2 de marzo de 2024 (EIRNS) — El Primer ministro de Polonia, Donald Tusk, se reunió el 29 de febrero en Varsovia con representantes de los granjeros manifestantes. Tanto Tusk como los líderes de los granjeros sugirieron después que las conversaciones habían sido positivas, y el Primer ministro dijo que su gobierno presionará a Bruselas para que suspendan o retiren partes del "Pacto Verde" previsto por la Unión Europea con relación a la agricultura, y abogó por un embargo de los productos agrícolas procedentes de Rusia y Bielorrusia. 

En la rueda de prensa posterior a la reunión, Tusk destacó que el gobierno y los agricultores tienen el objetivo común de proteger los mercados de Polonia y Europa de las "injustas" y "aplastantes" consecuencias de la "desacertada" decisión de liberalizar el comercio con Ucrania tras la invasión rusa”. 

"El cereal ucraniano no puede entrar libre de impuestos y como si fuera un ancho río en Polonia", dijo, y añadió que, aunque hay que ayudar a Ucrania en su defensa contra la agresión rusa, "las víctimas de esta guerra no deben ser los agricultores polacos". 

Tusk, quien fuera presidente del Consejo Europeo, se mostró confiado en poder negociar un cambio de postura de la Unión Europea sobre el "Pacto Verde". 

Indicó que las exigencias de la parte polaca, los manifestantes y el gobierno, serían que "prácticamente todas" las disposiciones del Pacto Verde relativas a la agricultura "deben ser suspendidas y retiradas". 

Tusk también se refirió a la posibilidad de cerrar la frontera con Ucrania a todo comercio, una idea que planteó ayer. "No es un escenario de ensueño" y "tendría consecuencias mutuas", pero "debemos tener presente esta posibilidad si nuestras demandas no tienen eco en Bruselas y en la parte ucraniana", advirtió. Si esta solución llega a implementarse, sólo afectaría a la circulación de mercancías, no al transporte humanitario y militar, añadió Tusk. 

Andrzej Sobociński, un agricultor que asistió a las conversaciones, declaró al canal de televisión polaco TVN que Tusk había "escuchado todos los argumentos de los representantes de las protestas populares" y que habían mantenido una "conversación muy constructiva".