29 de marzo de 2024 (EIRNS) — Funcionarios rusos comenzaron ayer a calificar la afirmación de Washington (que los terroristas musulmanes del ISIS-K son los autores aislados y únicos de la masacre en la sala de conciertos Crocus del 22 de marzo) no sólo de no verificada, sino de prueba de que Washington, al no tener interés en verificarla, está encubriendo a su sustituto, Ucrania. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo al diario Izvestia: "Es extraño, como mínimo, que los estadounidenses se hayan atrevido a anunciar una única narrativa. Esto sugiere, como mínimo, que están intentando desviar la atención de algo". Peskov también señaló que estas afirmaciones llegaron antes de que Moscú hubiera formulado una versión oficial de los hechos, ya que las fuerzas de seguridad rusas siguen trabajando en el caso. 

La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, dijo en la sesión informativa diaria del miércoles 27 que la extraña insistencia de Washington en la narrativa del ISIS-K debería ser motivo de sospecha. Dijo que Estados Unidos era obviamente parcial e intentaba "sacar a Ucrania del peligro". Explicó que, si Kiev hubiera estado realmente libre de culpa, Estados Unidos habría exigido una investigación completa. Sin embargo, prosiguió, tanto la Casa Blanca como el Departamento de Estado se limitaron a anunciar que "'Ucrania no tiene nada que ver con esto'. ¿Basándose en qué datos y en qué información? Sólo una cosa está clara: empezaron a excusar al régimen de Kiev para excusarse a sí mismos. Porque todo el mundo entiende perfectamente que simplemente no hay Ucrania independiente sin la ayuda financiera y militar de Occidente".