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La ONU inicia sesión en medio de un mundo polarizado; las soluciones deben encontrarse en un nivel superior

19 de septiembre de 2023 (EIRNS) — Hoy comienzan los debates en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), y es muy probable que esta sea una de las asambleas más tumultuosas en la historia de la organización. El mundo está polarizado a una escala histórica, y no por una supuesta división entre "democracias" y "autocracias", como nos quieren hacer creer cabezas de chorlito como Tony Blinken.

El gobierno de Biden se prepara para impulsar esta semana la ampliación del Consejo de Seguridad de la ONU, no para promover una mayor representación o inclusividad, sino para diluir la influencia de Rusia y China, que siguen ocupando dos de los cinco puestos con derecho a veto. Además, las naciones de Occidente están montando un numerito para hacer creer que dan prioridad a los intereses del Sur Global en la ONU, con el propósito de adelantarse a los llamados cada vez más frecuentes de abordar los problemas de desigualdad global. Los angloamericanos están organizando estos planes para "seleccionar" a las naciones consideradas más débiles y más fáciles de atraer al bando occidental del "orden basado en normas". Esto es geopolítica en su peor forma.

Para ilustrar aún más la naturaleza sin ley de las llamadas democracias angloamericanas, el portal noticioso The Intercept publicó un informe que detalla cómo Estados Unidos aseguró el alivio del Fondo Monetario Internacional (FMI) para Paquistán a cambio de que ese país "aceptara" enviar $900 millones de dólares en armas a Ucrania. Esto se produjo tras el derrocamiento del anterior Primer ministro, Imran Khan, que se había negado a tomar partido en el conflicto de Ucrania, ¡una maniobra que más tarde se descubrió que había sido realizada bajo la presión de Estados Unidos!

Estos esfuerzos no sólo son repugnantes e impropios de las naciones modernas, ¡nunca van a funcionar! Si algo puede afirmarse tras el reciente período de actividad diplomática —desde la Cumbre Rusia-África en San Petersburgo, Rusia, a la Cumbre del BRICS en Johannesburgo, Sudáfrica, a la ASEAN en Yakarta, Indonesia, al G20 en Nueva Delhi, India, al Foro Económico Oriental en Vladivostok, Rusia, al G77+China en La Habana, Cuba— es que hay un sentimiento en aumento entre las naciones no occidentales, de que el mundo ya no puede seguir siendo controlado por los intereses hegemónicos anglosajones, mientras se deja al resto a que se pelee por las sobras. Más bien, ha llegado el momento de la "reforma integral de la arquitectura financiera internacional", como se planteó en la Cumbre del G77 de la semana pasada. No cabe duda de que las naciones del Sur Global han estado deliberando sobre estos asuntos durante las semanas precedentes y traerán un debate de una calidad totalmente diferente al adormilado Estados Unidos y a la Asamblea General de la ONU.

Un artículo de Pepe Escobar sobre la transición de Rusia hacia el Lejano Oriente como su "prioridad estratégica para el siglo 21" subraya aún más el enorme cambio que se está produciendo en el mundo. Rusia se está posicionando ahora hacia el Lejano Oriente como el "eje natural para reorientar toda la economía rusa hacia la geoeconomía asiática", escribe Escobar. En contraste, las naciones de Occidente se alejan de Oriente y de una orientación de crecimiento, adoptando, en su lugar, cada vez más políticas "verdes" de reducción del crecimiento. Como resultado, Occidente sigue viendo cómo aumentan los costos y disminuye el nivel de vida, y se multiplican las huelgas y las protestas. La transición "verde", prometida durante mucho tiempo como la salvadora de las maltrechas economías occidentales, sigue implosionando, dejando tras de sí un aumento de los precios de la energía.

En vez de que las amargas sanciones occidentales y la guerra financiera evitasen que Rusia llegara a los mercados de Occidente, Rusia señaló simplemente la realidad que está ocurriendo en el mundo. Escobar cita al Comisionado de Derechos Empresariales de Rusia: “Aunque las economías occidentales están bien desarrolladas, ya tienen demasiadas inversiones y desidia... En el Este, por otro lado, todo está floreciendo, avanzando rápidamente, evolucionando con velocidad. Y esto se aplica no sólo a China, a India y a Indonesia, sino también a muchos otros países. Ellos son hoy el centro del desarrollo, no Europa, nuestros principales consumidores de energía están allí, por fin”. Escobar informa que actualmente hay 2.800 proyectos que están en marcha en toda la región.

La situación es extremadamente peligrosa, pero además está completamente lista para que haya un cambio. Quienes están sordos a este enorme cambio que está sucediendo en el mundo están viviendo tiempo prestado, puesto que esta realidad se hará cada vez más evidente a medida que se desenvuelva. Sin ninguna duda, esta semana será una nueva llamada de atención, ya que naciones de todo el Sur Global acudirán a la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

¿Cuál será la respuesta? ¿Seguirá Occidente amenazando con una guerra mundial para seguir defendiendo su “orden basado en reglas”, utilizando a Ucrania como carne de cañón en el proceso? ¿O surgirá un atisbo de humanidad que reviva la antigua identidad de naciones como Estados Unidos?

Solo la historia responderá de manera plena a estas preguntas; sin embargo, eso no quiere decir que debemos esperar pasivamente a ver los resultados. Como han sabido los más grandes poetas y artistas de todos los tiempos: la chispa de la creatividad es inherente a todo ser humano, y está a la espera de ser despertada. Durante los momentos de verdaderas crisis, un número significativo de personas se vuelven susceptibles a "recibir e impartir ideas profundas sobre el hombre y la naturaleza", incluso mandatarios de naciones y dirigentes de instituciones. Es esta tarea, necesariamente orientada al futuro, la que los organizadores y ciudadanos del mundo de hoy están llamados a asumir.

Como destacó Helga Zepp-LaRouche en una charla con asociados el lunes 18, esta dramática situación hay que elevarla a un nivel superior al que existe en la actualidad en cualquier parte del mundo. La crisis no se resolverá buscando retribución por los males cometidos. Sólo puede resolverse mediante una nueva organización entre las naciones, como la ha planteado la señora Zepp-LaRouche en sus "Diez Principios para una Nueva Arquitectura Internacional de Seguridad y Desarrollo", en la que se defiendan los intereses de todas las naciones y se mantenga un compromiso westfaliano por “el provecho del prójimo".

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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