11 de octubre de 2023 (EIRNS) — El diario israelí de mayor circulación, Yedioth Ahronoth, estalló correctamente en indignación por los errores psicópatas del Primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, errores que han dejado a muchos israelíes masacrados y al país sumido en una furia de sed de sangre. El redactor jefe del diario considera que la horrible situación en que se encuentran es "el resultado de una catastrófica y pervertida lista de prioridades de este gobierno que, desde su establecimiento el pasado enero, se ha concentrado casi por completo en su dañina e innecesaria legislación judicial y ha capitulado ante las exigencias financieras y políticas de sus miembros ultra ortodoxos. El gobierno y su Primer ministro no tenían tiempo, voluntad, ni interés para ocuparse de la economía, los problemas sociales, la educación, la sanidad o la seguridad de Israel. Sí, la seguridad... Este vergonzoso fracaso sólo puede llevar a una conclusión, independientemente de las opiniones políticas: ¡Basta! ¡Váyase! La coalición de Netanyahu, Smotrich, Levine y Ben-Gvir, junto con sus cómplices, debe irse... ¡Deben irse todos a casa!... Deben irse, agachar la cabeza avergonzados y salir del escenario, y mientras más pronto mejor...". 

Otro comentario, el de la ex presidente del Partido Laborista, dice así: "Netanyahu es el principal culpable del terrible desastre que nos acecha". ¿Sus crímenes? "Culpable de colocar a un puñado de intolerantes racistas, promiscuos y partidarios del terrorismo en puestos clave de su desquiciado gobierno sólo para proteger su propia piel... Culpable de permitirles encender los focos de fricción con los palestinos, en Hawara, en el Monte del Templo y bajo cada árbol fresco...". Culpable de socavar "la Autoridad Palestina y a su líder, quizá el último dirigente palestino pragmático y no fundamentalista con el que era posible llegar a un acuerdo... Culpable de no formular nunca una estrategia para resolver el sangriento conflicto con nuestros vecinos y de ignorar lo que ocurre bajo nuestros ojos... Netanyahu se tiene que ir". 

Netanyahu se ha aferrado cínicamente al poder apelando a lo peor de la gente, manipulando el odio racial, permitiendo la violencia de los vigilantes, y anoche tuvo la audacia, la desfachatez sin ninguna contemplación, el descaro con mayúsculas, de pedir a todos los partidos que se unieran en torno a él, mientras el país asiste horrorizado al intento de un psicópata de saciar su sed de sangre. 

Es así cómo se desarrolla la patología de una burbuja financiera masiva. Es feo, es horrendo, pero desgraciadamente es el resultado lógico de pecados anteriores. 

La semana pasada, el Congreso de Estados Unidos se paralizó, cuando el congresista Matt Gaetz insistió en que un déficit de $2,2 billones de dólares al año, que sitúa a Estados Unidos por encima de los $32 billones de dólares de deuda, junto con las acciones tomadas por los países del BRICS en expansión, que se alejan del uso del dólar en las relaciones comerciales, significaba que el Congreso tenía que dejar de actuar como si fueran niños. Ese esfuerzo, junto con la población de Gaza, se esfumará, a menos que se produzca una intervención sensata, fría y decidida en el proceso político, centrada en el llamado del Instituto Schiller pidiendo: "¡NO más dinero para armas en Ucrania! ¡NO a la guerra mundial con Rusia o China!" 

Como siempre aconsejaba el antiguo rabino, ante dos opciones horribles, elige siempre la tercera. Entonces, ¿A quienes quieres masacrar, a los judíos o a los palestinos?