11 de marzo de 2024 (EIRNS) —  En un artículo de opinión publicado el 5 de marzo en el diario británico The Guardian, el columnista Simon Jenkins advierte de que la OTAN se está volviendo cada vez más imprudente respecto a Ucrania, y la filtración de la conversación militar alemana sobre el envío de misiles Taurus a Ucrania lo demuestra. 

Jenkins afirma que la intervención de Occidente al principio estaba "justificada" para evitar la derrota del gobierno "democrático" de Ucrania. "Pero a medida que el conflicto en Ucrania ha llegado a un previsible punto muerto, la estrategia de la OTAN ha perdido toda coherencia", escribe Jenkins. "Este es el momento en que este tipo de guerras se salen de control. Durante dos años, los mandatarios occidentales han pulido su imagen de macho en casa visitando e incitando al Presidente de Kiev, Volodímir Zelenski, a buscar la victoria total con su ayuda. Era la promesa favorita de Boris Johnson, pero entonces sus votantes se limitaban a pagar por ella, no a morir. El francés Emmanuel Macron al menos ha sugerido enviar tropas". 

Jenkins sugiere que el discutido acuerdo de paz de la primavera de 2022 en realidad tenía sentido. "En lugar de eso, Ucrania ha llegado a parecer cada vez más un mercenario de la OTAN para los generales occidentales que quieren aumentar sus presupuestos y revivir los juegos de la Guerra Fría de su juventud... 

"Europa Occidental no tiene ningún interés concebible en intensificar la guerra de Ucrania a través de un intercambio de misiles de largo alcance. Aunque debería mantener su apoyo logístico a las fuerzas ucranianas, no tiene ningún interés estratégico en el deseo de Kiev de expulsar a Rusia de las zonas de mayoría rusoparlante de Crimea o Donbás. Tiene todo el interés en buscar asiduamente una pronta solución e iniciar la reconstrucción de Ucrania", agrega. Por si fuera poco, las sanciones occidentales, destinadas a paralizar la economía rusa, han fracasado. 

"La crasa ineptitud de un cuarto de siglo de intervenciones militares occidentales debería habernos enseñado algunas lecciones. Parece que no", concluye Jenkins.