1º de marzo de 2024 (EIRNS) — El discurso anual del Presidente de Rusia, Vladimir Putin, ante la Asamblea Federal duró hoy sólo dos horas, más breve quizá que otros discursos anteriores, pero cargado de significado para el futuro de la nación, y del mundo. En su amplitud, sólo es comparable a algunas de las cosas que ha propuesto China en las últimas décadas. A veces, la guerra y la amenaza de guerra pueden centrar la mente como un láser en lo esencial. 

El elemento más dramático fue la advertencia que hizo Putin de que los ataques de Occidente contra objetivos en la Federación Rusa, y la amenaza de enviar tropas de la OTAN para reforzar sobre el terreno a las menguantes fuerzas ucranianas, podrían desembocar en una conflagración nuclear. "Pero recordamos el destino de los que una vez enviaron sus contingentes al territorio de nuestro país. No obstante, ahora las consecuencias para los posibles intervencionistas serán mucho más trágicas. En última instancia, deben comprender que también tenemos armas —sí, saben de esto, acabo de decirlo— que pueden alcanzar objetivos en su territorio. Y deberían entender que con lo que están haciendo ahora para asustar al mundo entero, corren el riesgo de que se produzca un conflicto con armas nucleares que signifique la destrucción de la civilización. ¿Entienden esto o qué?" 

Putin comenzó sus comentarios ante la Asamblea señalando las conversaciones que había mantenido en los últimos días con diversos sectores de la ciudadanía, con soldados, educadores, funcionarios locales y jóvenes, quienes le manifestaron su pleno apoyo a la defensa de la soberanía de la nación. Destacó los éxitos de Rusia en el campo de batalla, especificando las medidas que el país estaba tomando para reforzar su capacidad militar, incluida su capacidad nuclear, así como los nuevos sistemas de armas que se están utilizando en el campo de batalla. Denunció el objetivo de Occidente al llevar a cabo su guerra contra Rusia en Ucrania. "El llamado Occidente, con sus hábitos coloniales, su costumbre de incitar a conflictos nacionales en todo el mundo, no sólo pretende frenar nuestro desarrollo: en lugar de Rusia, necesitan un espacio dependiente, desvanecido, moribundo, donde puedan hacer lo que les dé la gana. En esencia, querrían hacerle a Rusia lo mismo que hicieron en muchas otras regiones del mundo, incluyendo a Ucrania: para traer la discordia a nuestra casa, para debilitarla desde dentro", dijo el Presidente. 

La disposición de Rusia a debatir la cuestión de la resolución pacífica de la situación en Ucrania es absoluta, pero no está dispuesta a debatir la paz mientras Occidente siga llevando a cabo la guerra, declaró. Se refirió a las falsas afirmaciones de Occidente de que Rusia se estaba preparando para desplegar armas nucleares en el espacio. Hizo hincapié en que Rusia había pedido que se firmara un tratado que prohibiera las armas en el espacio, pero que Estados Unidos no estaba dispuesto a negociar tal cosa. Dijo que Estados Unidos está tratando de forzar a Rusia a una carrera armamentística, similar a lo que hicieron en la década de 1980, que acabó con la Unión Soviética: "Permítanme que les recuerde: de 1981 a 1988, el gasto militar de la Unión Soviética alcanzó el 13% del producto nacional bruto". 

Antes había explicado: "Por lo tanto, tenemos todos los motivos para creer que las palabras de las actuales autoridades estadounidenses sobre su supuesto interés en negociar con nosotros cuestiones de estabilidad estratégica son pura demagogia. En vísperas de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, sólo quieren demostrar a sus ciudadanos y a todos los demás que siguen gobernando el mundo. Dicen que en los temas en los que sea beneficioso para Estados Unidos negociar, mantendrán una conversación con los rusos, y en los que no sea rentable para ellos, no hay nada que discutir, como ellos mismos dicen, 'lo mismo de siempre', allí se esforzarán por derrotarnos". 

Putin insistió en que había llegado el momento de crear una nueva arquitectura de seguridad en Eurasia como alternativa al conflicto: "Es obvio que hay que trabajar para formar un nuevo contorno de seguridad igual e indivisible en Eurasia en un futuro previsible. Estamos dispuestos a entablar una conversación de fondo sobre este tema con todos los países y asociaciones interesados. Al mismo tiempo, vuelvo a hacer hincapié que creo que esto es importante para todos hoy: Sin una Rusia soberana y fuerte, no es posible un orden mundial duradero". 

Putin también destacó los cambios que ya se han venido produciendo a escala mundial, con la aparición del BRICS y del Sur Global: "Miren, la participación de los países del G7 en el PIB mundial en términos de PPA [Paridad de poder adquisitivo] era del 45,7% en 1992, mientras que los países del BRICS (esta asociación no existía en 1992) sólo representaban el 16,5%. En el 2022, sin embargo, el G7 representaba el 30,3%, mientras que el BRICS tenía el 31,5%. Para el 2028, el porcentaje se va a inclinar aún más a favor del BRICS, con un 36,6%, y la cifra que se proyecta para el G7 es de un el 27,8%. 

"Nosotros, junto con los Estados amigos, seguiremos creando corredores logísticos eficientes y seguros, y construyendo una nueva arquitectura financiera mundial, libre de interferencias políticas, sobre una base tecnológica avanzada. Además, el propio Occidente está desprestigiando sus propias divisas y su sistema bancario: están serruchando la rama en la que han estado sentados durante décadas", explicó.