7 de marzo de 2024 (EIRNS) — El experto suizo en inteligencia, Jaques Baud, le dio una entrevista el 3 de marzo a la revista alemana Overton Magazin, sobre la crisis en Ucrania, la cual ya cuenta con 48.000 visitas. 

Baud calcula que han muerto unos 50.000 soldados rusos desde que comenzó la guerra hace dos años, mientras que en el bando ucraniano han muerto 500.000 soldados, ¡diez veces más! Sus comentarios muestran su desesperación ante la élite política occidental: "El problema es que en Occidente es difícil distinguir entre pensamiento político y racismo… El odio que la gente tenía a los soviéticos en la Segunda Guerra Mundial se ha transformado en odio a los rusos". Señaló que entre los guerreros de la Guerra Fría, como él mismo, "en la Guerra Fría, no luchábamos contra los rusos, sino contra los soviéticos; ¡el problema no era Rusia, sino el comunismo!". 

La mayoría de los refugiados ucranianos no huyeron hacia Occidente, sino a Rusia; así que, pronto Ucrania se quedará sin soldados. Además, Occidente no ha definido un objetivo bélico claro y alcanzable, aparte de debilitar a Rusia, reduciendo el objetivo a una acción sin rumbo, razón por la cual no se consiguen nuevos reclutas. 

También está claro desde hace tiempo que el objetivo de Putin no es la ocupación de Ucrania, y mucho menos el restablecimiento del imperio soviético. Sin embargo, la narrativa occidental exagera los supuestos objetivos bélicos rusos, incluida una supuesta amenaza nuclear, para seguir convenciendo a los ciudadanos occidentales de la necesidad de suministrar armas y apoyo financiero a Ucrania. 

La entrevista de Tucker Carlson a Putin del 9 de febrero sacó a relucir dos nuevos aspectos interesantes: la retirada de las tropas rusas de la zona de Kiev en marzo del 2022 no fue sólo a petición de Zelenski, sino también de Francia y Alemania; y el objetivo bélico de la desnazificación no sólo fue incluido en el catálogo de negociaciones por Putin, ¡sino también por el propio Zelenski! 

Hacia el final de la entrevista, Baud aborda lo irracional de los gobiernos de Occidente, en especial el de Alemania: "¡Considero al gobierno alemán como fanáticos, como extremistas!" y "hablando técnicamente, el gobierno alemán (incluyendo a la ministra de Asuntos Exteriores) actúa como una dictadura". Esto lo lleva a la siguiente conclusión: "Mi análisis es que Alemania está dirigida de modo totalmente irracional, ¡no tiene ningún sentido!". Teme que a los dirigentes alemanes y europeos les resulte difícil abandonar esta trayectoria irracional y fanática otra vez, puesto que ya habían vuelto a ella antes de la Ilustración, en la que el gobierno emocional de la gracia de Dios fue sustituido por un gobierno sobrio y científicamente analítico. Hace algún tiempo, la gente todavía hablaba del Estado de Derecho, pero ahora sólo hablan del orden basado en reglas.