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El senador Schumer anuncia que es hora de que Netanyahu se vaya

15 de marzo de 2024 (EIRNS)  Una intensa pelea entre bastidores en Washington, DC, que ha enfrentado las esperanzas electorales del Presidente Biden con el gobierno de guerra perpetua del Primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, finalmente ha salido a la luz. El líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, que nunca se ha caracterizado por pronunciar una palabra de crítica sobre el gobierno de Israel, habló el 14 de marzo durante 40 minutos en el Senado, y dijo que Netanyahu era malo para Israel, y exhortóa a Israel a realizar nuevas elecciones. 

Declaró que "unas nuevas elecciones son la única manera de permitir un proceso de toma de decisiones sano y abierto sobre el futuro de Israel, en un momento en que tantos israelíes han perdido la confianza en la visión y la dirección de su gobierno". 

Además, como lo resaeña la agencia AP, Schumer dijo que cree que Netanyahu "ha perdido el rumbo al permitir que su supervivencia política prevalezca sobre los mejores intereses de Israel", y es un obstáculo para la paz en la región. Se refirió a la elección de Netanyahu de una coalición de extremistas de ultraderecha, lo que le ha hecho "demasiado dispuesto a tolerar el número de víctimas civiles en Gaza, que está llevando el apoyo a Israel en todo el mundo a mínimos históricos… Israel no puede sobrevivir si se convierte en un paria". 

La semana pasada, el 5 de marzo, Schumer fue uno de los que se reunió con el principal rival de Netanyahu, su socio en el gabinete de guerra Benny Gantz, que se encontraba de visita en Washington. Netanyahu objetó las reuniones de Gantz, oliendo que algo sospechoso estaba pasando. (Según la última encuesta israelí, Gantz y su coalición ganan fácilmente a Netanyahu y los suyos). Luego el 11 de marzo, el director de Inteligencia Nacional publicó la Evaluación Anual de Amenazas 2024 de la Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos, en la que se hace referencia a la gran disensión al interior de Israel contra e gobierno de Netanyahu, lo que desencadenó una esperada respuesta feroz de Netanyahu, aunque "oficialmente" esa respuesta vino de un funcionario anónimo de muy alto rango del gobierno, que en Israel se entiende como el propio Netanyahu. 

Tal vez la gota que colmó el vaso fue el discurso de Netanyahu, el 12 de marzo, ante unos 1.600 delegados de la convención en Washington, DC, del Comité de Asuntos Públicos Estadounidenses-Israelíes (AIPAC, por sus siglas en inglés)  el cabildo israelí de mayor peso en Estados Unidos— en el que atacó a cualquiera que dudara de que la existencia de Israel depende de la matanza a gran escala de civiles palestinos, a cualquiera que dudara de que las muertes de civiles son culpa exclusiva de Hamás y a cualquiera, incluidos sus "aliados", que intentara convencerle de lo contrario. Declaró que "no hay otra opción que la victoria total". Al día siguiente, Netanyahu canceló su comparecencia prevista en el retiro de legisladores republicanos en Virginia Occidental. 

Halie Soifer, directora ejecutiva del Jewish Democratic Council of America (Consejo Demócrata Judío de Estados Unidos), elogió el discurso de Schumer en el Senado: "Ha dicho lo que piensa la inmensa mayoría de los judíos estadounidenses". El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, declaró: "Netanyahu está causando un daño significativo al esfuerzo nacional para ganar la guerra y mantener la seguridad de Israel". 

Pero parte del problema es que Miriam Adelson (la bolsa de dinero que respalda a Netanyahu y a sus dos miembros del gabinete sionista de "sangre y tierra", el ministro de Finanzas Bezalel Smotrich y el ministro de Seguridad Nacional Itamar Ben-Gvir) se está acercando a la mayor parte del Partido Republicano, incluido el ex presidente Donald Trump. El líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, respondió inmediatamente a Schumer, diciendo que el Partido Demócrata tiene un “problema anti-israelí”. Y en el retiro del Partido Republicano de la Cámara de Representantes en Virginia Occidental, el presidente de la Cámara, el “creistiano sionista” Mike Johnson, calificó el discurso de Schumer de "inapropiado... Es sencillamente incorrecto que un líder estadounidense desempeñe un papel tan divisivo en la política israelí mientras nuestro aliado más cercano en la región se encuentra en una batalla existencial por su propia supervivencia". 

Y la otra parte es que Schumer no tiene ninguna solución para el movimiento sionista "sangre y tierra" en Israel. Además de la destitución de Netanyahu, Schumer se limita a decir que sin eliminar también de la ecuación a Hamás y al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, "nunca habrá paz en Israel y Gaza y Cisjordania". De hecho, nunca habrá paz allí sin lo obvio: abundante agua limpia, irrigación de los desiertos y pleno suministro de electricidad, es decir, el Plan Oasis de LaRouche. Con cada fibra de su existencia política opuesta a ello, Schumer tampoco tiene ni idea de cómo lograr la paz en la región.

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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