composición que respondiera “a las exigencias y los intereses de todas las regiones del mundo”. Eso, por lo tanto “implica una representación más adecuada de las naciones africanas”. Además de nuevo pidió una reforma al Consejo de Seguridad de la ONU, en la que se incluyan nuevos miembros permanentes. De otra manera, aseveró, nunca va a “recuperar la eficacia o la autoridad política y moral para lidiar con los conflictos y dilemas del siglo 21. Un mundo que es más democrático en la toma de decisiones que afectan a todos es la mejor garantía de la paz, del desarrollo sostenible y de los derechos de los más vulnerables y la protección del planeta.

“Antes de que sea demasiado tarde”, terminó diciendo. (gov. br/ planalto/pt-br/acompanhe-o-planalto/noticias/ 2023/05/discurso-do-presidente-lula-em-sessao-de-trabalho-do-g7).

 

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