4 de noviembre de 2023 (EIRNS) — Más de 9.500 personas han muerto en Gaza hasta la fecha, de las cuales 3.900 son niños, según un informe publicado por el Ministerio de Sanidad de Gaza el 4 de noviembre. En las últimas 24 horas, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) de Netanyahu bombardearon una escuela en Gaza, matando a 20 personas, después de atacar un convoy de ambulancias que salía del hospital Al Shifa rumbo al cruce de Rafah, matando a 15 personas e hiriendo a más de 50. El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, no conocido por su retórica radical, escribió que estaba "horrorizado" por el ataque, y que "las imágenes de cuerpos esparcidos por la calle fuera del hospital son estremecedoras". Hay informes de otros ataques a las puertas del hospital infantil Al Nasr. 

De una población total de 2,3 millones en Gaza, hay ahora unos 1,4 millones de "desplazados" internos, es decir, seres humanos sin hogar, hambrientos, desesperados y aterrorizados. Dejando de lado las palabras, los comentarios y "narrativas", Netanyahu y sus patrocinadores de Londres y Washington están haciendo todo lo que está en su mano para expulsar a los 2,3 millones de palestinos al Sinaí y cruzar a Egipto, o al mar. 

¿No se suponía que esto no volvería a ocurrir? ¿Qué pasó con el "nunca más"? 

Sí, hay protestas, pero todavía no las suficientes para detener la carnicería; no las suficientes para forzar la creación de una nueva arquitectura internacional de seguridad y desarrollo que sustituya por completo al sistema en bancarrota que es la causa de las guerras y la devastación económica. 

Muchos miles de personas han salido hoy a las calles de París para exigir un alto el fuego, a pesar de que las manifestaciones pro palestinas han sido declaradas ilegales por las autoridades francesas.  Del mismo modo, en Berlín, miles de personas se manifestaron, muchas de ellas llevando pañuelos con los colores palestinos, también prohibidos por las autoridades. Y en Washington, DC, unas 100.000 personas se manifestaron para exigir un alto el fuego y la libertad de Palestina. Un considerable contingente de organizadores del movimiento de LaRouche participó en la manifestación y distribuyeron el nuevo folleto de The LaRouche Organization (TLO) “Peace Through Development for Palestine and Israel: The LaRouche Oasis Plan” (Paz a través del desarrollo de Palestina e Israel: El Plan Oasis de LaRouche). 

Los campus universitarios también están despertando de su largo letargo político. Los estudiantes están protestando; las clases se interrumpen con exigencias para discutir el urgente orden del día estratégico; se están produciendo plantones en las oficinas del Congreso de legisladores cómplices. 

Pero aún no es suficiente, ni en número ni en profundidad de la comprensión de las soluciones necesarias. 

La fundadora del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche, advirtió el 4 de noviembre que la situación se caldea día a día, no sólo en el sudoeste asiático, sino en Ucrania y en todo el mundo. La casta política dirigente del transatlántico en bancarrota no tiene salida de su propia crisis de desintegración sistémica. 

"La situación no es estable, y en los próximos días y semanas irá en una dirección o en otra", declaró. Las soluciones parciales para este problema, o aquel otro, no funcionarán: la situación ha llegado demasiado lejos, política, militar y económicamente. Los líderes religiosos de todas las confesiones deben unir sus fuerzas para organizarse en favor de la paz. Las universidades y los grupos de discusión de distintos países deberían organizar conferencias para deliberar sobre los pasos necesarios para crear una nueva arquitectura internacional de seguridad y desarrollo, una arquitectura que esté a la altura de la dignidad del Hombre. 

La gente va a tener que elevarse para estar a la altura de las soluciones que el movimiento LaRouche ha estado proponiendo, al nivel del De Pace Fidei de Cusa, el nivel de lograr la paz global a través del desarrollo global, que es la única forma en que realmente puede lograrse.