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¿De qué sirve actuar con base a principios?

29 de marzo de 2024 (EIRNS) — La Corte Internacional de Justicia ordenó ayer a Israel que adopte "todas las medidas necesarias y eficaces para garantizar, sin demora y en plena cooperación con las Naciones Unidas, la prestación sin trabas y a gran escala, por parte de todos los interesados, de los servicios básicos y la asistencia humanitaria que se necesitan urgentemente, incluidos alimentos, agua, electricidad, combustible, refugio, ropa, higiene y saneamiento, así como suministros médicos y atención médica a los palestinos en toda Gaza, así como el aumento de la capacidad y el número de pasos fronterizos terrestres y manteniéndolos abiertos durante el tiempo que sea necesario....". 

Israel ignoró olímpicamente las órdenes de la CIJ del 26 de enero, y ahora la hambruna potencial en Gaza es una hambruna efectiva. Mientras la camarilla de Netanyahu esté patrocinada por Londres y Washington, ¿qué valor tiene la acción de hoy de la CIJ? 

El Ministro de Asuntos Exteriores y Ministro de Defensa de Irlanda, Micheál Martin, el Tánaiste, o funcionario de segundo rango en el gobierno irlandés, anunció ayer que Irlanda intervendrá al lado de la acción judicial de Sudáfrica contra el genocidio en Gaza. Declaró: "Lo que estamos viendo ahora en Gaza representa una flagrante violación del derecho internacional humanitario a escala masiva... La retención intencionada de ayuda humanitaria a civiles”. Irlanda ha decidido dar este paso ahora, dijo, porque "la situación no podría ser más cruda; la mitad de la población de Gaza se enfrenta a una hambruna inminente y el 100% de la población se enfrenta a una inseguridad alimentaria aguda. Como dijo el Secretario General de la ONU, mientras inspeccionaba las largas colas de camiones de ayuda bloqueados que esperaban para entrar en Gaza durante su visita a Rafah... 'ha llegado el momento de inundar de verdad Gaza con ayuda vital. La opción está clara: oleada o inanición’. Hoy me hago eco de sus palabras". 

Había alrededor de 7.000 camiones cargados con ayuda estancados en la entrada de Rafah a Gaza, debido a las medidas israelíes que solo permitían, en un buen día, el paso de alrededor del 2-3% de ellos. ¿De qué sirve hacerse eco de tales palabras? 

En un llamado a la acción previo a la Pascua, más de 140 líderes religiosos de todo el mundo instaron "a Estados Unidos y a otras potencias mundiales a detener la venta de armas a Israel, y a dejar claro que Israel, Estados Unidos y todos los países deben acatar [la] Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio... La mayor militarización del conflicto por parte de Estados Unidos y otras naciones no hace que nadie esté más seguro y, en cambio, prolonga el sufrimiento y causa más muerte y destrucción". Se pide al Presidente Biden que tenga el valor de dejar de enviar armas a Israel. ¿Cuándo fue la última vez que Biden puso la valentía moral por encima de sus maquinaciones políticas? 

Otra funcionaria del Departamento de Estado, Annelle Sheline, dimitió el miércoles 27. En su carta de renuncia escribió que la hambruna de 2 millones de personas se hace con "el apoyo diplomático y militar del gobierno de Estados Unidos”, por lo cual “no puedo servir a un gobierno que permite tales atrocidades". Termina su apasionada llamada a la conciencia: “Me atormenta la última publicación en las redes sociales de Aaron Bushnell, el soldado de 25 años de la Fuerza Aérea estadounidense que se inmoló frente a la embajada israelí en Washington el 25 de febrero: ‘A muchos de nosotros nos gusta preguntarnos: '¿Qué haría yo si estuviera vivo durante la esclavitud? ¿O en el Sur de Jim Crow? ¿O durante el apartheid? ¿Qué haría si mi país estuviera cometiendo un genocidio? La respuesta es: lo estás haciendo. Ahora mismo'". 

¿De qué sirve la acción de Irlanda, de los líderes religiosos mundiales o de Annelle Sheline? 

Mira de nuevo la decisión radical de Aaron Bushnell de sacrificar su vida. Eso atormentó a Annelle Sheline. También las palabras del Dr. Martin Luther King desde la cima de la montaña, antes de su muerte, así como las de los jóvenes de la "Rosa Blanca" en la Alemania nazi, han perseguido a generaciones. Para que la civilización salga de su caída en picado, hay que dejar que esa voz inquietante ejerza su poder. 

La alternativa es sumirse más profundamente en una enfermedad del alma que adormece la mente y el corazón. Vean la patética posición a la que se ve reducido el pobre portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, cuando explica que las resoluciones de la ONU (refiriéndose a la votación del Consejo de Seguridad de la ONU de esta semana a favor de un cese al fuego inmediato) no son vinculantes, excepto cuando Estados Unidos quiere que lo sean. Esto es un Humpty Dumpty, en el País de las Maravillas de Alicia, reducido a decir: "Cuando utilizo una palabra, significa justo lo que yo decido que signifique, ni más ni menos". Esto es Israel cuando alega que puede ir a Gaza toda la comida del mundo, o el gobierno de Biden que pretende que el envío masivo de armas a Ucrania o Israel defiende la "democracia", etc. 

Si la democracia significa algo, es que cada ciudadano pueda luchar con su conciencia, y que la sociedad salga fortalecida en el proceso. No calcules el día y la hora en que tales acciones darán sus frutos. No hagas una contabilidad de esos procesos. 

Más bien, cuenten las dos semanas de actividad enfocada que conducen a la intervención del 13 de abril con la conferencia del Instituto Schiller, “Plan Oasis: la solución LaRouche para la paz mediante el desarrollo entre Israel y Palestina y para todo el sudoeste de Asia”.

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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