4 de marzo de 2024 (EIRNS) — Está sucediendo una peligrosa escalada de acontecimientos en todo el mundo que, si no se detienen, llevarán rápidamente al mundo al borde de una guerra mundial nuclear. La filtración de archivos de audio que exhibe a altos oficiales militares alemanes conspirando para intervenir directamente en operaciones militares, no sólo en territorio ucraniano, sino también en Rusia, ha cambiado significativamente la situación, pues desmiente las afirmaciones de los dirigentes occidentales de que están tratando de evitar una guerra directa con Rusia. 

Pero parece que todavía no se ha captado el mensaje, ya que la retórica sobre una carrera armamentística nuclear no hace más que aumentar, aparentemente sorda al peligro que representa. El nuevo Presidente de Finlandia, Alexander Stubb, declaró que "Finlandia debe tener una disuasión nuclear auténtica", algo que está prohibido actualmente por la legislación finlandesa. Otros, como Peter Dickinson, del Consejo Atlántico, han desestimado todas las advertencias de una escalada en este sentido, insistiendo en que Occidente debe "hacer frente" a Putin. "Los autócratas de todo el mundo tomarán nota del éxito de Putin en Ucrania y sacarán las conclusiones lógicas para sus propias agendas expansionistas", escribió Dickinson. El Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Washington DC, se hizo eco de ese lunático. 

Rusia ha declarado una y otra vez que existen líneas rojas, y que no dudará en defenderse. A pesar de estas declaraciones, los dirigentes occidentales demuestran que, o bien son unos ignorantes o bien están completamente locos; en cualquiera de los dos casos, plantean un peligro extremo para el mundo sobre el que hay que actuar. 

La situación se ve agravada por el genocidio que se está perpetrando ahora en Gaza, que corre el riesgo de sumir a todo el sudoeste de Asia en un conflicto y un mayor baño de sangre. Israel anunció un viraje en su política de larga data hacia Rusia (hasta ahora se habían negado a enviar armas a Ucrania) para colocar a Rusia ahora del lado de Irán, Hamás y las "fuerzas globales de desestabilización". Cabe recordar que Israel tiene un arsenal no declarado de armas nucleares. 

No se puede permitir que siga este estado de cosas. Cualquiera que no esté insensibilizado a la realidad sentirá esta tensión indomable, que, aunque uno la ignore o la reprima, no desaparecerá. 

El finado soldado de la Fuerza Aérea, Aaron Bushnell, lo sintió así e hizo el sacrificio supremo con la esperanza de que otros también lo sintieran. Los cientos de miles de personas que marcharon por las calles el sábado 2 de marzo en favor de Rafah y Gaza también lo sienten, por lo que era lógico que muchas de las manifestaciones incluyeran homenajes en memoria de Bushnell. Ahora está claro que es necesario restablecer la dignidad de Estados Unidos, Alemania y otras naciones de Occidente, y rápido. Esto, claramente, es lo que Bushnell habría querido. 

Sin embargo, la dignidad sólo se alcanza cuando uno se levanta y se niega a aceptar la degradación, la humillación y la complicidad casi criminal que se nos ha impuesto. La tarea consiste en afrontar el peligro al que se enfrentan el país y el mundo, y optar por actuar, por intervenir. 

Una herramienta esencial en ese sentido es la perspectiva de un futuro hermoso para Palestina e Israel que encarna el Plan Oasis de LaRouche para el Sudoeste de Asia, una propuesta en la que Estados Unidos y Occidente, una vez restaurados, podrían desempeñar un papel muy valioso. Difúndelo por todas partes y defiende la dignidad futura que tu nación y todas las del planeta deben encarnar.