10 de marzo de 2024 (EIRNS) — Los datos manufactureros de enero en Alemania no son simplemente malos, son aterradores. La producción manufacturera ha bajado un 11,3% mensual y un 6,3% anual. Es la peor caída desde 2020, el año de la pandemia de Covid. 

Algunas cifras más: la fabricación de material eléctrico descendió un 33,2%, la de equipos de transporte un -27,3%, la de productos metálicos fabricados un -14,5%, mientras que la maquinaria contuvo las pérdidas hasta el -4,7%. Las tres categorías principales registraron notables retrocesos: bienes de capital -13,1%, bienes intermedios -9,3% y bienes de consumo -5,7%. Los pedidos extranjeros cayeron un 11,4%, y los de la eurozona bajaron un -25,7%, mientras que los de fuera de la eurozona registraron un tímido +1,6%. Por el contrario, los pedidos nacionales cayeron un 11,2%. 

Una "clara representación no sólo de un proceso de desindustrialización ya terminal, sino también del estropicio de la reacción energética a largo plazo vinculada a las sanciones contra Rusia", escribió el analista económico Mauro Bottarelli. 

A un sector le va de maravilla: la producción de armas. Rheinmetall está ampliando masivamente su capacidad de producción. "Estamos duplicando o incluso triplicando nuestras capacidades en centros individuales", declaró el director general Armin Papperger al diario económico Handelsblatt. Para el año que viene, la producción de balas de Rheinmetall podría cubrir las necesidades de toda Europa. Los inversionistas también han observado que, desde febrero de 2022, la cotización de la acción se ha cuadruplicado, entrando triunfalmente en la lista principal.