5 de octubre de 2023 (EIRNS) — Todo el sistema occidental se está desmoronando a una velocidad pasmosa: económica, política, social, culturalmente, de todas las formas imaginables. Las fisuras están por todas partes y a la vista de todos: 

• La destitución sin precedentes del presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, el 3 de octubre. 

• La negativa del Congreso a aprobar un presupuesto que incluya el envío de otros $6.000 millones de dólares a Ucrania para la guerra. 

• Una llamada urgente del Presidente Biden a una decena de mandatarios occidentales (Alemania, Italia, Japón, la OTAN, la Unión Europea, etc.) para asegurarles que, de un modo u otro, Estados Unidos seguiría enviando armas a Ucrania. 

• Un editorial del diario británico Financial Times que muestra un gran nivel de pánico y exige que la ayuda militar incesante a Ucrania se mantenga para siempre, por las buenas o por las malas. 

• La publicación de un informe que documenta el dramático descenso de la esperanza de vida en Estados Unidos durante la última década. 

• Un ex Presidente de Estados Unidos, amordazado por un juez y amenazado con la cárcel si desobedece. 

• Un candidato con el apellido más reconocido del Partido Demócrata, que amenaza con separarse del partido y presentarse a la Presidencia como candidato independiente, y a quien el gobierno de EU ha negado seguridad de parte del servicio secreto. 

Pero la causa de las cada vez más numerosas grietas en el tejido de la sociedad no hay que buscarlas en ninguna de esas fisuras. Estas no son más que los síntomas de la desintegración sistémica de todo el sistema financiero transatlántico, cuyos propietarios están empeñados en arrastrar a Occidente a un enfrentamiento nuclear con Rusia y China. 

En la población estadounidense, sin embargo, la corriente de opinión pública está levantándose en contra de la guerra de Ucrania. La población se opone a gastar cientos de miles de millones de dólares adicionales para sembrar la devastación en el extranjero, cuando la gente está sufriendo y muriendo en casa por falta de empleo, vivienda, atención médica y una verdadera educación. El malestar se extiende a todos los partidos: Ya nada funciona, la gente está harta y exige un cambio. 

"¡Todo se está desmoronando!" subrayó Helga Zepp-LaRouche en su Diálogo semanal por internet del 4 de octubre. 

El primer paso en este momento de oportunidad es llamar a tu congresista y exigir que se detenga el financiamiento de la guerra en Ucrania. Consigue que otros se unan a ti, y trabaja con la Coalición Internacional por la Paz para exigir una paz negociada en Ucrania, siguiendo las líneas del plan detallado presentado por los cuatro expertos alemanes. (Pongamos fin a la guerra negociando la paz - Schiller Institute (ES) (nationbuilder.com)). 

Como señaló Helga Zepp-LaRouche al concluir su Diálogo semanal: "Estamos tratando de construir esta Coalición Internacional por la Paz (CIP) para que sea tan poderosa que su voz no pueda ser pasada por alto. Si eres un activista por la paz, o deberías serlo, ponte en contacto con nosotros y da a conocer las actividades de la CIP a otras personas. Es absolutamente necesario que participes activamente con nosotros. Este no es un momento de la historia para limitarse a contemplar. Es un momento en el que eres tú, y muchas personas, quienes pueden marcar la diferencia".